Entre la nostalgia y lo digital

El choque generacional que sucumbe actualmente ante la vanguardia tecnológica es cada vez más adaptable a las circunstancias del cambio: los abuelos usando correo electrónico, los padres aprendiendo a usar el iPad, los pequeños que ni siquiera saben hablar y ya conocen cómo desbloquear un smartphone.

El cineasta Noah Baumbach explora este fenómeno en “Mientras somos jóvenes”, cinta del 2014 que llega el 7 de noviembre a la cartelera mexicana.

Los actores consagrados Ben Stiller y Naomi Watts interpretan a Josh y Cornelia respectivamente, una pareja neoyorquina que se dedica a la producción de documentales y tiene este choque de identidad moderna consumista cuando conoce a Jamie (Adam Driver) y Darby (Amanda Seyfried), un matrimonio joven que vive en la era analógica y rodeados de un mundo vintage al estilo “hipster”.

Y es que en la trama los realizadores viven absortos en sus celulares, Netflix y tablets, preocupados por la relativa libertad que tienen al depender de un estándar en el que todos sus conocidos entrados en los treintas ya tienen hijos recién nacidos que se vuelven el centro de atención.

Por otro lado el universo millennial es lo que invade a Darby y Jamie, tratando de encontrar una identidad en objetos de generaciones pasadas, dándoles un sentido de que es más cool escribir un guión en una máquina de escribir que en una laptop.

La afinidad de las parejas se encuentra en la realización fílmica, ya que en la cinta Jamie es un documentalista amateur que accidentalmente conoce a Josh. Es aquí cuando ambas realidades paralelas –entre lo moderno y lo retro– sucumben para encontrar los contrastes de cotidianeidades distintas.

Con toque melómano

Dispuesto a seducir hasta el más exigente melómano en la sala ,“Mientras somos jóvenes” tiene un soundtrack completo.

Baumbach utiliza el pretexto perfecto al mostrar a cuadro una repisa interminable de viniles en el departamento de Jamie. El desfile musical incluye desde Vangelis, Wings, Surivor, Lionel Richie hasta un amplio repertorio de Antonio Vivaldi y Wolfgang Amadeus Mozart.

Esta ecléctica banda sonora está acompañada del score original de James Murphy, quien colaboró con Arcade Fire en la producción de su disco “Reflektor” del 2013.