En el Reino de Navarra, si te tocaba muñeco, te convertías en Rey por un día

Todos los años, poco después del día de Reyes, una localidad navarra se llena de juglares, damas, nobles, clérigos y otros personajes propios de una corte medieval, para coronar al Rey o Reina de la Fabz

Existe una localidad en el norte de España en la que te puedes convertir en Rey de la Faba durante un día, si en tu pedazo de roscón (Rosca de Reyes) encuentras el haba (muñeco) escondida.

Así es. A diferencia de México (donde nadie quiere que le salga el muñeco en la rosca), en Navarra, España, todos los niños pelean por el pedazo de roscón que tenga el haba escondida.

El afortunado niño es sometido a un ritual empleado siglos atrás para coronar a los reyes navarros. Juglares, damas, nobles, clérigos y toda una auténtica corte medieval compuesta por sus compañeros de clase coronarán al nuevo Rey.

Al pequeño o pequeña se le pedirá prometa “goardar et defender el regno a nuestro poder”, antes de ser bendecida y recibir los atributos reales para ser designada monarca.

Una fiesta de origen medieval

La celebración del Rey de la Faba en Navarra se remonta a la Edad Media y se cree que fue introducida por la refinada corte de los Teobaldos, procedentes de la región francesa de Champaña. Los reyes navarros acostumbraban a ofrecer el día de La Epifanía (celebración de los Reyes Magos) una comida entre los niños más necesitados.

Todos los asistentes recibían una porción de rosco, en el que previamente se había introducido un haba. Aquel niño que encontraba el haba en su ración era proclamado monarca por un día. Entre 1381 y 1439 se coronaron Reyes de la Faba en localidades como Pamplona, Sangüesa, Puente la Reina, Tafalla, Estella, Olite o Tudela. La fiesta se desarrollaba siempre en el lugar donde estuviera el soberano y, en su ausencia, la soberana.

La historia moderna del Rey de la Faba comienza en 1920. Aquel año, la fiesta tuvo lugar en el Círculo Carlista de la plaza del Castillo de Pamplona y fue nombrado rey el hijo de un socio necesitado.

Posteriormente, se hizo cargo del evento la sociedad pamplonesa Muthiko Alaiak. En aquellas primeras ediciones del siglo XX, se elegía a un niño de la Casa de la Misericordia que hubiera tenido buena conducta y que realmente lo necesitara.

Con la intención de dar mayor realce a la fiesta, en 1964 la sociedad Muthiko Alaiak decidió llevar la fiesta por distintos pueblos de Navarra, tal y como se hacía 600 años atrás. Desde entonces, el Rey de la Faba se ha convertido en una tradición itinerante muy apreciada por los niños y niñas de la Comunidad. Aunque en su origen la celebración tenía lugar el día de La Epifanía, con los años se fue retrasando una o dos semanas y actualmente es la organización la que fija la fecha según convenga.

Con información de la comunidad Muthiko Alaiak

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