En el Día Mundial de la Visión, te damos consejos para protegerla

Con motivo del Día Mundial de la Visión, Vidal Soberón Ventura, médico cirujano especialista en retina, del APEC Hospital de la Ceguera, explica cuáles son las principales afectaciones que atacan a los mexicanos y cómo se pueden prevenir
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
Comparte esta nota

Con el objetivo de prevenir la discapacidad visual y la ceguera y hacer conciencia en la gente sobre estas afectaciones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró la conmemoración del Día Mundial de la Visión, que se conmemora el segundo jueves de octubre.

En México, de acuerdo con la Secretaría de Salud federal, el 30 por ciento de la población tiene algún problema visual, sobre todo miopía y astigmatismo, mientras que alrededor de 700 mil personas padecen discapacidad ocular.

“Existen muchas patologías que pueden afectar a la visión, empezando por las ametropías, que son la necesidad de usar lentes, eso es lo más común que vamos a ver en la población, no las consideramos una enfermedad, sino más como una condición del enfoque de los ojos”, explica el doctor Vidal Soberón Ventura, médico cirujano especialista en retina, adscrito al servicio de retina y vitreo de APEC Hospital de la Ceguera.

La mayor prevalencia de discapacidad visual a nivel mundial se observa en personas de ambos sexos, de 50 años o mayores

El siguiente problema que es muy común y que afecta la visión es la generación de cataratas, que son una opacidad del lente natural del ojo que se llama cristalino, que salen por muchas cosas, principalmente, por la edad. Todos los pacientes mayores a 60 años tienen algún grado de cataratas; sin embargo, no todos ellos necesitan una cirugía, sólo los que ya les comienza a bajar más la visión y no puedan realizar sus actividades diarias.

Las cataratas tampoco son consideradas como tal una enfermedad, porque en algún punto todas las personas las van a tener.

El problema de la diabetes y la visión

En la población mexicana, desgraciadamente, por la alta prevalencia de la diabetes tipo 2 se presentan enfermedades que afectan la visión, como las cataratas, el glaucoma o la retinopatía diabética.

La diabetes puede generar que se forme una catarata de manera más temprana, ya que lo que ocurriría a los 60 o 70 años puede aparecer antes de los 40. Mientras que la retinopatía diabética aparece cuando existe azúcar elevada en el cuerpo lo que hace que se echen a perder los vasos más chiquitos del ojo, como las arterias y las venas; entonces, deja de llegar sangre a la retina y esta comienza a formar vasos nuevos, pero los hace mal.

“Estos vasos mal hechos pueden provocar principalmente tres cosas: sangrado dentro del ojo, generar un desprendimiento de retina o glaucoma neovascular, entonces, necesitamos encontrar a la gente en etapas tempranas para poder frenar esta patología, desgraciadamente, no tiene muchos síntomas, hasta que ya es tarde”, explica Vidal Soberón.

Cuando el paciente comienza con los síntomas ya tiene sangrado intraocular, lo que puede quitarse de forma natural o con cirugía, pero se debe someter a una cirugía con láser para que ya no progrese la enfermedad. Por su parte, el glaucoma y el desprendimiento de retina también tienen tratamiento; sin embargo, dejan una secuela visual importante.

El glaucoma es la enfermedad del nervio óptico que se genera por varias causas, entre ellas, el aumento de la presión intraocular; las otras causas son genéticas o secundarias de otros padecimientos.

Esta patología también es de mucho cuidado, porque no genera síntomas cuando comienza, entonces, la única manera de diagnosticarla es acudiendo al oftalmólogo.

“Es importante revisarse si uno tiene familiares con glaucoma, porque es una enfermedad hereditaria y el problema de eso es que el tratamiento que tenemos es para detenerlo, no para echarlo para atrás, entonces, el daño que se va acumulando ya está y nadie te lo puede quitar”, afirma el experto.

Las causas de la ceguera evitable están asociadas a la pobreza y la falta de acceso a servicios de atención oftalmológica de calidad

Otra afectación al ojo que es común, pero no tan grave, son las llamadas carnosidades o pterigión que son una degeneración de una capa de tejido que se llama Cápsula de Tenon o conjuntiva, entonces, comienza a crecer arriba de la córnea, que normalmente es transparente; esta enfermedad pasa mucho en países donde hay mucho sol, por eso es relativamente frecuente en situaciones más tropicales.

“Hay muchos pacientes de Guerrero y Oaxaca que acuden con este tipo de carnosidades, pero estas no siempre se tienen que operar, se puede dejar así, de hecho, en gente joven es mejor esperarnos, tratar de desinflamar el ojo y no hacer más, pero en pacientes adultos mayores ya se pueda quitar con cirugía”, dice Soberón Ventura.

Información ante los mitos

Si la persona es un paciente sano lo recomendable es que vaya por lo menos una vez al año al oftalmólogo. La consulta normalmente incluye una medición de lentes y una exploración con la lámpara de hendidura.

Si el paciente no tiene síntomas y se encuentran bien, no siempre lo tienen que dilatar; sin embargo, si alguien tiene síntomas, miopía elevada o diabetes, será necesario dentro de la exploración añadir un paso más que es la dilatación farmacológica.

“Para poder ver la retina nosotros ponemos unas gotitas que abren las pupilas y que nos dejan ver con mayor detalles las estructuras dentro del ojo, entonces, para ser más conciso es a todo mundo checar la visión y verlo con la lámpara de hendidura y en algunos casos a los pacientes lo tendremos que dilatar, que será la segunda parte”, reitera el especialista del Hospital de la Ceguera.

Vidal Soberón comenta que es difícil establecer cuál es el tallado normal de los ojos, porque hasta cierto punto es normal que cuando te entre algo o tengas comezón te talles los ojos, pero, considera, que sí hay un porcentaje de la población que tiene conjuntivitis alérgica con la cual tienen mucha más comezón por temporadas del año.

“Normalmente empiezan desde niños y ellos sí pueden desarrollar más graduación en el ojo por estarse tallando y tallando. Es importante llevarlo al oftalmólogo para revisar que no tenga una alergia, porque si la tiene, más que pelearse con el niño para que no se talle los ojos, es quitarle la comezón para que no lo tenga que hacer”, recomienda.

El oftalmólogo advierte que existen muchas concepciones populares que no son ciertas, como cuando se dice que leer en un coche en movimiento o con luz bajita te va a provocar desprendimiento de la retina. También se tiene la idea equivocada de que ver tan cerca la tele o el celular afecta la visión, por los rayos que emiten.

“Hay como algo muy intuitivo de que los aparatos electrónicos a fuerza tienen que estar generando alguna radiación, para lo cual no hay datos que nos digan que esto sea verdad, lo que sí muy interesante y que sí sabemos es que cuando vemos pantallas, ya sea del celular o la computadora, después de estar dos o tres horas, a la gente le van a arder los ojos, o los sentirá cansados o con alguna basurita, que son datos de ojo seco”, platica el experto.

Ese problema se arregla muy bien usando gotitas de lubricante externo, para lo que existen como 30 o 40 marcas en el mercado. No hay una que sea del todo mala, pero sí hay ciertas variaciones en el PH o en la viscosidad, así que será algo muy personal saber cuál es la que mejor le cae a una persona.

“Una de las recomendaciones es tener gotas de lubricante a la mano, así que si nos entra una basurita te pones la gota para que se salga, si te arde te las pueden poner, y es como si fuera crema, pero para los ojos, no es como tal un medicamento”, comparte Vidal.

Alerta

Las gotas para quitar los ojos rojos o desinflamar pueden ser peligrosas, porque algunas contienen dexametasona o algún tipo de esteroide, lo que genera glaucoma secundario y eso sí le costaría hasta la visión al paciente.

“Con los esteroides hay un 30 por ciento de la población que se le puede subir la presión del ojo por usarlos y eso sí es terrible, porque eso te puede dejar ciego. Muchos médicos generales, no oftalmólogos, los usan con frecuencia, porque son muy buenos para la desinflamación, pero inadvertidamente te puedes estar generando un daño mucho más profundo”, afirma el doctor Vidal Soberón Ventura.

También puedes leer: La música y la ceguera van de la mano

Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil