¿El SIDA ya no es invencible?

Durante años esperamos leer en los medios un titular que informara: "El primer niño que se cura de sida". Esa espera terminó. 

Una niña de Mississippi, Estados Unidos, es la prueba de que el tratamiento que recibió podría ser la cura para los niños que nacen –y/o padecen– sida, convirtiéndola en la primera pequeña paciente que se recupera del VIH.

La clave en la cura funcional de esta niña está en dos factores: la atención a temprana edad (30 horas después del nacimiento en este caso) y un intenso tratamiento de tres drogas antivirales.

1.7
millones de muertes relacionadas al sida (2011)
"Esta es una prueba del concepto de que el VIH puede ser potencialmente curable en infantes"
Dra. Deborah PersandUniversidad Johns Hopkins

Durante años esperamos leer en los medios un titular que informara: “El primer niño que se cura de sida”. Esa espera terminó. 

Una niña de Mississippi, Estados Unidos, es la prueba de que el tratamiento que recibió podría ser la cura para los niños que nacen –y/o padecen– sida, convirtiéndola en la primera pequeña paciente que se recupera del VIH.

La clave en la cura funcional de esta niña está en dos factores: la atención a temprana edad (30 horas después del nacimiento en este caso) y un intenso tratamiento de tres drogas antivirales.

La niña tiene dos años y medio y lleva un año sin tomar medicamento, a lo que su cuerpo ha respondido favorablemente, pues no hay indicio alguno de infección.

Su sangre “permanece libre de virus, incluso en las pruebas más sensibles disponibles”, apuntó la Dra. Hannah Gay, del Centro Médico de la Universidad de Mississippi.

La madre de la pequeña –que nació prematura en 2010– no había acudido con un ginecólogo durante el embarazo, por lo que no tenía conocimiento de que su hija era VIH positivo.

Además, de acuerdo a una publicación en The New York Times, el tratamiento eliminó el VIH justo antes de que pudiera formar “escondites” en el organismo de la pequeña (a la que no se le identificó por nombre en los medios de comunicación).

Esto es lo que hace a este hallazgo algo histórico, ya “un paciente es funcionalmente curado del VIH cuando las pruebas estándar son negativas para el virus, pero es probable que una pequeña cantidad permanezca en su cuerpo”, según señala The Guardian. 

Los reservorios de células que se quedan “dormidos”, pueden volver a infectar con velocidad a cualquiera que no se le administre la medicina, indicó Persaud. Esta era una de las razones principales por las que esta enfermedad era incurable, pues el virus buscaba lugar en el cuerpo en donde se almacenaba y seguía atacando al sistema inmunológico.

Aunque también cabe la posibilidad de un “milagro”, pues al no haber recibido su madre el debido tratamiento prenatal contra sida, el riesgo era altísimo.

“Simplemente sentí que el riesgo de esta bebé era más alto de lo normal y merecía nuestro mejor intento”, dijo Gay. Y con la esperanza puesta en el “coctel” de tres medicamentos, se le administró a la recién nacida.

Ahora el reto –y posible esperanza de cura– será realizar pruebas para verificar que el tratamiento resulte efectivo en otros niños infectados.

“Esta es una prueba del concepto de que el VIH puede ser potencialmente curable en infantes”, dijo la Dra. Deborah Persaud, viróloga de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, al presentar el caso en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas de Atlanta, en Estados Unidos.

Y es que la lucha contra esta grave enfermedad ha ganado terreno y en el mundo el número de bebés que nacen con ella ha disminuido notablemente en los países en desarrollo, gracias al acceso a tratamientos antirretrovíricos y a que las mujeres con VIH reciben medicamentos antirretrovirales durante el embarazo para reducir al mínimo la cantidad de virus en su sangre”, apunta Ian Sample de The Guardian.

Así, “sus recién nacidos también siguen tratamientos de medicamentos para reducir el riesgo de infección. La estrategia puede parar alrededor del 98% de la transmisión del VIH de madre a hijo”, agregó.

Avances históricos, esperanza mundial

Durante años, el sida era descrito como un virus invencible, un enemigo que se propaga a una velocidad inalcanzable, y claro, como uno de los retos mundiales más significativos para la ciencia y la medicina.

Y aunque el caso de la bebé es una prueba de que el mundo está cerca de vencer a esta enfermedad con una posible cura para los bebés que nazcan con el virus del VIH, de acuerdo a ONUSIDA, en 2011 se produjeron 2.5 millones de nuevas infecciones con el virus, incluidas 330 mil en niños, en el mundo.

Pero el avance cada vez es mayor y ese mismo año, las muertes relacionadas con el sida disminuyeron por quinto año consecutivo, con 1.7 millones, mientras que en 2005 y 2006 se registraron 2.3 millones.

En África subsahariana las muertes relacionadas con el sida se han reducido en un tercio en los últimos siete años (según la información de ONUSIDA hasta 2012).

Y no solo eso, un 59 por ciento más de personas ahora tiene acceso al tratamiento antirretrovírico.

Es importante destacar que ONUSIDA estableció en 2012 que alrededor de 46 países, áreas y territorios restringen el acceso o estadía de personas con VIH.

Y cabe destacar que esta enfermedad es la sexta causa importante de muerte en personas de entre 25 y 44 años en Estados Unidos.

Sin embargo, el avance es digno de reconocerse, ya que hasta 1995 el sida era la causa número uno.

La nueva ‘Timothy Brown’

Recordarás a Timothy Ray Brown, el hombre de 40 años que en el 2007 se convirtió en la primera persona en recuperarse del VIH.

Brown pudo erradicar su infección gracias a un tratamiento que fue elaborado para la leucemia y con el que se destruyó su sistema inmune (el cual afecta este virus, dejando al organismo totalmente vulnerable), así como de un doble transplante de células madre de un donante con una mutación genética inusual, pues resistía a la infección de este virus.

El también “milagro viviente” anunció en 2012 que sigue siendo VIH negativo y adelantó que hará una fundación que investigue tratamientos para poder curar el sida.

Su recuperación sigue representando un riesgo potencial, sin embargo, hasta ahora, confesó que solamente padece dolores de cabeza ocasionales.

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