El miedo de salir de casa, una secuela que ha dejado el COVID-19 en algunas personas

Cabe señalar que el síndrome de la cabaña no se trata de un trastorno psicológico. Más bien es una consecuencia de pasar mucho tiempo confinados

Llevamos muchos meses confinados en casa a causa del COVID-19, por lo que es probable que algunas personas sientan ansiedad o angustia por salir de casa.

¿Es normal que sienta ansiedad ahora que puedo salir?, ¿quiero seguir quedándome en casa?, ¿qué hago si al salir a la calle tengo pensamientos de contagio?, son algunas preguntas que pasan por nuestra mente.

Las autoridades han recomendado regresar a nuestras actividades cotidianas gradualmente; sin embargo, algunas personas les resulta difícil ‘retomar sus vidas’ pues sienten un miedo latente que les impide salir de sus hogares.

¿Qué es el síndrome de la cabaña?

Muchas personas sienten que el exterior es una amenaza y pensar en salir de casa les da miedo y ansiedad. Esto es lo que los psicólogos llaman síndrome de la cabaña, que se presenta cuando una persona pasa un tiempo recluida forzosamente.

Miedo a contactar con otras personas fuera de nuestra casa, temor a realizar actividades que antes eran cotidianas como: trabajar fuera de casa, tomar el transporte público o relacionarnos con otras personas son algunas características de este síndrome.

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Cabe señalar que el síndrome de la cabaña no se trata de un trastorno psicológico. Más bien es una consecuencia de pasar tanto tiempo confinados.

Este síndrome tiene más que ver con si sufrimos ansiedad... tiene más relevancia nuestra capacidad de resiliencia que el haber vivido experiencias negativas durante la cuarentena relacionadas con el virus
Miguel Ángel RizaldosPsicólogo

Además, puede afectar a mujeres, hombres, niños y adultos mayores de todos los estragos sociales y edades.

Para el doctor en psicología Sergio González, el desconfinamiento no sólo podría provocar una sensación de temor en la población, sino que puede desencadenar “la sensación de pérdida de protección”.

“Relacionamos nuestro hogar con seguridad y calle con peligro”. En esta situación en la que nuestro hogar es nuestra nueva zona de confort, hay miedo al contagio y salir supone un nuevo esfuerzo de adaptación, explica la psicóloga Alejandra Julio Berrio.

Julio Berrio aconseja “hacer trayectos emocionales cortos, por ejemplo, puedes bajar la basura”. Es necesario ser responsable con uno mismo y los propios autocuidados, buscando un equilibrio entre esa zona de confort y salir de casa.

¿Qué podemos hacer al tener estos pensamientos?

Primero debemos entender que la ansiedad nos protege de situaciones potencialmente peligrosas, nos alarma y de esta manera nos ayuda a tomar consciencia de las medidas de protección, en este sentido tomar en cuenta las recomendaciones de las autoridades sanitarias serían un buen comienzo para intentar salir poco a poco.

Tú no eres tus pensamientos:

Dedica unos minutos al día para tratar de identificar qué pensamientos tienes. Puedes comenzar entendiendo que salir de casa no implica enfermar. Evita ser tu peor enemigo. La posibilidad de coger el virus también depende de las medidas de protección que implementes, por lo que depende de ti protegerte, tú tienes el control. Ocupa tu mente en otros asuntos ajenos al COVID-19.

Planifica tus salidas:

Márcate un objetivo concreto y valora cuándo salir, dónde ir, cuánto tiempo y con quién. No lo dejes a la improvisación el salir de casa.

Desconfinamiento gradual:

Comenzar a salir de forma gradual es buen proceso de adaptación.

Conductas tranquilizadoras:

Psicólogos recomiendan que durante los paseos escuches música o realices una llamada a una personas de confianza, y toma las medidas necesarias antes de salir, siéntete protegido.

Si sientes pánico, expertos recomiendan consultar a un profesional en la salud mental.

Recuerda también que los menores de edad están inmersos en la dinámica familiar. “Si los padres tienen mucho miedo, los niños tendrán mucho miedo. Es importante que se expresen los temores, también se debe reforzar la responsabilidad, el cariño, la solidaridad… El proceso educativo tiene más que ver con lo que mostramos que con lo que decimos”, señala Berrio.

Para aliviar los síntomas del “síndrome de la cabaña” te ayudará seguir los protocolos estipulados para prevenir la enfermedad. Toma distanciamiento social, lava tus manos frecuentemente y usa mascarilla, estas medidas pueden proporcionar cierta sensación de seguridad.

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La mejor forma de vencer un miedo es enfrentándolo, y en este proceso puede ser lento y debe ser poco a poco, reconocer que se tiene temor a salir de casa es un primer paso.

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