El impacto de Emiliano Zapata en el arte
Especialistas reflexionan sobre la relación del personaje histórico con el arte, particularmente con los corridos y las aproximaciones de los escritores José Revueltas, Octavio Paz y Mauricio Magdaleno
José Pablo EspíndolaEmiliano Zapata Salazar fue uno de los símbolos más importantes de la resistencia campesina en México, estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur y sus principales ideales giraron alrededor de la justicia social, libertad, igualdad, democracia social, respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras.
En el marco del aniversario número 100 del asesinato del también conocido como El Caudillo del Sur, El Colegio Nacional organizó la mesa “Zapata en el arte”, primera sesión del ciclo Zapata en la historia, coordinado por el investigador Javier Garciadiego.
Especialistas se reunieron para reflexionar sobre la relación del personaje histórico con el arte, particularmente con los corridos sobre Zapata y las aproximaciones de los escritores José Revueltas, Octavio Paz y Mauricio Magdaleno, así como los retratos pintados por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
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“¿Fue realmente derrotado Zapata? ¿Fue su lucha una llamarada que se extinguió? De ninguna manera. A diferencia de los otros líderes revolucionarios, los únicos que lograron ascender a mitos populares fueron Villa y Zapata. Si el primero cabalga todavía en el norte en canciones y corridos, el segundo, Zapata, vuelve a morir en cada feria popular. Paradójicamente, su muerte recurrente le impidió envejecer lo que sería el sino de su victimario Carranza. Por eso el siempre joven Zapata poseyó la hermosa y plástica poesía de las imágenes populares”, opinó Garciadiego.
Aurelio González Pérez, autor de El corrido: construcción poética (2015), hizo hincapié en que el revolucionario agrarista contaba con un corridista oficial, Marciano Silva, lo cual tiene que llamar la atención, porque Villa no tuvo nunca uno.
El revolucionario agrarista contaba con un corridista oficial, Marciano Silva, lo cual llama la atención de los expertos
“Un corrido que se precie de ser zapatista tiene que ser por definición anticarrancista, anticonstitucionalista, y antimaderista. Todo esto se diluye en los corridos del periodo cardenista. Zapata se vuelve, ya no un líder agrarista del sur, sino un caudillo revolucionario. En esa construcción del caudillo es importante Marciano Silva. Él creó esa imagen, pero luego esa imagen se extiende. Hoy en día, pensar en corrido revolucionario, implica pensar un poco en corrido zapatista, o al menos así lo pensó Diego Rivera cuando pinta el corrido zapatista en la Secretaría de Educación Pública, o cuando Pablo Neruda hace una composición alusiva a Zapata en su canto general”, aseguró.
Por su parte, el especialista en narrativa mexicana Rafael Olea Franco expuso la narrativa que Mauricio Magdaleno, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua hasta su muerte en 1986, desarrolló en torno a Emiliano Zapata.
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“En un breve plazo de no poco más de dos años, Magdaleno contribuyó total o parcialmente a tres proyectos sobre el caudillo del sur: la obra teatral Emiliano Zapata, el relato El compadre Mendoza, y la película del mismo nombre. Este fecundo ciclo creativo se puede entender si se considera que para él, el movimiento zapatista fue la acción más destacada, no sólo de la Revolución mexicana, sino de todas las revoluciones habidas en este país”, dijo.
En la mesa también participaron José Manuel Mateo Calderón, investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas-UNAM, y Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología.
