El documental animado Flee: Huyendo de casa retrata el desplazamiento forzado

Flee: huyendo de casa (2021), documental animado que compitió por tres premios Oscar, llega a México y describe el horror del éxodo migratorio de los refugiados en la voz de “Amin”, quien es gay y, a los 15 años, abandonó Afganistán para adentrarse en Europa con su familia
Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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Flee: huyendo de casa (2021), documental animado que compitió por tres premios Oscar, llega a México.

El éxodo, la migración y el nomadismo son principios universales de los seres humanos para sobrevivir, para buscar mejores oportunidades, alcanzar la paz y bienestar que todos creen merecer, pero lograr este traslado, en la gran mayoría de los casos, es una tortura psicológica y física que pocos logran superar.

Jonas Poher Rasmussen es originario de Kalundborg, Dinamarca, pero para poder tener la vida que ahora goza, como cineasta documentalista, su familia tuvo que vivir desplazamientos forzados por generaciones enteras.

Sus antecesores fueron judíos provenientes de Rusia, que huían de la persecución que les acosaba en aquel país, por ello su abuela nació en Copenhague y sus padres buscaron asilo, pero este no fue otorgado, entonces, migraron a Alemania, donde también fueron segregados y huyeron hasta Inglaterra.

Cuando Rasmussen tenía 15 años conoció a una persona en la parada de autobús camino a la secundaria, quien desentonaba en su pueblo natal, pues era un hombre de tez morena y rasgos diferentes a los de los locales, posteriormente se volvieron amigos.

“Amin” es el nombre de este chico, y de aquello ya pasaron 25 años, en los que forjaron una amistad cercana; sin embargo, Rasmussen nunca había sabido la historia de su amigo, fue hasta que el danés comenzó a hacer documentales de radio, que se empezó a revelar la verdad.

Rasmussen aprendió con el paso de los años que Amin venía de Afganistán, era refugiado en Dinamarca, y que su historia de vida era sumamente pesada para él, pero estaba dispuesta a revelársela para contarla en una de sus producciones radiofónicas. Durante años hicieron entrevistas largas y extensas para ahondar en el pasado del migrante.

Esto finalmente evolucionó en una película documental animada que hoy llega a las salas de México bajo el título Flee: Huyendo de casa (2021), y que estuvo nominada a tres premios Oscar: Mejor Película Internacional, Mejor Documental y Mejor Película Animada, lamentablemente, se quedó solo con las menciones de la Academia.

El largometraje aplica la técnica de animación, no como un capricho, sino para cuidar la identidad de Amín, que es un pseudónimo y además, hasta el día de hoy sigue teniendo miedo por ser perseguido, pese a que ya tiene la ciudadanía danesa y cuenta con un postgrado en la Universidad de Princeton.

Las conversaciones que Rasmussen grabó fueron una guía para ir animando encima del video, él confiesa en entrevista para Reporte Índigo que, pese a que se cuida la identidad al máximo, sí se ve el documental en el idioma original, lo que escuchamos es la voz real de Amin en el filme.

“Creo que hay mucho del real Amin en el filme, la animación es para que la gente no lo reconozca en las calles, o en los mercados o espacios públicos, porque estas historias que él comparte son muy difíciles para él y no quiere estar el ojo público por ello, pero es verdad, sí podemos escuchar su voz real y esto es un vistazo hacia él”, comparte en videollamada el cineasta”
Jonas Poher RasmussenCineasta

Entre lo que se puede ver en el documental está cómo Amin tuvo que dejar Afganistán en 1989, después de que el Gobierno desapareciera a su padre, además de que el país pasaba por un momento inestable, por eso su hermano mayor, Abbas, quien ya se encontraba en Suecia, hizo un esfuerzo titánico por sacar al resto de la familia.

Además, Amin se identificó como homosexual desde muy temprana edad, lo que añadía todavía un ingrediente más de dificultad a su vida, por eso hasta este presente él se siente con miedo de revelar su identidad, Rasmussen, quien lo conoce de cerca, explica que esto se debe a que el afgano se ha limitado a tener pocas amistades en su vida.

“Creo que esto se debe a que él no pudo conectar su pasado con el presente, él sentía que tenía que guardar secretos todo el tiempo y tenía siempre miedo de ser expuesto, creo que mucha de la felicidad viene de tener relaciones cercanas y él siempre mantuvo esto con distancia”, reitera Rasmussen.

Flee: Huyendo de casa inició su corrida comercial en México en salas de todo el país y circuitos independientes, es distribuida por Diamond Films y tuvo un presupuesto estimado de 3.4 millones de dólares para su creación, cifra récord para una película animada.

Lo que quedó fuera de Flee: Huyendo de casa

En el largometraje de 90 minutos se conoce a detalle la vida actual de Amin, quien está a punto de casarse con su novio Kasper, y le incentiva a que vivan juntos en el campo, pero esta postal le resulta tortuosa al afgano, porque cuando intentó su primer viaje a Europa, quedó varado en Estonia, donde lo mandaron a un hogar de refugiados, justo en un paraje silvestre.

Rasmussen hizo un guión basándose en las horas de entrevista con Amin, y a conciencia tuvo que dejar bastante material fuera; incluso, antes de que comenzara el documental animado, por cuestiones de presupuesto, y éste revelaba parte de la vida laboral del inmigrante.

“Por mucho tiempo, cuando hicimos la edición del guión, teníamos una parte que se enfocaba en su trabajo profesional y lo que él hace para vivir, pero, al final, esto no encajaba, se convertía en una desviación y ahora solo tenemos la idea de que Amin es muy bueno en lo que hace, aunque no lo sabemos precisamente”, expresa el director.

En Flee: huyendo de casa se observa que Amin es un catedrático o ponente en Estados Unidos, con una gran audiencia en lo que él imparte, lo que, claramente, da una idea de que él es alguien respetado en su círculo estudiantil o profesional, pese a que nadie sepa en realidad de su pasado.

Sentimiento de alivio

Cuando, al fin, estuvo listo el largometraje, Amin en un principio no sentía que Flee: huyendo de casa, fuera una buena película, porque él no podía separar sus emociones de lo que veía en pantalla, pero, eventualmente, le complació el resultado.

“Para él, no le es fácil ver el filme, porque es acerca de sus traumas, vaya, no le gusta verlo, pero él se siente representado y creo que para él, que la gente se sienta relacionada con su historia le significa bastante, porque él se siente como un vidrio de doble vista, o sea, es refugiado y además gay y así, cualquier persona en el mundo, sin importar que seas o refugiado o gay, te puedes sentir identificado con su historia”, agrega Rasmussen.

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