La actriz y profesora de doblaje Elsa Covián afirma que México todavía es el país con la mayor exportación en este talento

El doblaje, una tradición mexicana que no se acaba

La actriz y profesora de doblaje Elsa Covián afirma que México todavía es el país con la mayor exportación en este talento, por lo que incentiva a que desde niños se fomente esta actividad, que además ayuda a que los infantes enfrenten su miedo a hablar en público

México fue pionero en el doblaje de películas en el siglo XX cuando llegaron producciones audiovisuales desde otras partes del mundo. Este talento, que posteriormente llegó a otras partes de Latinoamérica, hoy prevalece con fortaleza en la nación y se sigue impulsando esta industria desde el confinamiento.

La actriz y directora de doblaje Elsa Covián, quien ha prestado su voz en español para actrices como Anna Faris, Winona Ryder y Juliette Lewis, entre otras, afirma que pese a que México compite contra Argentina, Colombia, Chile o Venezuela en este terreno, la nación azteca sigue predominando como la primera en esta actividad.

“Creo que seguimos siendo el número uno, México tiene una tradición de muchas décadas, tenemos más músculo, es la realidad, tenemos todavía más talento en cuanto a cantidad de personas del doblaje, de muchos años atrás y eso te afianza, da raíces”
Elsa CoviánActriz y profesora de doblaje

Hay talentos que prevalecen como Francisco Colmenero, con 89 años de edad y quien se distingue por ser una de las voces oficiales de Disney más longevas; o como Mario Castañeda, quien es la voz oficial de Goku en Latinoamérica; o Humberto Vélez, quien recién anunció que volverá a tomar al personaje de Homero Simpson, por ello Covián indica que desde México se imparten clases que llegan a otras partes del continente.

“Hoy por hoy seguimos formando gente también para otros países, por ejemplo, yo he tenido alumnos de Perú, Costa Rica y otros compañeros dan cursos para Argentina, Colombia, a lo que voy es que seguimos formando gente, incluso, para compañeros de otras nacionalidades, pero sigue siendo México en donde se hace el mejor doblaje al español del mundo”, reitera la también directora.

Covián agrega que la estafeta está en las nuevas generaciones, por lo que incentiva a que los niños comiencen clases en esta profesión, siempre y cuando tengan las aptitudes y los deseos de hacerlo, sin ser presionados por los padres.

“Partimos también de que ellos quieran, que no sea algo que los papás los lleven, si son muy pequeñitos, generalmente, no saben a qué van, en cambio a los 8 años, es muy común que ellos sean los que pidan, los que deseen estar en el curso”, comenta.

Pero además de que los niños tengan un gusto adquirido por el doblaje, este trabajo y afición les puede incentivar a que mejoren su confianza en sí mismos, a hablar en público y tener una buena autoestima durante su crecimiento personal.

Estimulando la autoestima en el doblaje

El doblaje es una actividad profesional que tiene su remuneración económica, y sin perder de vista esto, los niños pueden mentalizar que esta puede ser una carrera en la que pueden destacar; además, de ayudar en su confianza personal, indica Elsa Covián, así han comenzado varios talentos en México.

“Aunque muchos otros, y sobre todo muchos papás, no tienen esa pretensión de inicio, sino más bien que le sirva a ellos para desarrollar muchas de las habilidades que van descubriendo de ellos mismos, en la formación que les damos: el conocimiento de su voz, el ampliar su vocabulario y ser más desenvueltos, trabajar en equipo y aprender a concentrarse en una actividad, que es tan demandante como el doblaje”, dice.

Las clases actualmente se imparten vía remota por la crisis sanitaria, Covián continúa al frente de la Escuela de Doblaje y Locución de Toni Rodríguez, fundada por esta última y que lamentablemente falleció en abril pasado; los talleres también pueden ser impartidos para adultos y al término de estos se asesora a los futuros talentos para adentrarse profesionalmente en el mundo del doblaje.

En tiempos de COVID-19

Ante la pandemia que parece no terminar, el doblaje ha luchado contra viento y marea, algunos estudios de locución han tenido que cerrar sus puertas y otros continúan, Elsa Covián comparte que casi todo el trabajo se ha tenido que adaptar al hogar de los artistas.

“Efectivamente, cerraron los estudios y tuvimos que hacer, cada quien, nuestro ‘home studio’, poner un espacio en nuestra casa, adaptándolo desde el armario, closet o el baño, robándole un lugar a la estancia o recámara, para poder hacer una cabinita, desde donde tú pudieras grabar”, se sincera la actriz.

Una ventaja que ofreció este confinamiento es que los intérpretes de doblaje pudieron descentralizarse de la Ciudad de México y ahora esta actividad remota llega desde más partes del país, lo que se podría quedar a futuro.

“Todo tiene sus pros y sus contras, también te puedo decir que hay compañeros que, debido a la pandemia, decidieron irse a vivir a otro lugar de la República y desde allá pueden grabar e incluso desde el extranjero, hay casos así, entonces, también se abren puertas para actores que están fuera de la Ciudad de México”, describe Covián.

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