El bosque ‘encantado’

Un grupo de buzos descubrió un bosque petrificado en el Golfo de México, al sur de las costas de Alabama. El bosque “submarino” permanece enterrado –desde hace 50 mil años– bajo la superficie del océano, en un ambiente sin oxígeno.

Ben Raines, uno de los primeros buzos que exploró este bosque, dijo a LiveScience que el sitio probablemente quedó al descubierto tras el paso del huracán “Katrina”, que en el 2005 golpeó con fuerza al sur de Estados Unidos. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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El bosque abarca una extensión de al menos 1.3 kilómetros cuadrados. Y está ubicado a 18 metros bajo la superficie del Golfo de México

Un grupo de buzos descubrió un bosque petrificado en el Golfo de México, al sur de las costas de Alabama. El bosque “submarino” permanece enterrado –desde hace 50 mil años– bajo la superficie del océano, en un ambiente sin oxígeno.

Ben Raines, uno de los primeros buzos que exploró este bosque, dijo a LiveScience que el sitio probablemente quedó al descubierto tras el paso del huracán “Katrina”, que en el 2005 golpeó con fuerza al sur de Estados Unidos. 

El también director ejecutivo de la fundación sin fines de lucro Weeks Bay Foundation, dedicada a la investigación de estuarios, comentó que el bosque está conformado de árboles –cipreses– que están tan bien preservados que, cuando se cortan, aún conservan el olor distintivo de savia fresca.

Los especialistas Grant Harley, de la Universidad del Sur de Mississippi y Kristine DeLon, de la Universidad Estatal de Louisiana, analizaron un par de muestras que Raines tomó de los árboles y encontraron que estos tenían una antigüedad de alrededor de 52 mil años. 

Harley explicó que debido a que los cipreses pueden vivir mil años y el bosque está conformado por una gran cantidad de estos, los árboles pueden contener miles de años de historia del clima de la región.

El siguiente paso del equipo de investigación es recaudar los fondos necesarios para dar seguimiento a la exploración del sitio. Pero están a contrarreloj. A lo mucho, estimó Grant Harley, cuentan con solo dos años para hacer la investigación.

Y es que “cuanto más tiempo permanezca esta madera en el fondo del océano, más organismos marinos penetrarán en esta, lo que puede crear obstáculos cuando tratemos de ver las fechas de radiocarbono. Esto puede hacer que las muestras no se puedan datar, ni utilizar”. 

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