El ambiente ayuda a la memoria
La investigación dentro de este campo cada vez será más importante, porque de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, para el 2030 la población mundial mayor de 65 años casi se duplicará
José Pablo EspíndolaLa hipertensión arterial o la diabetes mellitus, cuando no son tratados adecuadamente, pueden provocar problemas de la memoria, por lo que en estos pacientes puede reducir su capacidad de recordar y aprender.
Alfredo Meneses Hernández, investigador del Cinvestav, explicó que el problema se agrava conforme el paciente envejece, llegando a producir alteraciones importantes.
“Es necesario entender que, ejerciendo la memoria y realizando ejercicio físico, conocido como enriquecimiento ambiental, las personas que sufren de alguna alteración como estrés postraumático pueden disminuir los síntomas de las enfermedades que estén asociadas”, explicó el investigador.
También aseguró que es necesario proteger y cultivar la memoria para disminuir perturbaciones como la amnesia o el olvido.
“Memorizando información o dándole contenido emocional a un recuerdo, se mejora la memoria no sólo en adultos mayores, sino en pacientes con enfermedades que van desde hipertensión arterial, déficit de atención, estrés postraumático y hasta Alzheimer”.
Entre las causas más comunes que provocan la pérdida de memoria están el consumo y abuso de algunas drogas, el estrés emocional, infecciones del cerebro, golpes en la cabeza y la depresión profunda.
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El experto del Cinvestav ha demostrado que la combinación del ejercicio físico y mental con la administración de medicamentos promemoria, hacen más eficaz la acción de estos fármacos al modular las acciones de neurotransmisores, entre ellos, de la serotonina.
“El enriquecimiento ambiental acompañado de un tratamiento médico mejora la cognición y la memoria a corto plazo de pacientes con déficit de atención e hiperactividad”, afirmó.
En el laboratorio de Alfredo Meneses se estudian en modelos conductuales de memoria los mecanismos de la formación, la amnesia y el olvido con la meta de descifrar sus bases farmacológicas, fisiologías y neurobiológicas.
“Lo que estamos tratando es encontrar marcadores en individuos sanos que sean utilizados para saber si hay alteraciones en la memoria, y que permitan detectar cambios que ocurren durante la formación de la misma e identificar blancos terapéuticos”, dijo.
