Cuando ser gay es mortal

Esta semana entró en vigor una ley que castiga con la pena de muerte pública las conductas homosexuales en Brunéi, país conservador islámico que es rico en petróleo, por lo que múltiples celebridades se han pronunciado en contra de la política que atenta contra los derechos humanos

La indignación mundial se encuentra postrada sobre un país que hace una semana era desconocido por miles, pero el actor estadounidense George Clooney fue quien se encargó de mostrar la atrocidad que ahora aqueja a nivel global y atenta contra los derechos humanos universales.

Desde ayer es legal apedrear y latiguear hasta la muerte a las personas homosexuales y a las que cometan adulterio en Brunéi, nación asiática que casi cuenta con 500 mil habitantes y se caracteriza por ser extremamente conservadora, ya que vive bajo la ley sharía, propia del movimiento islámico.

Celebridades como Elton John, Ellen DeGeneres y Vincent D’Onofrio, entre otros, se han sumado al llamado de Clooney: boicotear nueve hoteles de lujo que pertenecen a la Agencia de Inversiones de Brunéi, propiedad del actual mandatario del país asiático, Muda Hassanal Bolkiah.

Alejandro Brito Lemus, activista en pro de los derechos LGBTTI en México, explica que más allá de la presión mediática que se busca ejercer desde Hollywood, lo importante es resaltar la injusticia humana que está aplicando Brunéi a sus ciudadanos

“La intención es hacer visible un problema que de otra manera podría haber pasado imperceptible por la opinión pública mundial. La ONU ha estado señalando los países donde se condena a muerte a las personas LGBTTI, la novedad en este caso es que ahora incluye la lapidación para homosexuales y personas adúlteras”, comparte el también director de la organización civil Letra S.

En México, el adulterio todavía era penado en 2011, dos años antes apenas se pudo permitir que personas del mismo sexo pudieran contraer matrimonio en la capital del país, derecho que todavía se obstaculiza en sociedades como la regiomontana, ya que en Monterrey el 11 de marzo en el Registro Civil de Nuevo León se le exigió a Amatzú Aranda y Janeth Oliva una carta en la que el Congreso del estado fuera notificado con la resolución que avalara el casamiento por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“Ahora, por ejemplo, uno de estos líderes evangélicos en México anunció que el presidente de la República estaría dispuesto a concederles canales de televisión y estaciones de radio, esto no lo ha confirmado Presidencia, pero es de preocupar que este tipo de concesiones puedan llevarse a cabo en el país, en un Estado laico”, opina Brito Lemus.

La importancia del boicot

El boicot propuesto por George Clooney y secundado por otros artistas, afecta de manera insignificante a la fortuna del ejecutivo de Brunéi, Hassanal Bolkiah, ya que su fortuna asciende a más de 20 mil millones de dólares, además de que esta nación es la quinta más rica en el mundo debido a su petróleo, según la revista Forbes.

“Creo que se está haciendo un uso político de la ley también, y el otro peligro es el del contagio a otros Estados y fuerzas políticas de países vecinos, que también son fundamentalistas religiosos islámicos, podrían estar copiando el modelo de este autócrata y tratar de imponerlo en sus propios países”, comenta el defensor de derechos LGBTTI.

La entrada en vigor de dicha ley en Brunéi, marca un precedente; sin embargo, desde 1957 el país asiático no ha aplicado la pena de muerte y la homosexualidad ya era ilegal desde antes, una década antes de que el actual sultán estuviera en el poder.

“El solo hecho de que exista la ley, tiene un efecto intimidatorio y muy amenazante en la población LGBTTI de esos países, en sus vidas, que los hace esconderse, aislarse, repudiarse y llevar una doble vida, es una amenaza latente, aunque la ley no se aplique, además si ésta se ejecutara, cualquier vecino podría acusar a alguien de tener prácticas homosexuales y esa es una incitación al linchamiento”
Alejandro Brito LemusActivista en pro de los derechos LGBTTI

El llamado a Latinoamérica

El peligro no sólo está en los países islámicos, ya que cualquier nación que invite al fundamentalismo religioso es proclive a atentar contra un Estado laico de derecho, por lo que Brito Lemus insiste que Latinoamérica y México también hay un problema en este rubro.

“No estamos exentos de un riesgo, no relacionado al islam, pero sí a otros fundamentalismos religiosos. Los evangelistas han estado ganando terreno político en países como Brasil, tienen una estrategia de ganar estos espacios para imponer sus preceptos religiosos en las legislaciones (…) Es una amenaza real que parece muy lejana, pero de la que sí debemos estar alertas”, ahonda el activista en entrevista con Reporte Índigo.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya lanzó un manifiesto en contra de lo que sucede en Brunéi y Brito Lemus invita a que las autoridades mexicanas hagan lo propio para también externar esta irritación que concierne a quienes abogan por las personas LGBTTI.

“A mí me gustaría que nuestro país, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, manifestara de manera respetuosa como lo hizo la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, de llamar la atención al estado de Brunéi pidiéndole que reconsidere la medida que va a afectar vidas”, puntualiza.

¿Qué es la ley sharía?

La también llamada ley islámica es un código de conducta que instruye en los criterios de la moral prohibida y permitida por el islam. Ésta fue tomada formalmente por varios países asiáticos que practican el dogma musulmán, aunque no todos condenan legalmente las prácticas homosexuales o de adulterio.

El código civil del Imperio Otomano instaurado entre 1869 y 1876, fue el primer intento de legislar con la ley sharía en un Estado islámico, este fue aplicado en Albania, Turquía, Líbano, Iraq, Chipre y Siria, posteriormente cada nación adoptó o reformuló sus legislaciones con o sin base en la ley sharía.