Crítica ‘Luz de mi vida’ o cómo ser un cineasta machista egocentrista

'Luz de mi vida' presenta un mundo donde las mujeres ya no existen por una extraña enfermedad y un padre tendrá que proteger a su hija
Carlos Ramírez Carlos Ramírez Publicado el
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Esta crítica de ‘Luz de mi vida‘ no contiene spoilers.

Las películas y sus tramas son, en su mayoría, un reflejo de la idiosincracia de sus creadores y más cuando tanto la dirección como el guion pertenecen a un autor.

Esta situación se da en Luz de mi vida, escrita y dirigida por Casey Affleck, quien aceptó haber acosado sexualmente a sus compañeras en su documental I’m Still Here (2010).

¿DE QUÉ VA?

En un mundo donde las mujeres ya no existen por una extraña enfermedad, un padre tendrá que proteger a su hija de los hombres por medio de una travesía en un bosque.

LO BUENO, ANNA PNIOWSKY

El largometraje sobresale por la intimidad con que se desarrolla. Esto es un soporte para la actriz de 13 años Anna Pniowsky (Él viene por ti, 2018), quien en esta película finge ser un niño para pasar desapercibido.

Lo bueno de la cinta, por tanto, recae en la relación que Pniowsky desarrolla con su padre, un argumento muy parecido a la relación entre Joel y Ellie del videojuego The Last Of Us (2013).

Aunque otros críticos han señalado que existen ciertas referencias a The Road (2009), lo cierto es que coinciden en que el hecho de que el padre cuide a su hija y la proteja es más parecido al juego desarrollado por Naughty Dog.

De esta manera, es más fácil entender que tanto en el filme como en el videojuego hay un énfasis en la relación padre-hija y que sobre eso se enfoca toda la obra, al presentar un inicio y un final en este vínculo que culmina en un aprendizaje y emocionalismo.

LO MALO, LA PRETENSIÓN

Por desgracia, la actuación de Anna podría haber sido más explorada si no es porque Affleck ocupa la mayoría de los diálogos, escenas y planos durante toda la película.

¿Es machista tener un guion que plantea una enfermedad que sólo ataca a mujeres, las elimina de la faz de la Tierra y, por ende, una niña debe comportarse como hombre? Pues si eso no lo es, lo que sí es egocentrista es el protagonismo de Affleck.

Si bien Luz de mi vida tiene como propósito exaltar la figura de la hija para el padre, en el largometraje es el hombre quien en realidad sale a relucir con un guion que busca reflexionar sobre él.

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Lo anterior es excesivo tomando en cuenta que la única mujer es la niña, quien además tiene que fingir ser un hombre. Por el contrario, en The Last Of Us los personajes son más equilibrados y se complementan el uno al otro.

Así, la pretensión filosófica de Affleck se constata con sus largos y contemplativos planos, con los cuales busca trabajar la emoción de sus personajes pero que en bruto llega a ser aburrido y fastidioso.

RECOMENDACIÓN 2 DE 5 (MALA)

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