Conoce la dieta que contrarresta los efectos negativos de la contaminación ambiental en nuestra salud

México afronta un año marcado por el gran impacto de la contaminación ambiental. La concentración de partículas suspendidas en el aire obligó a las autoridades de diferentes estados a alertar a la población de no realizar actividades al aire libre, y a acudir al médico en caso de tener problemas para respirar. Estos problemas ambientales, […]

México afronta un año marcado por el gran impacto de la contaminación ambiental. La concentración de partículas suspendidas en el aire obligó a las autoridades de diferentes estados a alertar a la población de no realizar actividades al aire libre, y a acudir al médico en caso de tener problemas para respirar.

Estos problemas ambientales, atribuidos a los casi 400 incendios forestales ocasionados por las altas temperaturas, ocasionan una serie de problemas que pueden llegar a ser crónicos si no son tratados a tiempo o hasta mortales. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), revela graves consecuencias ocasionadas por la mala calidad del aire.

Por ejemplo, en el mundo cada año mueren 1,3 millones de personas a causa de la contaminación atmosférica urbana. Además, quienes viven en ciudades expuestas a elevados niveles de polución padecen más de enfermedades cardiacas, problemas respiratorios y cánceres de pulmón.

Entre las partículas que dañan a nuestro cuerpo resaltan tres: el Ozono (O3), el Dióxido de nitrógeno (NO2) y el Dióxido de azufre (SO2). El primero es el más frecuente en la niebla tóxica, y puede provocar asma o enfermedades pulmonares. El NO2, en cambio, origina inflamación en las vías respiratorias. En cuanto al SO2, causa irritación ocular, tos y complica el asma y la bronquitis.

En México, cada año mueren 1,680 niños menores de cinco años debido a enfermedades relacionadas con la polución, según alerta Greenpeace. La OMS recomienda ciertas medidas para evitar exponerse aún más a la contaminación ambiental, especialmente niños, embarazadas, ancianos y personas con enfermedades crónicas.

Otra de las recomendaciones es mantener cerradas puertas y ventanas, evitar el uso de lentes de contacto y no realizar rutinas de ejercicio al aire libre. En caso de tener que salir, usar cubrebocas. Tampoco es bueno automedicarse en caso de sufrir problemas respiratorios. Por último debemos hidratarnos, y comer frutas y verduras.

Precisamente, una buena alimentación ayuda combatir los efectos nocivos de la contaminación en nuestro cuerpo. Según un estudio de la Universidad de Nueva York, hay una dieta que proporciona  grandes beneficios a la salud. Nos referimos a la mediterránea, cuyos alimentos y propiedades son respaldados por la OMS.

De acuerdo con la investigación, aplicada a hombres y mujeres entre 17 a 65 años expuestos a partículas contaminantes, quienes tuvieron una dieta más próxima a la mediterránea se veían menos afectados por los problemas de salud. Esta dieta incluye frutas, verduras, legumbres, pescado y aceite de oliva, entre otros.

Según expertos esto se debe a su riqueza en antioxidantes o ácidos grasos saludables como el Omega 3.

La relación entre el consumo de estas sustancias y el reforzamiento de nuestro organismo es muy coherente. Por ejemplo, de acuerdo con reviewbox.com.mx, los ácidos grasos poliinsaturados mejoran el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Además, brindan protección cardiovascular y ayudan a reparar las paredes celulares.

Otro de los productos más beneficiosos de esta dieta es el aceite de oliva, cuyas grasas de origen vegetal disminuyen el riesgo de sufrir obstrucciones en las arterias. Además, es rico en carotenos y vitamina E. Este régimen alimenticio se caracteriza por no consumir ciertos alimentos como las carnes rojas, dulces o huevos.

El consumo de estos alimentos nos proporcionan otros beneficios, como el controlar nuestro peso, presión arterial y retrasar el deterioro cognitivo. Además presentaremos una sensación de bienestar físico. Como desventaja podemos mencionar los bajos niveles de hierro y calcio debido a la ausencia de carnes y lácteos. No obstante, se pueden sustituir con suplementos, para lo cual debemos acudir al médico.

Como hemos visto, la clave está en las propiedades de estos alimentos. Se busca el bienestar del individuo con una dieta equilibrada y variada. Por último, su abundancia en vitaminas contribuye también a su riqueza en antioxidantes.