Artistas defienden al Fonca y se unen para enviar carta a secretarios de Cultura y Hacienda

¿Cómo surgió el FONCA y qué frutos ha dado?

El organismo, encargado de financiar proyectos de artistas emergentes, fue fundado en 1989, en pleno periodo neoliberal y tras un pedido urgente de recursos de parte de varios intelectuales

El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) está nuevamente en el ojo del huracán. La senadora de Morena, Jesusa Rodríguez, pugnó porque los artistas se acerquen más al sector empresarial, que al gubernamental, para financiar sus proyectos.

La propia Rodríguez aseguró que durante su carrera artística trabajó sin presupuesto gubernamental, durante su participación en el XI Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política (Hemi), de la Universidad de Nueva York, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

La senadora fue clara y desató el debate, nuevamente, sobre las becas las cuales, dijo, deben desaparecer. 

El origen: una carta

Aunque el Fonca se conformó oficialmente en 1989, en pleno periodo neoliberal y salinista, su origen se remonta a una carta publicada en 1975 en la prestigiosa revista Plural, firmada por 27 intelectuales de primer nivel, entre los que destacaban Octavio Paz, Juan José Arreola, José Revueltas, Elena Poniatowska, Carlos Monsivais y Jorge Ibargüengoitia.

El pedido era simple, pero difícil de conseguir: el subsidio de la cultura por parte del Estado mexicano.

En su misiva, los firmantes aseguraban que era urgente la creación de un Fondo de las Artes, operado con recursos gubernamentales pero autónomo y presidido por diez destacados aristas o intelectuales reconocidos.

En cuanto a los recursos y su transparencia, la dinámica explicada en la carta también parecía sencilla: los subsidios serían públicos e, incluso, se daría a conocer una lista con el monto que cada becado y empleado recibiera, desde el más alto directivo hasta el personal administrativo, cosa que nunca ocurrió.

Entre los programas a los que el Fonca apoya se encuentran el de Jóvenes Creadores y el Sistema Nacional de Creadores de Arte a cuyos fondos, que son manejados por un jurado, es difícil pero no imposible llegar si se cumplen con ciertas normas administrativas y de calidad.

Los resultados

Entre los becados del Fonca hay nombres que sobresalen como el de Gabriel Orozco, Maribel Portela y Pedro Reyes, por mencionar sólo algunos.

Gabriel Orozco es un artista reconocido a nivel mundial. El propio Fonca lo ha ensalzado como uno de los ejemplos para demostrar que las becas funcionan.

El maestro, nacido en Xalapa, Veracruz, y catalogado como uno de los artistas más influyentes de la década, es artista plástico y su obra le ha dado la vuelta al mundo. Eso sí, una vez insertado en el mainstream del arte no volvió a pedir la beca.

Maribel Portela es una escultora cuya obra se encuentra relacionada con lo prehispánico y las culturas sagradas.

La miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca ha expuesto, individualmente, en España, China y el Museo Nacional de San Carlos en la Ciudad de México.

El maestro Pedro Reyes toca, con su obra, “temas que interactúan entre los espacios físicos y sociales, haciendo tangible la geometría invisible en nuestras relaciones personales”.

Sus instalaciones, “involucran la participación del público en proyectos grandes, pero efímeros”, se puede leer en su página de Internet.

Su obra se ha expuesto en Londres, Nueva York, Milan, Italia y Japón, por mencionar algunos lugares. Igual que el maestro Orozco, una vez colocado en el mainstream no volvió a pedir la beca.

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