Para celebrar estos 50 años, en el CIEM estarán ofreciendo cursos, talleres y conciertos. Foto: Especial

CIEM, la escuela que prepara a los mejores compositores del país, celebra 50 años de historia

El Centro de Investigación y Estudios de la Música (CIEM) realizará actividades durante todo el año para festejar su medio siglo de vida. Enrico Chapela, director de la institución, asegura que se están modernizando para enfrentar los retos del futuro   

“Nos resulta claro que los 50 años han dejado una huella que consideramos profunda e indeleble en el mundo de la composición”, afirma Enrico Chapela Barba sobre el medio siglo de vida que está celebrando el Centro de Investigación y Estudios de la Música (CIEM).

Esta institución, dedicada a la formación de músicos profesionales, se instituyó bajo la creación y dirección de la pianista María Antonieta Lozano, quien creó una metodología altamente especializada en lo que se refiere a material didáctico, técnicas de enseñanza, administración académica y un laboratorio de investigación músico-pedagógica.

“María Antonieta Lozano fue pedagoga a la vez de pianista y sus curiosidades propias la llevaron a investigar, a indagar muy a fondo, por un lado, cómo ayudarle a niños con capacidades diferentes y luego se dio cuenta de que también podría ayudar a adultos”, explica Chapela, director del CIEM.

Lozano, al estudiar en la Escuela Nacional de Música, ahora Facultad de Música de la UNAM, se dio cuenta de que las escuelas tradicionales, si bien producen grandes cantidades de intérpretes de alto nivel, priorizan el instrumento y tienden a tener menos profundidad en sus materias teóricas.

“Así que su formación de adultos tiene ese distintivo: la teoría y el análisis. El CIEM tiene una sólida formación teórica”, enfatiza el músico.

 Para celebrar estos 50 años, la institución ha dispuesto un plan de múltiples frentes para, en lugar de sólo conmemorar un día, realizar actividades todo el año, así que estarán ofreciendo cursos, talleres y conciertos.

Además, de varias colaboraciones, por ejemplo, con la Banda Sinfónica de la Universidad de Stanford, de Estados Unidos; con el Quinteto de Alientos de la  Ciudad de México, con el Ensamble Ónix y el Ensamble Vórtice.

“Los ensambles colaborarán con el CIEM con sendos talleres que terminarán con las piezas de los estudiantes revisadas, en concierto y una grabación. También buscaremos hacer un libro sobre la historia del CIEM y María Antonieta Lozano”, comparte Chapela.

La investigadora Xochiquetzal Ruiz Ortiz quiere escribir el libro y resaltar las aportaciones de María Antonieta Lozano a la escena musical mexicana.

También están modernizando el programa de estudios y abrirán una sección juvenil, de los 12 a los 18 años, porque entienden que sus intereses son diferentes a los de los niños, así que buscan satisfacerlos.

“Sabemos que el CIEM tiene que modernizarse, mantenerse al día. La pandemia, además de venir a golpear las finanzas, también nos dejó una enseñanza importante: hay clases que se pueden impartir en línea”, platica el director.

El objetivo es que el CIEM incorpore de manera estratégica las clases en línea y las ofertas híbridas para que los músicos del interior de la República y de otros países de Latinoamérica puedan aprender y formar parte de esta institución.

Las fortalezas del CIEM

  • Acepta jóvenes que inician sus estudios en edad tardía, mayores de 16 años, y a los rechazados en otras instituciones por presentar problemas con su oído musical
  • Abatimiento del tiempo de estudio escolar a sólo tres años de tronco común y dos más para la preparación de los tres exámenes profesionales obligados
  • Prácticas de producción aplicadas a la autorealización de fonogramas y conciertos con sus propias obras
  • Clases magistrales de técnicas composicionales contemporáneas, técnicas extendidas e investigación acústica
  • Postulación de sus estudiantes para su participación en concursos, festivales y foros
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