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‘Caravaggio’ regresa a México

El óleo sobre tela de ‘La Buona Ventura’ trae a la exposición de Caravaggio el trabajo artístico de pintores que influenciaron en su obra, además de una experiencia única

[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_13ickklo” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Controversial, innovador para su tiempo, amante de lo natural y el claroscuro, Caravaggio se caracterizó por ser indomable en el uso particular de la estética dejando ver que el naturalismo, el tenebrismo y la teatralidad representan el recurso más fiel de la realidad.

“La Buona Ventura” proviene de los Museos Capitolinos en Roma, Italia, es la primera obra con la que Caravaggio incursionó al mundo de la luz y la sombra, estará presente en el Museo Nacional de las Artes (MUNAL) a partir de hoy y hasta el 20 mayo de este año.

“’La Buona Ventura’ es una de las obras clave para comprender el desarrollo inicial de este extraordinario pintor y el acercamiento a una de sus características más particulares, el claroscuro”, explica Lidia Camacho, directora del Instituto General de Bellas Artes (INBA).

Conformada por tres salas, la exposición mostrará en la primera parte el trabajo de 16 artistas novohispanos influenciados por la obra del pintor para llegar a ‘La Buona Ventura’ , cuadro original del pintor que retrata a una gitana que lee la fortuna a un joven mientras le roba el anillo que tiene en su dedo anular.

Posterior a las obras, se podrá formar parte del ‘Caravaggio experience’, una sala multisensorial que presentará 58 de las más importantes obras del pintor inmersas en olor, música y color.

“Está experiencia es única en el mundo. Por un lado una obra muy significativa del pintor y por otro, una experiencia inmersiva que te permitirá experimentar de manera vivencial, auditiva y hasta olfativa la obra de Caravaggio”, comenta Camacho.

El sala multisensorial, que llevó un trabajo cercano a los 6 meses, pretende que el espectador sea capaz de regresar a la oscuridad regresa a México #MUNAL Caravaggio Experience, una instalación sensorial con 58 de las obras del pintor. para que pueda abrirse completamente a la obra del autor de ‘La crucifixión de San Pedro’

La Buona Ventura es la primera obra con la que Caravaggio incursionó al mundo de la luz y la sombra

“La sensorialidad se logra obtener cuando el público se deja llevar, cuando abre todos sus sentidos a vez, para dejarse ir de la mano de las pinturas de Caravaggio.

El perfume, la luz, la oscuridad… Al estar en este cuarto oscuro lo que sucede es que se puede idealizar formar parte de algo que va más allá, es como una situación emocional que te permite volver a tu madre”, explica Stefan Fake, director creativo de Fake Factory y parte del equipo creador del ‘Caravaggio Experience’.

Para la directora del INBA, la exposición representa una experiencia única en el mundo con la que el Museo entra a la modernidad.

Paralelo a la muestra, el MUNAL tendrá pláticas con expertos sobre la vida del pintor y su obra, así como dos ciclos de cine que se podrán debatir.

“Para la creación de la sala multisensorial fue muy importante a poética, porque la tecnología sólo se convierte en algo importante si la sabes utilizar, por eso buscamos llegar a la parte más emocional del espectador, ya que él tenía una forma muy libre de vivir la pintura”, cuenta Stefan Fake.

La exposición que quedó bajo la curaduría de Abraham Villavicencio y Alivé Piliado, consta de tres ejes temáticos que fueron titulados ‘De Italia a México: El legado de Caravaggio’, ‘Las innovaciones estéticas: naturalismo, tenebrismo, teatralidad’ y ‘La buenaventura’.

En ellos se explica la herencia y la apropiación de su técnica y enseñanza en Europa y México; los recursos del artista adoptado por pintores novohispanos; y su primera obra, una pintura fundamental para comprender su desarrollo inicial.

El pintor del claroscuro

Influyente en la creación y desarrollo del estilo barroco, Michelangelo Merisi da Caravaggio fue considera uno de los artistas más importante de mediados del siglo XVII.

Naturalista y realista, Caravaggio fue duramente criticado por John Ruskin quien llego considerar su obra como vulgar y opaca, por ignorar a la belleza y jugar a favor del horro, la fealdad, la suciedad y el pecado.

Sin embargo, no fue hasta el siglo XX que volvió a simpatizar en el ojo público debido a la exposición monográfica montada por el historiador de arte Roberto Longhi en Milán, en 1951.

Tras su regreso a la mirada del espectador, el artista logró inspirar a un sin fin de personalidades quienes lo creían el primer cinefotógrafo de la historia.

Entre los famosos que en los que su influencia fue notable se encuentra el fotógrafo estadounidense David LaChapelle, quien al darse cuenta que los personajes de la obra de Caravaggio eran cortesanos, gente de la calle, prostitutas y los chulos, (hombres bellos), decidió montar la muestra fotográfica ‘Jesus is My Homeboy’ con personas de la calle.

Otro de sus grandes admiradores fue el director de cine Martin Scorsese quien dice que ‘“fue instantáneamente cautivado por la fuerza de sus cuadros”.

En una secuencia del bar en su película ‘Mean Streets’ (Calles Peligrosas, su título en español) realizó un homenaje directo al pintor.

“Esencialmente se trata de gente sentada en bares, en las mesas, levantándose. ‘La Vocación de San Mateo’, pero en Nueva York. Era realmente hacer películas con personas de la calle, como Caravaggio hizo cuadros con ellas”, contó Scorsese en alguna entrevista.

Los datos del maestro

A pesar de que las obras existentes de Caravaggio son pocas, en 1976 ‘El laudista’, pintura del que data del año 1596, se encontró en la sala del Museo de Arte Moderno como parte de una exposición que reunía piezas del Museo del Ermitage de San Petersburgo.

La polémica por decidir si es la versión de ‘La Buona Ventura’ de los Museos Capitolinos, en Italia o la del Museo de Louvre, en París la auténtica tiene una teoría que indica que los dos cuadros fueron hechos por Caravaggio.

Aunque fue ‘La buenaventura’ de 1594 la despertó considerable el interés entre los artistas jóvenes y los más modernos coleccionistas de arte de Roma, se dice que la pobreza que teñía al pintor lo obligó a venderla.

En 1595, Caravaggio pintó una segunda versión de ‘La buenaventura’ copiada de la de Giustiniani, amigo del cardenal Francesco María Del Monte, persona para quien pintó la segunda, pero ya con algunos cambios.

Ambas, han sido conservadas dentro de ambos museos hasta nuestras fechas.