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Bibliotecas de ropa

Hay ocasiones en las que compramos unos zapatos, una blusa o un pantalón y, por algún motivo, de la noche a la mañana, los dejamos de utilizar.

O bien, los utilizamos con demasiada frecuencia y eso aburre, pero no todos los días se puede ir de compras para estrenar sin cesar.

Quizá todo sería más práctico si pedimos la ropa prestada, a la vez que promovemos el consumo sostenible y responsable, tal como lo propone el concepto de las “bibliotecas de moda” o Ropateca.

Hay ocasiones en las que compramos unos zapatos, una blusa o un pantalón y, por algún motivo, de la noche a la mañana, los dejamos de utilizar.

O bien, los utilizamos con demasiada frecuencia y eso aburre, pero no todos los días se puede ir de compras para estrenar sin cesar.

Quizá todo sería más práctico si pedimos la ropa prestada, a la vez que promovemos el consumo sostenible y responsable, tal como lo propone el concepto de las “bibliotecas de moda” o Ropateca.

Como si se tratara de una biblioteca, en Ropateca las clientas pagan una cuota mensual de alrededor de 15 euros (16 dólares), que les permite llevarse hasta tres prendas a la vez. Y cuentan con un plazo de devolución de un mes. 

“Nuestro objetivo es animar a la experimentación sin consumir de manera irresponsable”, dice a El País la alemana Christine Schorn, quien fundó Ropateca junto con su hermana María, a finales del 2014.

La Ropateca es un modelo de renta de ropa y accesorios de moda pionero en Barcelona, España. 

El concepto forma parte de las llamadas “fashion libraries” (o “bibliotecas de moda”), una tendencia que marcó la pauta en Hamburgo, Alemania, donde en 2012 abrió sus puertas Kleiderei, que ofrece a las clientes la oportunidad de renovar su guardarropa durante todo el año, con prendas de alta calidad a costos razonables. 

Las “bibliotecas de moda” son un concepto del que las finlandesas también ya están muy familiarizadas. 

“Una de las características principales de estos proyectos es no centrarse solo en las ocasiones especiales”, explica Soile-Maria Linnenmäki, dueña de la tienda Vaatepuu. “La idea es disponer de un armario comunitario para renovar el estilo cada semana de forma ética, sostenible y económica”.

En México, este modelo de intercambio de ropa y accesorios, que encaja con el llamado “shared economy” (o “consumo colaborativo”) se observa en Trueque & Maroma, donde “podrás intercambiar toda la ropa y accesorios que ya no utilices, en medio de un ambiente de fiesta, exclusividad, buena música y la propuesta de más de 20 marcas locales con propuestas increíbles en cerámica, gastronomía, joyería, moda, repostería, muebles vintage, revistas de cultura urbana y social, make up atelier, intervenciones artísticas y nuestra gran subasta”, describe su sitio Web oficial. 

El concepto emula las denominadas “swap parties” (o “swishing parties”), reuniones o fiestas de intercambio de ropa y accesorios de moda reciclada entre amigos o desconocidos que hace varios años comenzaron en Reino Unido y hoy se han convertido en un fenómeno global.  

> Ropateca
Conoce la ‘biblioteca de moda’ española

> Trueque Maroma
‘Swishing parties’ en México
 

 

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