Berlín atomizado, una publicación de Scaraboquio para millennials

La editorial independiente Scaraboquio publicó la primera novela de la autora argentina Julia Kornberg que evoca a quienes nacieron alrededor de la década de los noventa
Luz Rangel Luz Rangel Publicado el
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¿Qué recuerdos tienes de 2001? Este año marcó a cualquier persona nacida alrededor de la década de los noventa y, como en 2001, tragedias políticas, eventos deportivos y otras experiencias colectivas dan ritmo a la novela Berlín atomizado.

Quizá por eso el cartel sobre la presentación de este libro de Julia Kornberg promete revivir a los fantasmas de tu generación. Berlín atomizado trata sobre los hermanos Goldstein: Nina, Jeremías y Mateo, millennials de Nordelta durante 2004 y hasta 2034.


La editorial independiente Scaraboquio publicó la primera novela de Julia Kornberg. Para la presentación del libro en el café Piedra Negra, la autora argentina fue entrevistada en una videollamada por Amaranta Martínez, integrante del consejo editorial. Cecilia Castro, de Polilla Librería, también participó.

“Presentamos este libro que publicamos, la primera novela de una autora viva, joven. Le hicimos una pequeña entrevista a Julia para que nos hablara un poco del libro y conociéramos la idea que tiene sobre la literatura, cuáles habían sido sus influencias y la transmitimos”, cuenta Ernesto Medina, miembro de Scaraboquio, en entrevista con Reporte Índigo.


Julia Kornberg reside en Estados Unidos; es estudiante de doctorado en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Princeton. Su novela Atomizado Berlín fue publicada en 2021 en Argentina por Club Hem y en México por Scaraboquio.

“Contactamos a Julia, empezamos a hablar con ella y nos hizo llegar su novela. La leímos, nos gustó mucho y decidimos apostar por esta autora súper joven, que escribe una novela cada verano”, comenta Ernesto Medina.

La publicación en este país se trata de un ejercicio de reescritura. Además es un libro hecho de forma artesanal.

“Con Julia pasó algo muy bello, nos dijo que había cosas que le gustaría cambiar. Ella me manda el libro como a principios de año y a partir de ese momento comenzamos a trabajar. Berlín tuvo como tres nombres antes, estuvimos dándole vueltas al título, lo editamos, pasamos a la impresión, lo llevamos con las personas que nos ayudan a coserlo y armarlo y nos involucramos un montón en la selección de la tapa”, detalla Medina.

Scaraboquio busca publicar literatura hecha por mujeres. La escritura femenina ha despertado especial interés entre el grupo de amistades que se conocieron en Ciudad Universitaria, se acercaron por sus inquietudes sobre libros y formaron una editorial independiente.

“Queremos publicar autoras jóvenes. Esto no fue una decisión, ha sido algo que se fue dando”, señala Ernesto.

Una mujer con tres almas, novela escrita en 1918 por la austriaca Edith von Haynau, fue la primera publicación de Scaraboquio.

“Encontramos una novela de ciencia ficción feminista que nos gustó mucho de una autora italiana, la leímos, estuvimos investigando sobre ella y nos dimos cuenta que no se había impreso y trabajamos en ello”, recuerda Medina.


La próxima publicación es Mapas terminales, novela de la autora argentina Lucila Grossman.

“El siguiente libro que vamos a publicar, que sale, esperemos, a principios del siguiente año, es de otra argentina, que se llama Lucila Grossman, la novela se llama Mapas terminales. Entonces probablemente la dinámica sea muy parecida: trabajar el libro a distancia, hacer cosas más dinámicas como entrevistas breves, preguntas que no traten tanto sobre la obra, sino de conocer a la autora”, adelanta Ernesto.

Leizi, un proyecto paralelo

Scaraboquio ofrece servicios de impresión y diseño. El taller está al sur de la Ciudad de México.

“Scaraboquio es un proyecto que nace con la intención de ser una editorial independiente. En un inicio lo que queríamos hacer era una revista pero después mutó. Nació como generalmente nacen todo este tipo de proyectos: criticando el sistema de publicaciones de la ciudad, que siempre cae en cosas medio canónicas o en un amiguismo raro”, explica Ernesto Medina.

Scaraboquio cuenta con una vieja impresora japonesa que combina los acabados rústicos del mimeógrafo con la eficiencia de una impresora digital. Opta por métodos de producción alternativos, como la risografía, para explorar los límites actuales del diseño, armado y distribución de libros, fanzines, revistas, cómics.

“Paralelo a la editorial tenemos otro proyecto que es una revista, se llama Leizi y publicamos un montón de autores y autoras jóvenes que nos gustan mucho y nos gustaría en algún momento formalizar trabajos con ellos. En el primer número salen unos textos de Julia, de Lucila como adelanto”, dice Medina sobre Kornberg y Grossman.

Tanto Scaraboquio como Leizi apuestan por las voces jóvenes.

“Está bien ir por los clásicos, tenerlos en el librero, pero me parece súper importante estar al tanto de lo que están haciendo las personas que tienen entre 20 y 35 años en este momento. Estamos generacionalmente teniendo un cambio en la forma en la que nos relacionamos con el mundo y creo es interesante conocer sus puntos de vista”, argumenta.

Para 2022, continuará la publicación trimestral de Leizi, a manera de guiño al catálogo editorial.

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