Basque burnt cheesecake, prepara el postre ideal

A diferencia del pastel convencional estilo Nueva York, esta receta no incluye una base de galleta molida, tiene una textura más suave y puede acompañarse con mermeladas de diferentes frutos

El cheesecake o pastel de queso es, sin duda, uno de los postres que jamás van a faltar en cualquier pastelería; sin embargo, este plato cuenta con más de una receta o versión.

El pastel de queso más reconocido es el de estilo Nueva York, el cual tiene textura sólida y se prepara con una base de galleta molida. Además, generalmente va acompañado de frutos rojos por encima.

Pero existe otra versión de este clásico, el basque burnt cheesecake, un pastel con textura suave, sin base de galleta y con una capa levemente dorada por arriba, similar a la que se forma en las jericallas.

Basque burnt cheesecake

800 g de queso crema a temperatura ambiente
5 huevos
300 g de azúcar morena
20 g de maicena
400 g de crema para batir
Papel para hornear

Preparación:

1. Humedecer el papel para hornear y colocarlo en un molde desmontable (de preferencia).

2. En un batidor, agregar la maicena, el azúcar y el queso crema. Después de incorporar estos ingredientes, y sin detener el movimiento, agregar los huevos uno por uno, para que al final se pueda verter la crema para batir.

3. Agregar la mezcla levemente espesa al molde con el papel húmedo.

4. Meter a horno previamente calentado a 220 grados por 45 o 50 minutos.

5. Al sacar del horno, el cheesecake tendrá textura de gelatina. Se debe dejar reposar a temperatura ambiente mínimo por dos horas antes de cortar.

6. Para servir, se recomienda poner encima mermelada de durazno, la cual puede prepararse calentando pequeños trozos de la fruta en una olla junto al azúcar, esperando un aproximado de 30 minutos a que se suavice e incorpore.

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