Así es en el espacio físico “la nube”, donde subes tus recuerdos y documentos importantes

De esta manera lucen los pasillos de "la nube", ese monstruo informático que contiene desde bases corporativas de millones de empresas, hasta tus recuerdos fotográficos

Desde que el internet fue una plataforma de uso y dominio público, el término de “la nube” ha sido más común en el léxico tecnológico y común.

Los servicios de cloud computing (computación en la nube) como Google Drive, Dropbox o iCloud, hoy son parte de nuestra vida diaria. Estas plataformas nos permiten almacenar varios cientos de archivos que van desde recuerdos, como las fotografías de las últimas vacaciones, hasta documentos tan importantes como nuestro pasaporte, el título universitario; o cosas más sencillas como una compra o un pedido de comida de la semana pasada.

De manera analógica, entendemos la nube como algo que se encuentra arriba, en el cielo; y lo reflexionamos como un espacio en el que nosotros podemos guardar nuestros archivos informáticos a través de subir desde una computadora o de manera automática con alguna aplicación en el teléfono celular. Pero, ¿realmente nos imaginamos el espacio físico que ocupa la nube?

El diario El País realizó un recorrido por la sede de Global Switch en España, ubicado en un edificio de Sillicon Alley, una zona de Canillejas, en Madrid, denominada así por su concentración de empresas tecnológicas.

El edificio, asegura la publicación, está organizado con una sola finalidad y es que la información no deje de fluir en todo momento, mediante sus entrañas trazadas con cable o fibra óptica; es por ello, que los 20 mil metros cuadrados del complejo contemplan la más alta tecnología empleada a proteger los datos de millones de usuarios.

Entre largos pasillos, se encuentran gabinetes llenos de servidores que resguardan la información de despachos de abogados, compañías de servicios de hotelería, consultoras e instituciones públicas de salud; también tienen servidores que se encargan del tránsito de datos de empresas que venden pizzas y portales de apuestas por internet.

Una de las salas de servidores de Global Switch. Foto: El País / Lino Escuris

Una de las salas del complejo informático está custodiada por rejas, las cuales diferencian esas máquinas de las demás, por pertenecer a bancos. El encargado de realizar el recorrido, Sergio Rivero, explica “esos son de banca. Sus auditorías exigen que sus equipos estén en jaulas”, señala el texto firmado por Guillermo Arenas.

Adentrado en este ambiente, descrito con un zumbido constante, es lo que se conoce como la nube, lugar donde la temperatura debe mantenerse a 21 grados centígrados para que no exista una falla en su funcionamiento. De dispararse hasta los 50 grados, los fusibles térmicos que sujetan unas palancas colocadas en el techo, se desprenderían para liberar el sistema antiincendios, que no es más que agua nebulizada -una especie de agua en polvo que se adapta para no dañar los equipos.

En caso de colapso, esta nube podría dejar sin servicio a millones de usuarios o plataformas de internet; tanto que el costo sería incalculable por las pérdidas económicas que eso representaría. Es por ello que existe un respaldo eléctrico, hecho con baterías que soportarían los servidores por algunas horas.

De no funcionar el banco de baterías, dos tanques que en conjunto contienen 100 mil litros de diésel podrían soportar la energía necesaria en el edificio hasta por 60 horas.

Tanques de diésel de 50 mil litros, utilizados como combustible de respaldo para dar energía a los servidores en caso de que no haya energía. Foto: El País / Lino Curis

El diario afirma que el cloud computing mantiene una tendencia a la alza en los últimos años, derivado de la comodidad que representa para clientes y empresas contar con un pedazo en la nube que les permita almacenar tanto servicios como bases corporativas; mientras que para los usuarios, también permite tener sesiones en portales o beneficiarse de diversos servicios con la facilidad que representa el acceso a internet.

El caso de Global Switch es una muestra de ese aumento de la venta de estos servidores que almacenan, pues de tener 400 hace cinco años, han pasado a tener 6 mil.

El guía en la nube menciona que hay desafíos que se deben enfrentar, uno de ellos es la disminución de energía que se utiliza para que estas máquinas funcionen, pues el carbono emitido a la atmósfera para su óptimo funcionamiento, se estima que es equiparable al de la industria de la aviación.

Otro punto que se busca eficientar es que se haga más eficiente el almacenamiento. Pensemos en un meme que recibimos vía WhatsApp y compartimos, seguramente se multiplicará en cientos de miles de terminales que lo archivarán en la nube.

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