Fototeca Tuzik', el proyecto con el que jóvenes mayas buscan resguardar su memoria histórica

Fototeca Tuzik’, el proyecto con el que jóvenes mayas buscan resguardar su memoria histórica

Jóvenes profesionistas de la comunidad maya Tuzik’, en Quintana Roo, buscan construir una fototeca para preservar su historia a través de fotografías, infografías y videos; uno de sus objetivos es que la niñez de su pueblo conozca sus orígenes y mantenga viva la lengua de sus ancestros, la cual poco a poco se ha ido perdiendo

La historia de la comunidad maya Tuzik’, en Quintana Roo, se resiste a morir. Está en la memoria y en la oralidad de las personas más longevas que, en su gran mayoría, no hablan español, y cada que una de ellas pierde la vida se lleva un fragmento.

Tuzik´ es un pueblo de resistencia cuya fundación es incierta. Se sabe a través de la investigación bibliográfica y de pláticas con los abuelos que surgió después de 1901, cuando el ejército al mando del general Ignacio A. Bravo, enviado por el dictador Porfirio Díaz, logró entrar a Noj Kaaj Santa Cruz Xbalam Naj, actualmente conocido como el municipio de Felipe Carrillo Puerto.

Su objetivo era buscar y exterminar las pequeñas rancherías y los asentamientos que fueron parte de la Guerra Social Maya (1847- 1901), pero un reducido grupo se refugió en los montes despoblados aledaños, en un sitio donde halló una caverna a la que llamarían Tuzik´, que traducido literalmente significa “te miente el aire”, y se asentó ahí.

Casi 120 años después, una nueva resistencia ha surgido en forma de un grupo de jóvenes profesionistas de la comunidad que luchan por evitar que su lengua se pierda y con ella su historia oral. Para ello, se ha dedicado a documentar y recopilar los testimonios de los habitantes más ancianos, quienes son hablantes nativos de maya.

Ellas y ellos son los creadores del proyecto Fototeca Tuzik´, que busca preservar su historia a través de fotografías, infografías y videos; uno de sus objetivos principales es que la niñez de su pueblo conozca sobre sus ancestros y sobre una lengua que ya no les enseñan sus padres debido a la discriminación que existe hacia los hablantes indígenas.

La fototeca

El proyecto fue seleccionado para recibir un apoyo económico del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), pero este sólo cubre la construcción, por lo que lanzaron una campaña de fondeo en HipGive para comprar el equipo electrónico y mobiliario que usarán.

Pedro Alonso Dzidz Tuz, antropólogo visual, coordinador y vocero de Fototeca Tuzik´, explica que la campaña de HipGive termina el 30 de noviembre y ese día todas las donaciones se duplicarán.

“Es la primera fototeca de este tipo en la región, al menos en Quintana Roo yo no conozco ninguna fototeca, existen los archivos generales del Estado, pero están resguardados y no hay acceso al público; y sí hay un museo, pero no hay un lugar que específicamente cuente la historia por medio de fotos”, dice.

La Fototeca será inaugurada en 2022 y podrá recibir voluntariados. “Nos han contactado varias personas que les interesaría venir al pueblo y compartir sus conocimientos; sin embargo, ahorita no contamos con el espacio, se está construyendo para ya posteriormente sí poderles recibir con mucho gusto acá, en nuestro pueblo, y compartirles parte de nuestra historia”, agrega.

El proyecto fue seleccionado para recibir un apoyo económico del INPI, pero solo cubre la construcción, por lo que sus creadores lanzaron una campaña de fondeo para comprar el equipo electrónico y mobiliario

La nueva resistencia maya

Los orígenes de la Fototeca Tuzik´ se remontan a 2017 debido a que Dzidz Tuz estudió Antropología Social y parte de su tesis de titulación la hizo en su pueblo. “En ese año estuve entrevistando a algunos abuelitos, a algunas abuelitas, y el problema con el que yo me encontré es que no había ninguna bibliografía escrita y mucho menos audiovisual y menos fotografías que cuenten la historia del pueblo”, relata.

Entonces comenzó a reflexionar sobre que la historia de su pueblo sí existía, pero en la memoria y en la oralidad de las personas longevas, quienes en su gran mayoría no hablan español, sino se comunican por medio de la lengua maya, y como él también es hablante nativo maya, fue fácil investigar con ellos.

“Me fui a estudiar a Santiago de Chile, me gané una beca para estudiar Gestión de Proyectos Sociales y es ahí donde yo empiezo a planear e imaginar una fototeca, ya después en 2020, me contacta una amiga que trabaja en el INPI y me pasó una convocatoria que se llama Fomento a las Expresiones del Patrimonio Cultural Indígena y Afromexicano, como yo ya había estudiado un diplomado, empiezo a redactar el proyecto junto con Diana Jiménez, ella estudió Gestión y Desarrollo de las Artes y fue con ella que logramos redactar el proyecto y lo metimos a concursar”, cuenta.

Sin embargo, debido a la pandemia de COVID-19 no hubo respuesta. En marzo de este año volvieron a inscribir su proyecto y obtuvieron el recurso. Así empezó a contactarse con otros jóvenes originarios y profesionistas del pueblo para invitarlos a participar y surgió el equipo de Fototeca Tuzik´.

Entre las historias que buscan dar a conocer está la de la fundación de Tuzik´, relatada de manera muy breve al inicio de este texto.

“En ese año el estado de Quintana Roo no existía, solo existía Yucatán, entonces nuestra historia es de la Guerra Social Maya, pero a veces en la escuela nos enseñan esta historia nacionalista hegemónica y hacen a un lado nuestra historia verdadera y de ahí se derivan un buen de historias mayas, algunas muy tristes, algunas sorprendentes, pero Tuzik´ se funda en un contexto bélico”, dice.

También han recopilado historias de vida, como la de Santiago Chab, un personaje no reconocido por la historia oficial que fue un maestro violinista de la Maya Paax, la música más longeva del Estado de Quintana Roo, considerada como patrimonio cultural inmaterial, explica.

Otro de los puntos más importantes tiene que ver con la infancia de su pueblo, ya que ésta desconoce mucho la historia de su pueblo porque los maestros de las escuelas son personas externas que solo hablan español, desconocen la historia local y solo enseñan la nacional.

“No está mal que lo aprendamos, pero creo que primero debemos aprender la historia local que es Tuzik’, por eso surge este proyecto, por eso estábamos haciendo la campaña de incidir para poder habilitar un espacio y nosotros con todas estas herramientas y este conocimiento que ya tenemos de la historia de nuestro pueblo podérselo transmitir a las infancias de una manera más entretenida y menos hegemónica como nos enseña la historia”, platica.

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