Adiós al verde

Cuando escuchamos "medio ambiente" y "sustentabilidad", automáticamente pensamos en el color verde. Es obvio, este color está asociado a plantas, oxígeno y desarrollo.

Basta con recordar a Greenpeace y sus causas a favor de los seres vivos y el planeta.

Pero, ¿qué pasaría si te dijera que ese color ha demostrado ser el enemigo del desarrollo económico y la vida sustentable?

Así es, debido a la situación actual, el verde ya no es el color que representa al medio ambiente. 

100
millones de empleos creados para el año 2020 es parte de la visión de la Economía Azul
"La naturaleza nos ofrece espacio para compañías y emprendedores que crean más con menos. La economía azul apoya estas innovaciones y les ofrece una plataforma.” 
The Blue Economy

Cuando escuchamos “medio ambiente” y “sustentabilidad”, automáticamente pensamos en el color verde. Es obvio, este color está asociado a plantas, oxígeno y desarrollo.

Basta con recordar a Greenpeace y sus causas a favor de los seres vivos y el planeta.

Pero, ¿qué pasaría si te dijera que ese color ha demostrado ser el enemigo del desarrollo económico y la vida sustentable?

Así es, debido a la situación actual, el verde ya no es el color que representa al medio ambiente. 

O por lo menos esa es la visión de Gunter Pauli, activista, emprendedor, fundador y director de Zero Emissions Research and Initiatives y autor de “The Blue Economy”.

Pauli propone “derrotar” al verde con el azul, con un nuevo modelo cuyo objetivo es cambiar la manera de trabajar de las empresas actualmente, por una que funcione igual que como lo hacen los ecosistemas naturales.

No es una idea disparatada, la iniciativa del activista originario de Bélgica plantea la generación de empleos y de proyectos de origen sustentable que podrían ponerse en práctica. Y para ello se necesitan emprendedores, muchos emprendedores.

Si bien la economía verde se basa en el desarrollo sustentable y en detener el impacto negativo en el medio ambiente, ¿qué tiene de malo eso? La respuesta es que, a la fecha, no ha funcionado como debería y sus resultados son a cuentagotas, al igual que los beneficios.

Un nuevo paradigma azul

La economía azul de Gunter Pauli busca crear riqueza, respetando al medio ambiente. La naturaleza y sus ecosistemas nos han enseñado durante millones de años que se pueden llevar a cabo modelos de desarrollo que perduren. Traducir esto al mundo empresarial no será fácil, pero sí posible.

Lo que nos hace daño es barato, lo que nos hace bien es caro. Con la economía azul, podríamos tener una vida con recursos que nos hagan bien y que cuiden la naturaleza.

La propuesta es mejorar la economía mundial, imitando a la naturaleza desde un nivel empresarial, tomando en cuenta la supervivencia del planeta.

En uno de sus videos explicativos se muestra que los elementos que existen para una vida sustentable (es decir, una vida verde) son caros e, irónicamente, dañinos para el medio ambiente. No es una contradicción, es una realidad.

Esto quiere decir que la verdadera alternativa que entendemos por verde, realmente es azul. El modelo que Pauli ha desarrollado podría ser lo que por años hemos estado anhelando para el planeta. 

Además de las revolucionarias ideas sustentables y productivas para la economía, el modelo azul le apuesta al avance tecnológico, un ejemplo son celulares que se puedan cargar sin batería. ¿Cómo?, con la diferencia entre la temperatura del cuerpo y la del teléfono móvil.

El número favorito de este proyecto azul es el 100. La economía azul propone generar 100 millones de empleos para el año 2020, con el apoyo de 100 iniciativas empresariales nuevas.

¿Sorprendido? Te sorprenderá más saber que las iniciativas de esta especie de “izquierda rompe-esquemas” económica son científicamente viables para un mundo mejor.

Gunter Pauli confía ciegamente en la idea de cambiar el modelo de producción actual, el cual solamente ha logrado atacar a la naturaleza con desechos y saquear las riquezas.

Esta es una alternativa esperanzadora que podría tener un impacto positivo en el largo plazo. La teoría de Pauli representa un buen comienzo. 

Desde que plantea fomentar el desarrollo de la mano de la tecnología e innovación, el cuidado del medio ambiente, de imitar a la naturaleza y repartir la riqueza aprovechando las cualidades positivas de los recursos, ya es una alternativa atractiva.

El verde separó, el azul unirá

La economía verde nos ha separado, cada vez más, de la naturaleza. La azul propone unirnos a ella, imitarla y adoptar su funcionamiento para estar en equilibrio.

No importa si eres liberal o conservador, para el desarrollo de nuestra calidad de vida te propongo unirte a este proyecto que, de lograrse, podría ser la solución a la mayoría de los problemas que han estancado a la economía y atacado, de manera devastadora, al medio ambiente.

Entra a su página, un paraíso azul que te cambiará hasta la manera en que te quejas de la falta de empleo, contaminación y un sin fin de “achaques” de la actualidad.

‘Más allá del pantone’

El verde transmite tranquilidad, pero en una causa como la ambiental lo que se necesita es acción, no calma.

La psicología del color es el campo que estudia la percepción y reacción humana al efecto de los colores. Se utiliza en publicidad, arquitectura, arte, etcétera. 

Sabemos que el rojo es cálido y agresivo, que da hambre y acelera. Me duele pensar que el verde y lo que nos transmite no ha sido suficiente, a pesar de ser casi el símbolo de la sustentabilidad y el medio ambiente. Y lo siento porque es de mis colores favoritos.

Se dice que conecta a las personas con la naturaleza, que lo buscamos cuando no sentimos “grises” o deprimidos.

La clave en su deficiencia en la economía –a pesar de ser el “color del dinero”– es que el verde transmite una sensación de confort y relajación, de logro de equilibrio, pero también disminuimos el esfuerzo por ser proactivos y productivos al entrar en esa zona que nos conforma.

Este color es el “calmante” o antidepresivo por naturaleza, pero el mundo actual necesita acción, no calma.

No es el único

El verde no funcionó, el azul propone cambiar… no se trata de partidos políticos, es realmente la aplicación de la psicología del color.

El café es un color que sí ha funcionado como transmisor de mensajes. La mercadotecnia se ha encargado de sembrar intrínsecamente que este color está asociado al reciclaje, a residuos que se reutilizan.

Simplemente cierra los ojos y si te dicen “reciclaje”, imaginas servilletas café, cajas de cartón del mismo color. Grandes empresas le apuestan a este color para enviar el mensaje de amistad con el medio ambiente.

El blanco era muy puro para colocarlo al frente del reciclaje, el negro muy opaco y el café está ligado al “desecho”.

En enero de este año, The Wall Street Journal publicó que empresas como Target y Dunkin’ Brands Inc, están cambiando sus servilletas blancas por café.

Incluso, se puso sobre la mesa que Cascades Tissue Group lanzará papel de baño de este color, una apuesta a contracorriente de lo convencional.

Los productos hechos con papel color café ya están posicionados en la mente como a favor del cuidado del medio ambiente y que, al ser reciclados, no tienen químicos como los que “blanquean” productos. 

No será llamativo como el amarillo, dominante como el rojo, tranquilo como el verde, o intelectual como el azul, pero el café ha sido un canal de mensajes efectivo y sin ruido. Que se cuide el resto del Pantone.

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