Acusan a alumna del TEC de plagiar diseño otomí para concurso de museo holandés

Acusan a alumna del TEC de plagiar diseño otomí para concurso de museo holandés

Tras las críticas, el TEC aseguró que el proyecto no representa un plagio, pues la joven había realizado los bordados y reconoció la fuente de inspiración

El Centraal Museum en Utrecht, Holanda, lanzó una convocatoria con motivo de los 65 años del personaje infantil Miffy; una alumna de la preparatoria del TEC de Monterrey presentó un diseño que fue reconocido a nivel internacional, pero en México fue señalado de plagio y apropiación cultural.

Y es que el diseño presentado por la alumna María Alejandra Gutiérrez fue elaborada con la técnica de Tenango de Doria del estado de Hidalgo, originaria de la cultura Otomí. El museo le daría un premio monetario a la estudiante porque el conejo Miffy Otomí se comercializaría.

El TEC de Monterrey celebró que el proyecto de la joven entrara entre los 10 mejores diseños, sin embargo, personas en redes sociales acusaron a la institución de promover la apropiación cultural y la explotación de los pueblos originarios.

Tras la polémica, el TEC incluyó una nota aclaratoria en su página web en la que aseguró no existe plagio porque la alumna había diseñado, bordado y reconocido la “inspiración” de Tenango de Doria.

El diseño y bordado realizado por la estudiante de preparatoria María Alejandra Gutiérrez formó parte del proyecto final de una materia, que posteriormente se envió al concurso académico internacional mencionado, con el objetivo de que a través del diseño se representara su cultura de origen y se resaltara orgullosamente la cultura mexicana.
TEC de MonterreyComunicado

Los inconformes señalaron que el problema era que aunque había dado crédito a los artesanos otomíes; el diseño se exhibiría y comercializaría con el nombre de alguien que no pertenece a la región, ni a la etnia.

En entrevista para La Silla Rota Hidalgo, Diana Tolentino, artesana bordadora originaria de Tenango, consideró que sí es plagio, pues es una reproducción sin consentimiento del arte de la región. Agregó que este tipo de reproducciones hacen famosos a personajes que poco o nada saben de la zona otomí-tepehua y el alto grado de marginación de las comunidades.

Especialista señalan que este es el verdadero problema, pues aunque el mundo reconoce las artesanías originarias, la realidad es que ese reconocimiento va dirigido a otros actores. Es decir, se idealiza a los artesanos, pero jamás hay un acercamiento a las comunidades y la marginación en la que viven.

Aunque el Centraal Museum reconoció la polémica y decidió suspender la exhibición del diseño respaldado por el TEC de Monterrey, la realidad es que como este caso hay una lista muy larga.

En los últimos años se han registrado y denunciado a distintas compañías que se han apropiado o plagiado diseños de comunidades indígenas mexicanas, tal es el caso de las marcas Dior, Carolina Herrera, Nestlé, Mango, Zara, entre otras.

De estos casos, seguramente el más sonado y polémico fue el de Carolina Herrera, acusada por la Secretaría de Cultura federal de usar elementos culturales en una de sus colecciones del 2019 sin dar crédito ni compensación monetaria.

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