Abrigados, pero sin cuidados

México suele ser retratado como un país de clima cálido y paradisiaco... y con buena razón. En casi todo el país el clima se mantiene entre temperaturas razonables casi todo el año, y el problema no surge hasta que se rompen récords y salimos de los rangos a los que estamos acostumbrados.

Este invierno, con sus bajísimas temperaturas, tomó por sorpresa a varios estados de la República. Puebla, Nuevo León, Veracruz y muchos otros se llevaron una gran sorpresa cuando frentes fríos los ocuparon y cambiaron el invierno moderadamente cálido que había dominado hasta el momento.  

30%
Aumento de las enfermedades respiratorias en invierno
Como las bajas temperaturas son poco frecuentes, no se sabe cómo prevenir enfermedades y estas proliferan
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México suele ser retratado como un país de clima cálido y paradisiaco… y con buena razón. En casi todo el país el clima se mantiene entre temperaturas razonables casi todo el año, y el problema no surge hasta que se rompen récords y salimos de los rangos a los que estamos acostumbrados.

Este invierno, con sus bajísimas temperaturas, tomó por sorpresa a varios estados de la República. Puebla, Nuevo León, Veracruz y muchos otros se llevaron una gran sorpresa cuando frentes fríos los ocuparon y cambiaron el invierno moderadamente cálido que había dominado hasta el momento.  

Y, al parecer, México no está preparado para afrontar uno de este tipo.

A diferencia de lugares en los que estas situaciones son más frecuentes, no tenemos campañas preventivas dando instrucciones sobre cómo protegernos de las enfermedades, así que nos limitamos a usar todas las capas de ropa que podamos encontrar y salimos a la calle armados de valor.

Recurrimos a todas las prendas necesarias para sentir un poco de calor, pero esto no es suficiente.

Varias enfermedades de las que solemos escuchar solo ocasionalmente han aprovechado el clima para entrar en un indiscutible apogeo. 

Bronquitis, influenza, gripas y  neumonía han tomado víctimas en cantidades considerables y las historias de muertes por la evolución rápida y descontrolada de estas han recorrido las redes sociales desde las vacaciones navideñas.

Los rumores no son infundados. Según Jesús Zacarías Villarreal, Secretario de Salud del Gobierno de Nuevo León, los casos de influenza se han incrementado en un 30 por ciento en este estado. 

Se calcula que este porcentaje es el mismo en el que aumentaron los casos de otras enfermedades respiratorias en la temporada invernal. Peor aún si las temperaturas rodean los cero grados centígrados.

Por ello, es importante saber diferenciar los tipos de afecciones que se suelen contraer en estas épocas, e implementar medidas preventivas a nuestra vida diaria. 

Acudir al médico para descartar enfermedades graves es un paso esencial que podría, incluso, salvarnos la vida.

No solo es el frío

Aunque el frío por sí solo es desagradable, existen otros elementos que complican aún el poder mantener la salud y protegernos durante esta época. 

Las bajas temperaturas hacen que pasemos más tiempo a puertas y ventanas cerradas (incluso en las escuelas y oficinas, donde la cantidad de gente es ideal para la proliferación de gérmenes) y que evitemos el contacto con el agua (necesaria para lavarse las manos correctamente, no solo con gel antibacterial).

Además, por ser el fin de las fiestas decembrinas, muchas personas se encuentran a pocos días de haber regresado de sus vacaciones.

Estos viajes facilitan la proliferación de distintos tipos de virus y su transmisión de un lugar a otro.

Otro factor que mantiene nuestras defensas bajas y nos hace vulnerable a todo tipo de enfermedades respiratorias, es la calidad de la alimentación mantenida en los últimos meses.

Los dulces, panes y el chocolate caliente son deliciosos, pero no cumplen con la labor de las frutas y verduras de proporcionarnos las vitaminas que necesitamos para luchar contra las infecciones.

Cómo pasar un invierno sano

Prevenir enfermedades durante estos días de frío extremo está a solo unos pasos de distancia. 

El primero de ellos, por supuesto, es utilizar ropa apropiada para el clima. Evita subestimar las bajas temperaturas y opta por numerosas capas de ropa holgada; así, si sale el sol puedes quitarte algunas. 

Los guantes y los gorros son especialmente importantes para conservar la temperatura corporal.

Cuando estés afuera, cubre tu boca, nariz y orejas con una bufanda o prendas especiales. Y lleva un paraguas si hay pronósticos de posibilidad de lluvia. 

Pero intenta pasar el menor tiempo posible en el exterior, pues la exposición prolongada al frío aumenta las posibilidades de contraer un mal de la temporada.

Lavarse las manos con frecuencia y de manera concienzuda es de vital importancia para evitar la propagación de gérmenes, así como tener una alimentación balanceada y tomar vitaminas para fortalecer el sistema inmunológico.

No sometas a tu cuerpo a cambios bruscos y frecuentes de temperatura y si por alguna razón llegas a mojarte, cambia tu ropa por un juego seco y toma un baño para regular la temperatura de tu cuerpo. Por eso mismo debes evitar salir con el cabello mojado.

De ser posible, vacúnate en contra la influenza, lo que te protegerá contra algunos tipos de esta (pero no contra todas, por lo que debes permanecer alerta).

Si notas síntomas como estornudos, escurrimiento nasal, tos, temblores u ojos llorosos acude a tu médico inmediatamente. El aumento de la temperatura corporal es un signo que no debe ser ignorado.

Es importante no asumir que se sabe qué está pasando y no consumir medicamentos que no hayan sido recetados por un experto. Como hemos mencionado, existen varios tipos de enfermedades respiratorias con síntomas similares, pero estas pueden tener consecuencias muy distintas (y trágicas) si no se les toma en serio porque se pensó que era alguna de las otras.

Una vez diagnosticado debes seguir las instrucciones del doctor: descanso, consumo de fluidos y las medicinas que recete. Si lo haces al pie de la letra, seguramente estarás sano en poco tiempo.

En caso de que tu médico determine que se trata de un mal contagioso, toma precauciones y evita ir al trabajo, la escuela o lugares donde pongas en peligro a otras personas. 

Evita automedicarte

Comprar medicamentos que no requieren receta para tratar enfermedades que “diagnosticamos” sin haber visitado a un médico, es uno de los hábitos más peligrosos (y frecuentes) de los consumidores.

¿Gripa, alergia o influenza?

Los síntomas de los males más frecuentes de la temporada son muy parecidos, por lo que reconocerlos puede ser la diferencia entre unos días enfermos o una enfermedad que se agrava cada vez más.

Problema: la contaminación

Las partículas que flotan en el aire se concentran y disminuyen su altura con las bajas temperaturas, haciendo que las respiremos en mayor cantidad. Esto agrava los síntomas y dificulta la recuperación.

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