2020 el año al qué tuvimos qué renunciar

Más allá de las consecuencias macroeconómicas y políticas de la pandemia de Covid-19, la cuarentena extendida rompió los planes de miles de personas este 2020
Elizabeth González-Manrique Elizabeth González-Manrique Publicado el
Comparte esta nota

Las consecuencias de la pandemia de coronavirus Covid-19 irán más allá de lo económico y político pues 2020 es el año que no fue para muchos pues planes se quedaron suspendidos de manera indefinida.

La tragedia tiene rostro humano, pues miles, sino es que millones, renunciaron a proyectos que no saben en qué momento podrán volver a retomar.

Emprendimientos, bodas, vacaciones, visitas a la familia, tratamientos médicos entre otros planes tienen puntos suspensivos para muchos.

Aunque es uno de los aspectos menos comentados el impacto a la vida y al ánimo que genera la cancelación de planes causan incertidumbre por el futuro que vendrá.

2020 el año que no fue

Para Irais, madre de un niño de cuatro años de edad que hasta antes de la pandemia se encontraba en diagnóstico médico, las cosas no han sido fáciles.

La joven madre, quien es licenciada en Turismo, se desempeña como vendedora de artículos por catálogo para solventar sus gastos y los de su pequeño.

Las consecuencias más inmediatas del confinamiento obligado por la pandemia fueron a sus ventas.

“Vendo por catálogo y por su puesto que ahorita ¡no hay nada de venta, pero nada! Ahorita tengo que pasar un pedido a fuerzas para no perder mis puntos pero pues son productos que no tengo comprador, tengo que pagar yo y pues a ver hasta cuando logro colocarlos”, cuenta Irais. 

Esto dificulta su vida pues aunque las visitas al doctor de su hijo se suspendieron de este ingreso depende para poder continuar con el ir y venir constante.

El hijo de Irais mantenía un ritmo diferente de crecimiento al de otros niños, que si bien todos son diferentes hay hitos de desarrollo que deben cumplirse según la edad.

Tras una serie de visitas al doctor se descubrió que el pequeño tenía problemas del habla debido a la falta de un conducto en uno de los oídos.

Sin embargo este no era su único problema y poco antes de que la pandemia estallara se encontraba en diagnóstico de TEA.

Este caso no es único pues los problemas derivados del confinamiento obligado son variados y cada uno tiene su grado de dificultad.

Tal es la situación de la esteticista Margarita Zaldívar quien vio su esfuerzo de todo un año tambalear tras la crisis causada por el coronavirus.

“Hace un año exactamente realizamos el traspaso de una estética, y todo estaba marchando bien tenemos a una estilista y ahorita en verdad estamos super preocupados, por que las rentas y servicios no paran. Estamos negociando que el dueño nos pueda apoyar sin cobrarnos 2 meses y los difiera en los demás, pero mientras más tiempo pase más es la incertidumbre”, menciona.

Tras hacer una inversión de 200 mil pesos por el traspaso, y mantener una ganancia estable por mes, Margarita ahora ve su sueño truncado este 2020 tras la crisis suscitada por el coronavirus.

“Cuando inició esto los ingresos empezaron a bajar en el mes de marzo apenas y pudimos cubrir la renta y servicios y el sueldo de la estilista, pero ya para abril con el anuncio que se cerraban los negocios no necesarios ya no habría ningún ingreso”

TE SUGERIMOS: MUJERES ATIENDEN HASTA ‘TRIPLE JORNADA’ DURANTE ESTA CUARENTENA

El caso de Margarita no es único pues cuando no son tratamientos médicos o negocios fallidos personas como el chef Adrián Alcalá pierden la oportunidad de conocer el mundo y viajar.

Él y su esposa planeaban desde hace tiempo un viaje a Europa para celebrar el 50 aniversario de ella, sin embargo, este festejo se quedó en planes y no sabe cuándo podrán volver a retomarlo.

“Mi esposa cumpliría 50 años este 2020 y lo veníamos planeando. Su cumpleaños es el día 12, cuando nos casamos en una boda maya, y cada año festejamos el aniversario junto al cumpleaños, por lo que este año viajábamos a Europa”, menciona Adrián.

Adrián y su esposa tuvieron que cancelar el viaje ante la incertidumbre y parar pagar gastos básicos debido a que él se quedó sin trabajo.

“Aunque nos gusta viajar siempre lo hemos visto como una inversión esta vez no lo vemos factible, aparte nos da miedo que pase algo y quedarnos varados”, relata.

Los planes cancelados suelen representar un problema mayor al momento de hacer una planeación de tantos meses como en el caso de Adrián o en el de Dany, una joven que estaba próxima a casarse.

TE PUEDE INTERESAR: MUJERES DESPROTEGIDAS POR EL PODER JUDICIAL ANTE CORONAVIRUS

Daniela contraería matrimonio co su novio el próximo 2 de mayo de este 2020, sin embargo, ante la emergencia nada puso hacer sino posponer sus planes.

Fue a finales de marzo cuando la joven y su pareja comenzaron a sopesar la situación y consideraron cambiar la fecha pese a tener ya todo a punto.

“Lógicamente ya teníamos recuerdos con la fecha ya habíamos entregado invitaciones, ya estaba todo pues”, explica.

Según Dany ellos pensaban que la situación pasaría más rápidamente de lo que ha sucedido,  especialmente cuando dijeron que la contingencia duraría hasta el 30 de abril.

“Hicimos la degustación el 30 de marzo y nos dijeron que todo seguía normal, lo mismo en la iglesia, yo me caso en Zitácuaro y en apariencia allá todo seguía normal”, menciona.

Al platicar de nuevo con el personal del salón, y notar que seguían haciendo eventos a pesar de que se había decretado la emergencia nacional, Dany se calló y siguió adelante con sus planes.

Sin embargo esto no duraría pues desde el municipio de Zitácuaro llegó una ordenanza que impedía la realización de eventos masivos, hasta finales de abril.

LEER: ESTOS SON LOS EFECTOS POR EL ENCIERRO OBLIGADO DE LA CUARENTENA Y ASÍ PUEDES MITIGARLOS

“Esa fue la semana más difícil de las que he tenido hace años porque estaba con la ansiedad, digo no para todas, pero para muchas la boda es como la ilusión ¿sabes?”, platica.

Dany comenta que para ella representó un momento difícil pues invirtió tiempo y mucho dinero en el evento, para el que hizo un gran esfuerzo para ahorrar, como abstenerse de cosas, pues ella y su pareja prácticamente pagaron los gastos generados al 100 por ciento.

Tras platicarlo con su pareja y hablar con sus proveedores; música, fotógrafo, flores, entre otros servicios, y conseguir diversas prórrogas Dany hizo lo inevitable: suspender el enlace y cambiar la fecha del evento. 

“Ahora tendré que esperar siete meses, siete meses que se me harán muy largos y pues pido que estén todos ahí, que todos sigan con nosotros, que todos estén ahí y que no falte nadie”, concluye.

Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil