Estos crímenes contra la infancia se cometen de forma organizada en todo el país. Foto: Especial

Violencia Sexual Organizada en las escuelas

Hasta abril de 2023, se detectó violencia sexual infantil organizada en 25 escuelas de 11 estados de la República

Si es doloroso hablar de la violencia sexual infantil en un caso en específico, imagínense, cuando se trata de violencia sexual infantil organizada, es decir, muchas víctimas en una misma escuela.

Hace dos años leí con detenimiento el informe “Es un secreto”, de la organización Oficina de la Defensoría de los Derechos por la Infancia A.C. (ODI), y no daba crédito a lo ahí documentado sobre la violencia sexual que había padecido un grupo de menores en escuelas, y que todo ello apuntaba a pornografía infantil y pederastia.

Las narraciones de los menores no solo parten el alma, sino que ventilan la monstruosidad y la impunidad que hay en las escuelas del país, y es que no se trata de un caso aislado, que ya de por sí es mucho, sino de delincuencia organizada en donde directivos, profesores y criminales, están involucrados.

La organización, que no solo investiga y documenta estos hechos, sino que también actúa y apoya a las víctimas; hoy nos informa que la violencia sexual infantil en las escuelas no solo persiste, sino que hay toda una organización, que se hacen uso de instalaciones escolares para cometerla, y que esto ocurre en varios estados del país.

Pero no solo eso, también nos señala que las autoridades escolares; es decir, la Secretaría de Educación Pública, hasta ahora no ha hecho nada, por el contrario, han guardado silencio y han sido omisos en los casos, pese a las manifestaciones de los padres de familia.

Manifestaciones de las que hemos sido testigos, pues muchas de ellas fueron noticia en medios locales y nacionales.

El nuevo reporte de ODI, destaca que hasta abril de 2023, se detectó violencia sexual infantil organizada en 25 escuelas de 11 estados de la República, y que continúa, la presencia de elementos preocupantes como varias víctimas, diversidad de perpetradores, violencia inusual, uso de sedantes, videograbaciones, y todo dentro de las instalaciones escolares, aunque también se registró la salida de niñas y niños de escuelas.

La violencia sexual en las escuelas se da entre quienes tienen de tres a cinco años. México es el primer país en el mundo en producción de pornografía infantil después de Tailandia.

El nuevo informe que se denomina “Ya no es un Secreto”, sostiene que las agresiones son extremas (ritualistas, escenificadas y violentas), que hay uso de cámaras durante el abuso sexual, indicios de sedación y personal escolar que facilita o encubre el abuso.

Hago mías la exigencias de ODI, que van en que la SEP mejore sus protocolos de atención a violencia sexual infantil y los adecue a estándares internacionales en la materia; así como, que las Fiscalías estatales investiguen de oficio la posible producción de material de explotación sexual infantil que tengan lugar en las escuelas.

Proteger a nuestra niñez es tarea de todas y todos, el llamado a garantizar sus derechos no es solo a las autoridades correspondientes, sino también, a los padres de familia y a la sociedad civil. Nuestra niñez nos necesita.

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