La FIL solía quedarse fuera de las diferencias políticas. Foto: UdeG

Redes de Poder GDL: La FIL y la ‘terra ignota’

La inesperada inclusión de la Feria Internacional del Libro (FIL) en el conflicto político que sostienen el Gobierno de Jalisco y el grupo que controla a la Universidad de Guadalajara ha generado una suerte de “Terra Ignota”, donde nadie tiene claro qué consecuencias derivarán de ello o hacia qué escenarios podría conducir. La FIL solía […]

La inesperada inclusión de la Feria Internacional del Libro (FIL) en el conflicto político que sostienen el Gobierno de Jalisco y el grupo que controla a la Universidad de Guadalajara ha generado una suerte de “Terra Ignota”, donde nadie tiene claro qué consecuencias derivarán de ello o hacia qué escenarios podría conducir.

La FIL solía quedarse fuera de las diferencias políticas que las autoridades han llegado a tener con el grupo que comanda el exrector, Raúl Padilla López, y justo por eso ha sorprendido que, en esta ocasión, la estrategia del partido Movimiento Ciudadano haya incluido la celebración de ese evento cultural como una oportunidad para evidenciar que la Feria, al igual que la Universidad, ha estado controlada por las mismas personas durante más de 30 años.

En efecto, parece una contradicción que en la FIL suele haber espacios dedicados al análisis de la democracia mexicana, de sus virtudes y defectos, omitiendo que la propia Feria ha sido resultado del férreo control que un mismo grupo político ha mantenido sobre la Universidad de Guadalajara por más de tres décadas, sin que genere condiciones para que otras expresiones totalmente distintas al “padillismo” puedan competir para asumir las riendas de estas instituciones públicas.

Las interrogantes por resolver

En su comunicado del 24 de noviembre, el partido Movimiento Ciudadano señaló: “Es lamentable que, de manera impúdica, Raúl Padilla López, disfrazado de promotor cultural, haya convertido a la FIL en un foro particular para atender su agenda política personal. En esta ocasión la mafia que secuestró a nuestra universidad ha iniciado una campaña de desprestigio y confrontación contra los poderes constitucionales de este estado, manipulando a la comunidad universitaria y usando los recursos de nuestra universidad para lucrar políticamente”.

Y sigue: “Llegó el momento de impedir que se normalice el uso faccioso de la Universidad de Guadalajara y, por extensión, de la FIL. Llegó el momento de impedir que este evento se manche por la ambición de un cacique y sus secuaces”.

La inauguración, como se ha destacado, no contó con la participación de ningún representante gubernamental federal, estatal o municipal. Y, además, ha llamado la atención la declaración del gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, luego de que se le cuestionara esto: “Han pasado cinco o seis gobernadores y el poder informal de Raúl Padilla se ha mantenido, ¿cómo romper con eso?”.

“Ya llegó el gobernador que va a acabar con esa historia. Ya lo veremos”, respondió Alfaro Ramírez. ¿Tendrá el gobernador realmente una estrategia preparada con ese objetivo? ¿Qué tipo de estrategia tendría posibilidades de ponerle fin a un poder político que luce incólume? ¿Habrá algún tipo de acción de índole administrativa o penal en ciernes, como ha comenzado a especularse? Hay muchas interrogantes por resolver.

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