Tras algunas semanas intensas de cabildeo, negociaciones y muchas versiones diferentes, pareciera que el asunto de la llegada de la planta de Tesla a nuestro país podría concretarse próximamente y al fin despejar las dudas sobre su destino final.
A pesar de que al cierre de 2022 y los primeros días de 2023 todo apuntaba a que la ensambladora de automóviles eléctricos sería instalada en el estado de Nuevo León, donde gobierna el emecista Samuel García, poco a poco la opción se fue diluyendo, al entrar en la baraja de posibilidades otras entidades, con gobiernos, por cierto, de Morena, el partido del presidente, pero durante algunas semanas, más que avanzar en la definición, este “jaloneo” pareció retrasar las cosas.
En el sector de industria se ha llegado a especular que parte del retraso obedecía a que los directivos de Tesla habrían estado valorando si realmente era lo más conveniente desembarcar en México, donde el tema se había enredado, más que por cuestiones técnicas o de infraestructura, por otras de índole política.
Ahora, tras la reunión de Marcelo Ebrard con ejecutivos de Tesla, dada a conocer por el propio canciller, se espera que el anuncio se oficialice en los siguientes días, y el hecho de que Ebrard haya tomado las negociaciones en sus manos indican que muy probablemente la empresa se instalará en una entidad de la llamada 4T. Veremos.
Cerca de niveles de pandemia
Buenas noticias para los productores de hidrocarburos. Y es que el Secretario General de la OPEP, Haitham Al Ghais dio a conocer que esperan que durante este 2023, la demanda de petróleo no solo regrese a los niveles previos a la pandemia por COVID-19, sino que incluso los pueda superar, alcanzando hasta los 102 millones de barriles diarios.
Incluso, para las proyecciones esperadas en el mediano plazo, el organismo calcula que para el año 2025 la demanda continuará aumentando para llegar hasta los 110 millones de barriles diarios.
Esto podría interpretarse incluso como una buena noticia para México, cuyo actual gobierno le ha apostado a la revitalización de la industria petrolera, pero ahora habrá que ver si los buenos deseos realmente terminen en proyectos firmes y productivos.
