No hay duda de que, aún con la tutela que pretende tener el gobierno para todo lo que implique la extracción y la explotación del litio en el país, lo que puede ofrecer esta industria, que puede tener un crecimiento importante en las próximas décadas, resulta un importante atractivo para muchas compañías privadas del rubro energético -e incluso de otros sectores- en materia de inversión.
Desde que se comenzaron a esbozar los primeros proyectos del plan maestro del gobierno ya había mucha expectativa y también muchas dudas entre los particulares, y aún con el anuncio del presidente López Obrador de que se permitiría la participación de privados en esta industria estratégica (con reservas claro), nos comentan que, de momento, los posibles jugadores aún mantienen la cautela y están en espera de que se vaya avanzando.
Claro que ya hay muchas grandes empresas, del país y extranjeros, operando y cabildeando para tener una participación en el sector, esperando que se pongan en claro las reglas del juego.
Eso sí, también hay una percepción de que esta posible apertura anunciada, se de más por el contexto de las controversias en materia de política energética en el marco del T-MEC, es decir, como un gesto hacia los socios comerciales de México, que como una verdadera declaración de intenciones.
Van por impuesto cero
La bancada del Partido del Trabajo en la Cámara de Diputados está impulsando una iniciativa para aplicar un “impuesto cero” a vehículos híbridos y eléctricos.
La propuesta, presentada por la legisladora petista Esther Martínez Romano, plantea que a través de esta y otras reformas, se puedan establecer estímulos fiscales para que que haya un mejor acceso a la compra de autos con estas características, y con ello, generar un impacto positivo en materia ambiental. La atención es que esta “tasa” aplique no solamente para los vehículos de uso particular, sino también para aquellos de servicio, transporte y carga.
Parece que la iniciativa no es mal vista en San Lázaro, pero no sería prioritaria en este momento. Ojalá no la manden a la congeladora.
