El INE es patrimonio nacional, tiene reconocimiento internacional por su evolución y aportaciones a la democracia en el país. Foto: Especial

¿Qué se gana y que se pierde en el Zócalo? 

Si de lo que se trata es ganar o perder con la concentración que se realizará el próximo domingo 26 de febrero en el Zócalo de la ciudad de México, la siguiente pregunta sería entonces. ¿Si va a haber ganadores o perdedores, quiénes son los contendientes? Lo que salta a la vista, de primera mano, […]

Si de lo que se trata es ganar o perder con la concentración que se realizará el próximo domingo 26 de febrero en el Zócalo de la ciudad de México, la siguiente pregunta sería entonces. ¿Si va a haber ganadores o perdedores, quiénes son los contendientes?

Lo que salta a la vista, de primera mano, es que solamente hay dos interesados activos. Por un lado, el ocupante temporal del palacio nacional y por el otro, la sociedad mexicana.

Pero recordemos. ¿Cuál es el interés que motivó tal convocatoria ciudadana, que parece será de cientos de miles de ciudadanos en todo el país?

—Bueno, la razón principal es defender la democracia nacional que según parece se encuentra en peligro. Proteger la democracia no es cualquier cosa, es prioridad para todos los mexicanos. Del mismo modo, esta demanda pasa por la exigencia de mantener inalterable la naturaleza y estructura del organismo responsable de salvaguardar la democracia, el INE, y con ella, la esencia misma de nuestras libertades.

El Instituto Nacional Electoral es patrimonio nacional, pertenece a los ciudadanos, que, a su vez, llevan años como guardianes de nuestras libertades y derechos políticos.

La democracia mexicana no se construyó a partir de 2018, llevamos décadas forjándola, las alternancias en los tres niveles de gobierno, así lo legitiman.

Ciertamente son los ciudadanos quienes han preservado nuestras instituciones democráticas, indispensables para la convivencia pacífica de los habitantes de nuestro país. Tenemos confianza en el INE, no podemos perderla.

El INE es patrimonio nacional, tiene reconocimiento internacional por su evolución y aportaciones a la democracia en el país, y por tanto, nadie tiene derecho para manipular su estructura y reglas de operación de forma unilateral, menos aún con propósitos soterrados de quienes ejercen el poder.

El interés supremo de proteger nuestra democracia a partir de resguardar la integridad del INE, en teoría, debería ser propósito unánime de todos los mexicanos. Es decir, sociedad y gobierno unidos en contra de oscuros intereses que pretenden debilitar nuestro sistema democrático. Luego entonces, la concentración ciudadana del Zócalo y de múltiples ciudades más del país y del mundo, deberían ser actos de unidad nacional, no solo de una fracción de la sociedad, sino de todos los mexicanos, que deberían estar dignamente representados por su líder nacional.

Tristemente las cosas no son así. Al final de cuentas, si las manifestaciones resultan ser expresiones poderosas de la sociedad, en palacio nacional lo considerarán una afrenta, cuando no es ese el propósito de los manifestantes.

Por el contrario, si las concentraciones resultan desairadas, en palacio estarán satisfechos de poder satisfacer sus egos, confirmando que son los únicos, con el poder suficiente para convocar y movilizar al pueblo.

Lo cierto es que los ciudadanos, deben tener presente el refrán que dice que, siempre será mejor encender una vela que maldecir la oscuridad. Para construir un México mejor para todos, más allá del deseo incorpóreo, lo que se requiere es, mostrar el carácter y la voluntad de ciudadanos calados en la historia, que han sabido sortear dificultades y forjar a través de los años, la historia del México contemporáneo que nos hace sentir tan orgullosos de ser mexicanos.

 No vamos a permitir, que nadie, absolutamente nadie, destruya el patrimonio nacional.

 Con este propósito, ¿acaso no deberíamos estar todos del mismo lado?

Aquí lo importante para el ciudadano común y corriente será comprender, que lo invaluable, no son los aspectos cuantitativos, es decir, los números, ¿Cuántos asistieron?, que lo verdaderamente importante será, confirmar una vez más, el poder de la sociedad mexicana,

Que importante sería para todos, que las concentraciones del próximo domingo, que apenas comienzan, porque representan apenas, un despertar de la conciencia de la sociedad civil mexicana, que no tenga perdedores, por el contrario, si, que el resultado de estas movilizaciones ofrezcan, un solo triunfador… México.

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