Vivimos entre validades con baches que más bien asemejan cráteres o pozos. Foto: Wikimedia Commons

¿Qué onda con el Derecho a la Ciudad?

Las ciudades son para todos y tenemos el derecho de disfrutar al máximo los espacios públicos, incluyendo todo tipo de vialidades, de espacios verdes y parques públicos con todas sus amenidades

Transitar la ciudad en vehículo motorizado de dos ruedas te hace tener otra perspectiva de la ciudad de Monterrey, que a diferencia del transporte público y de los autos de renta y particulares que utilizamos la mayor parte de la ciudad por razones obvias, permite estar alerta a todos los ángulos y da una sensación de libertad, así como sentir la independencia que otorga montar cualquier vehículo de este tipo -seguro esta es una plática común de muchos viernes sociales mientras llevamos a cabo los rituales regionales con todo y cebada, carbón, lumbre, carne y hasta maíz –rematando con la música que más le guste o aguantarse la que le disguste. Da igual. ¡Mamíferos somos!

En fin, para no desviarse resulta que la Organización de las Naciones Unidas/HABITAT describe que el Derecho a la Ciudad es el que tenemos todos los habitantes y ciudadanos a utilizar, habitar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, definidos como bienes comunes para una vida digna.

Y para esto surge ese loop cada que vemos ese desastroso pavimento con sus cráteres, pozos, bordos y boyas amarillas instaladas en lugares a veces con un curioso sentido común, que en la mayorías de las veces es el menos común; banquetas quebradizas, resbalosas, con rampas defectuosas para los compas que utilizan sillas de ruedas y madres con carriolas; postes oxidados con bombillas fundidas y algunas con estrobos por el descuido de los administradores de la ciudad y sus concesionarios en el ramo de servicios de alumbrado público, señaléticas dañadas, chuecas, caducas y otras tapizadas de stickers de los artistas urbanos, más los semáforos desincronizados. De manera que esto poco a poco se hace costumbre, y cuando lo mejoran nos alegra y recuerda la importancia de pagar el impuesto predial. El Capitán Pijama tenía una banda que se llamaba: Como México no hay dos. Denle una chance a su cerebro.

Total por allí de 2019 una diputada de pinta nerd, seguro muy aplicada desde niña; naranja–morena 90–10 por ciento respectivamente, propuso un iniciativa de reforma constitucional en la cual garantice el Derecho a la Ciudad, y en el 2021 la Universidad Autónoma de Nuevo León realizó el primer foro del derecho a la ciudad; claros ejemplos de que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones.

Otras cualidades de esta onda del derecho a la ciudad que destacan: la igualdad de género; así como la inclusión social, promoción de la participación política, así como la accesibilidad y asequibilidad. Entonces esto significa que las ciudades son para todos y tenemos el derecho de disfrutar al máximo todo esto en todos los espacios públicos. Esto incluye todas y de todos tipos de vialidades, y también todos los espacios verdes y parques públicos con todas sus amenidades.

Ahora bien, hoy sabiendo esta información básica y de entendimiento para todos los ciudadanos, adolescentes e infantes: ¿Qué onda con el Derecho a la Ciudad?

Haga este ejercicio mental: póngale rostro y voz a su funcionario público o político que, por alguna razón, buena o mala no importa, llegó a su mente en este instante.

Si ya lo hizo ahora pregúntese: ¿cuántos ayuntamientos están en esta sintonía?, ¿cuántos están entendiendo lo que está sucediendo en su jurisdicción?, ¿cuántos entienden que están para servir y no para ser servidos?, ¿sabrán que se deben a la gente?, ¿tendrán la empatía suficiente para ejercer su posición de tres años con opción a una reelección? Seguramente sucedió.

Cuestionemos todo, tenemos derecho y hay muchas herramientas jurídicas: promovamos la cultura de la denuncia, de señalar lo que está mal, felicitar lo que está bien, aunque sea casi nulo, pero participemos. Quedan pocos años de esta dizque estabilidad, imagine cómo se pondrá al concluir esta administración. Deuda, inseguridad, retraso escolar, contaminación a tope, poca agua, pavimentos destruidos, carencia de medicamentos, más los clásicos latrocinios y desfalcos de cada trienio y sexenio. Promesas y más promesas.

La canción que optó hace unos minutos seguro el algoritmo la eligió y también ha decidido por usted -a la otra seleccione un álbum completo como ANIMALS de Pink Floyd del ´77, que me dí yo mientras elaboraba y reflexionaba esto que lee.

¡Le agradezco!

 

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