Penoso caso el de BBVA Bancomer

Otra vez es Grupo Financiero BBVA Bancomer el que da el ejemplo de lo que no se debe hacer. Se pensaría que, después del penoso caso que vivió este banco en septiembre, quedaría todo arreglado con sus sistemas; sin embargo, no, nuevamente repite los errores del pasado. Mismos que lo siguen condenando al señalamiento de […]

Otra vez es Grupo Financiero BBVA Bancomer el que da el ejemplo de lo que no se debe hacer. Se pensaría que, después del penoso caso que vivió este banco en septiembre, quedaría todo arreglado con sus sistemas; sin embargo, no, nuevamente repite los errores del pasado. Mismos que lo siguen condenando al señalamiento de ser el dolor de cabeza, cada quincena, de sus clientes; pero, sobre todo, de la Asociación de Bancos de México (ABM), y de la Comisión Nacional Bancaría y de Valores (CNBV). Vienen semanas de exigencia en los servicios bancarios en el país, por lo que representa el Buen Fin, la temporada Navideña, y el día de Reyes Magos.

Nos confirman que al que se le ve preocupado y molesto es a Eduardo Osuna Osuna, quien todos los días exige darle solución a este “problemita”, que, por supuesto, no está en sus manos, sino en los ejecutivos que solo apremian a decir que todo se debe a un “error interno”.

La pregunta es: ¿nuevamente dirán que se dio un “error interno”? Quizás sí, pero hasta el cierre de esta columna no había una postura oficial. Lo que sí es cierto es que las compensaciones a sus clientes por sus fallos han sido objeto de profundas críticas porque todas van encaminadas al consumo, las cuales resultan más perjudiciales que beneficiosas.

Bancomer se convierte en tendencia cada 15 días por esta situación, y hasta son objeto de burlas y memes, en donde estos errores sirven para invitar a sus clientes a que cambien de institución financiera. No hace mucho, trascendió que todo se debía a la falta de inversión en su sistema, en su red; no obstante, no hay una explicación clara, porque ellos solo se limitan a decir que hicieron “adecuaciones previstas y planificadas”, las cuales terminan siendo un desastre. Además, está pendiente la investigación de la CNBV, que tiene como nuevo titular a Jesús de la Fuente Rodríguez, para la aplicación de sanciones por ese caos de septiembre; lo que sí hay, hasta hoy, es el cúmulo de las 80 mil reclamaciones, relacionadas con esa “contingencia operativa”.

¿Hoy habrá una nueva videoconferencia para disculparse por este suceso? Seguramente, pero que no esperen que, nuevamente, Daniel Becker los disculpe. Ojalá que la aclaración de lo que está sucediendo en esta entidad financiera no esté traspapelada en lo más oculto de algún escritorio de las autoridades.

Lo que también ha logrado Bancomer es que hasta haya análisis y medición de los que más fallan a sus usuarios, en la que se ha colocado en el (no tan) honroso primer lugar.

Ya veremos qué dicen, pero sin duda lo que ocurrió ayer es un fracaso que se une al más claro acontecimiento de lo que fue la mala lectura para poner en marcha su proceso de cambio de nombre: el llamado “rebranding”, complejo, erróneo y fracasable. Por cierto, si alguien ve a los funcionarios de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) díganles que los andan buscando para estar más atentos de este asunto, porque eso de pedir detalles de las causas del incidente no sirve de absolutamente nada. A darle puntual seguimiento a esta situación.

Voz en Off

En Palacio Nacional urgen a hacer realidad “AeroBienestar”. Si bien están aplaudiendo el lograr que aerolíneas anuncien vuelos desde Santa Lucía, al presidente Andrés Manuel López Obrador le apremia hacer realidad esto, donde están involucrados Salvador Álvarez y Zvi Kartz. La demora que se daría no es por la falta de opciones, sino porque prácticamente costaría millones de dólares más a lo planeado. La parte de la Banca de Desarrollo no será suficiente sin el apoyo de la iniciativa privada. Así las cosas…

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