Pantalones asertivos

Su gira por Tierra Santa fue una muestra de diplomacia y política. Maestro de liderazgo, que sabe utilizar el poder de la silla de Pedro en pro de las causas justan e importantes del mundo.

“La paz no se puede comprar” dijo durante la misa ofrecida en Jordania, “son los pequeños gestos diarios los que hacen que las grandes cosas se construyan”.

Y sí. Fueron sus pequeños gestos, pero muy atinados, los que movieron las entrañas de medio oriente.

Marcela Garza Aguirre Marcela Garza Aguirre Publicado el
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Su gira por Tierra Santa fue una muestra de diplomacia y política. Maestro de liderazgo, que sabe utilizar el poder de la silla de Pedro en pro de las causas justan e importantes del mundo.

“La paz no se puede comprar” dijo durante la misa ofrecida en Jordania, “son los pequeños gestos diarios los que hacen que las grandes cosas se construyan”.

Y sí. Fueron sus pequeños gestos, pero muy atinados, los que movieron las entrañas de medio oriente.

Antes de llegar a Tel Aviv paró en Belén – reconociendo así a Palestina. Ofreció una misa en el lugar que vio nacer al eje de la Iglesia Católica, a Jesús. 

Invitó públicamente al presidente de Israel Shimon Peres y el Presidente de Palestina Mahmoud Abbas a reunirse en el Vaticano y orar por la paz. Ambos líderes aceptaron inmediatamente la invitación. ¿Quién si no el líder de un sexto del mundo, que no es judío, ni musulmán, hubiera logrado hacer esto?

Insistió en el derecho de Israel de tener un Estado, de gozar de paz y de seguridad. De la misma forma que el pueblo palestino tiene derecho a una patria soberana, a vivir con dignidad y desplazarse libremente. Una cachetada con guante blanco para aquellos que siguen sin querer reconocer al pueblo palestino.

Al cruzar de Palestina a Israel paró en el muro que divide ambas áreas. Ahí oró por 5 minutos, ante los ojos atónitos de israelitas y palestinos. Esta noticia no tardó en darle la vuelta al mundo y poner el liderazgo de Francisco muy por arriba de cualquier Jefe de Estado.

Todo el viaje lo hizo en compañía de su gran amigo argentino el Rabino Abraham Skorka. Quienes con su amistad dan ejemplo del ecumenismo y del respeto que debe de existir entre las religiones.

Se reunió con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Bartolomé I en el Santo Sepúlcro. 50 años después de que Pablo VI lo hiciese con el Patriarca Atenágoras, en un encuentro que intenta consolidar la lucha ecuménica entre las Iglesias, donde declaró: “un paso en el camino hacia la unidad que sólo el Espíritu Santo puede conducirnos”.  En un trabajo claro en pro de la unificación de todas las iglesias cristianas.

Si yo fuera un head hunter, en definitva, yo contrataría a Francisco para dar las clases de política a todo quien pretenda ser un Jefe de Estado o representar una nación. Por que si bien hay que tener pantalones, mas importante es usarlos acertadamente.

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