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Onírica quimera

Era de esperarse, había que digerir, dejar pasar el tiempo y despertar del sueño que provocó “Blade Runner 2049” (2017), no por aburrida, ni tediosa, sino porque su entramado conquistó por apelar a la nostalgia y el cariño que se le tiene a la producción de Ridley Scott de hace 35 años. Es justo a […]

Era de esperarse, había que digerir, dejar pasar el tiempo y despertar del sueño que provocó “Blade Runner 2049” (2017), no por aburrida, ni tediosa, sino porque su entramado conquistó por apelar a la nostalgia y el cariño que se le tiene a la producción de Ridley Scott de hace 35 años.

Es justo a una semana de su estreno que es necesario aterrizar, ser objetivos y mirar a sangre fría el largometraje ahora dirigido por Denis Villeneuve, ya que una gran incógnita para el estudio es: ¿Por qué no ha logrado recaudar en boletaje su presupuesto?

El pronóstico era que el primer fin de semana 100 millones de dólares (MDD) se llevarían los productores a la bolsa, pero al día de hoy apenas se han recibido poco más de 85 MDD en ganancias.

Los fanáticos podrían decir “no os preocupéis”, ya que lo mismo le ocurrió al filme de 1982, que apenas pudo superar su presupuesto con 33.8 MDD al salir de salas y su premio fue volverse una cinta de culto de la ciencia ficción.

La realidad es que tal vez esperar 35 años para hacer una secuela es demasiado tiempo, el público que vio la original en cines ya no es un consumidor asiduo del séptimo arte y quienes hemos crecido viendo en video a Rick Deckard persiguiendo replicantes, solo la vemos por la melancolía del ayer.

Esto quiere decir que, además de su clasificación B en México y R en Estados Unidos (por violencia y desnudos), más la duración de dos horas y 44 minutos, el público que acude a ver esta ficción es mayor a los 25 años, a los adolescentes no les interesa saber de una distopía o estar sentados casi tres horas para conocer una historia que vieron sus padres.

La pregunta del millón es si “Blade Runner 2049” es una secuela digna de la película que estelarizó Harrison Ford en los 80, la respuesta es que cada quien imaginó un sueño distinto en su cabeza durante 35 años y ahora Hollywood nos quiere decir que tal vez ese estado onírico no era como lo habíamos pensado.

Hay quienes dicen que ésta es de las mejores secuelas en cine, otros que pugnan por que supera a la primera, pero también hay miradas críticas que apuntan errores y huecos en su trama, así como personajes que se vuelven héroes sin serlo.

No entraré en polémicas, solo voy a argumentar que lo peligroso de “Blade Runner 2049” es que abre la posibilidad a seguir explorando ése universo, uno que era impecable, que ya estaba cerrado y todos estábamos en paz, satisfechos.

Si se crea una franquicia sin freno como “Alien”, “Transformers” o (inserte aquí su saga favorita) atrás habrá quedado la pregunta original de: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, que bien se podría decir que esta continuación le hace homenaje a la perfección.

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