Monterrey y su primera ‘Sociedad gastronómica’

06 de Nov, 2013

Cuando hice mis prácticas profesionales en la cocina del restaurante Tezka, en el Distrito Federal, tuve la oportunidad de conocer a distintos cocineros españoles.

Entre ellos al mítico Juan Mari Arzak, toda una institución del País Vasco, lugar donde se originaron las llamadas “sociedades gastronómicas”. 

Ellos me platicaban de esas cofradías y a mi me parecían inaccesibles. Pensaba que era casi imposible que algún día pudiera asistir a una.

Primero, por el hecho de ser mujer. Casi todas las sociedades gastronómicas están integradas exclusivamente por hombres. Y solamente en algunas se permite el acceso a las mujeres. Por eso solamente me podía alegrar con imaginarlas.

Pero azares del destino, hace unos años hice un viaje a tierras vascas y tuve al mejor anfitrión que alguien puede tener, el afamado chef Bruno Oteiza, quien además de ser una estrella de televisión en España, es chef del restaurante Biko, considerado el número 31 en la guía San Pellegrino a nivel mundial.

Encantador, el chef Oteiza se desvivió por hacer que mis acompañantes y yo conociéramos los mejores lugares de San Sebastián y sus alrededores.

En algunos sitios solo nos dejaba comer una tapa, “la estrella del lugar”. Y así nos llevaba de uno a otro y nos decía qué pedir en cada uno.

De pronto, lo mas inesperado. Nos llevó a un mercado y compró unas cocochas de bacalao. Las cocochas son la parte inferior de la barbilla del pescado. Y nos dijo que las prepararía al pil pil.  Le pregunté que en dónde lo hará.  Y me contesta: “en una sociedad gastronómica”.

Casi me desmayo de la emoción y le pregunté: ¿Pero cómo voy a entrar? La respuesta que me dio fue sorpresiva: “Con tal de que no pises la cocina, no hay problema”.

Esta sociedad se llama “Zubi-Gain”. Se instala en la calle Campanario y fue fundada por pescadores en 1928.

Iba con mi pequeña hija Allegra y Bruno trajo las golosas cocochas, ya preparadas. Su sabor, pero sobretodo su textura con su alto contenido de gelatin,  hacen de cada bocado un placer absoluto. 

Claro que esto es a mi parecer, pero no al de mi hija que miraba la mesa de junto con ojos de niña con hambre.

Voltee a ver de qué se trataba y los comensales disfrutaban un festín de salchichas y chorizos. Por supuesto que no pudieron evadir la mirada de la niña a la que con amabilidad le compartieron sus delicias. Ella estaba feliz. Bueno, ¡todos!

Jamás hubiera pensado que la segunda sociedad gastronómica que conocería sería aquí en Monterrey.

Fundada por el Notario Sergio Elías Gutiérrez y un grupo de amigos aficionados todos al buen comer y a gozar de los momentos que proporcionan una buena comida y buena bebida.

La sociedad gastronómica está situada en la Colonia del Valle, en una casa sin lujos mayores, que la han adaptado a sus necesidades, como una buena cocina, almacenes, comedores y terraza.

Les platico lo que sentí entre líneas. Un ambiente muy relajado, sin pretensiones, de respeto y compañerismo, me encantó.

La plática, la mayor parte del tiempo giró entre comida, vino, cerveza y sidra. Salí muy contenta de ver que lograron su acometido.

¡Ah, algo importante!  La sociedad gastronómica de Monterrey está formada solo por hombres. Curioso si se considera que en España, hace casi 100 años, las sociedades gastronómicas se originaron realmente por el hecho de que se vivía una cultura social de matriarcado. Y en ese contexto, los hombres necesitaban “su espacio” para cocinar, por supuesto que su gusto por la cocina, el compartir y beber también los unía.

El Dr. Francisco Javier Rodríguez Lara, me dijo que en la sociedad regiomontana aún predomina el matriarcado… Por lo que veo, estas sociedades seguramente seguirán prosperando en la ciudad…  ¡Ojalá!

Aunque estaría muy bien que también existieran las sociedades gastronómicas creadas por mujeres.

“La Sociedad Gastronómica Monterrey” es la primera, espero de muchas, en la ciudad. Sergio Elías Gutiérrez se ofrece amablemente a hacer gratuitamente los trámites necesarios para formar alguna otra.