Los fabricantes de pruebas
Después de pasar más de cuatro años en prisión, Noé Ramírez Mandujano, exsubprocurador especializado en Investigación de la Delincuencia Organizada, finalmente fue absuelto ayer.
El Consejo de la Judicatura Federal informó que el Juez Mauricio Fernández de la Mora, Juez Primero de Distrito en el penal de “El Rincón”, dice que no sólo no encontró culpa en González Mandujano, sino que también se llegó a la convicción de que se fabricaron las pruebas para incriminarlo.
Redes de PoderDespués de pasar más de cuatro años en prisión, Noé Ramírez Mandujano, exsubprocurador especializado en Investigación de la Delincuencia Organizada, finalmente fue absuelto ayer.
El Consejo de la Judicatura Federal informó que el Juez Mauricio Fernández de la Mora, Juez Primero de Distrito en el penal de “El Rincón”, dice que no sólo no encontró culpa en González Mandujano, sino que también se llegó a la convicción de que se fabricaron las pruebas para incriminarlo.
Por lo que “se dio vista al Procurador General de la República, para que conforme a sus atribuciones procediera a la investigación de posibles delitos cometidos por parte de la fiscalía que recabó dichos testimonios”.
Habrá que recordar también que “Jennifer”, un testigo protegido, también fue usada para fabricarle pruebas al general Tomás Ángeles.
¿Se atreverá el procurador Jesús Murillo Karam a investigar y a consignar a los fabricantes de pruebas?
Y es que no se necesita ser un Sherlock Holmes para encontrarlos.
Calderón “el experto”
Mientras el presidente de los Estados Unidos Barack Obama fue extremadamente cauto al referirse a las explosiones de Boston, Felipe Calderón no dudo en calificar públicamente la tragedia como un “atentado muy bien planeado”.
¿Cómo podría haber llegado Felipe Calderón a semejante conclusión antes que Obama?
En una de esas, la información se la pasó Genaro.
Eso sí, lo único que le faltó decir al expresidente mexicano es que eso le pasa a Obama por su debilidad ante la delincuencia organizada.
Casi igual que en el 2006
Lo que sucedió en Venezuela el domingo pasado provocó el recuerdo de lo ocurrido en México en el 2006.
Y es que allá al igual que acá, el gobierno federal hizo hasta lo imposible para sacar adelante al candidato del gobierno.
Y también, allá al igual que acá, fue evidente que los árbitros electorales querían quedar bien con el gobierno.
Aunque habrá que reconocer que Nicolás Maduro, a diferencia de Felipe Calderón, sí aceptó, al menos en primera instancia, la exigencia de Henrique Capriles para que se vuelva a contar voto por voto.
Aunque falta que el hijo de Chávez cumpla con lo ofrecido, porque del dicho al hecho, hay mucho trecho.
