Este 6 de junio en las elecciones hay que salir a votar por convicción y no por consigna.

Llegó nuestro turno

Es el tiempo de las ciudadanas y de los ciudadanos, es el tiempo de usar el arma más poderosa que la democracia nos da y se llama voto. No son las elecciones más importantes de los últimos 50 años, son las elecciones más importantes de los próximos 50 años, pues estaremos decidiendo entre dos Méxicos […]

Es el tiempo de las ciudadanas y de los ciudadanos, es el tiempo de usar el arma más poderosa que la democracia nos da y se llama voto.

No son las elecciones más importantes de los últimos 50 años, son las elecciones más importantes de los próximos 50 años, pues estaremos decidiendo entre dos Méxicos radicalmente distintos.

En nuestras manos y en nuestra voluntad está el rumbo del país, el 7 de junio nos levantaremos con el país que hayamos decidido para nosotros y para las actuales y próximas generaciones.

Dejar de votar abona a la indiferencia, al abstencionismo, pero sobre todo, le resta fuerza a la democracia, esa que llevamos décadas construyendo y que ha costado la vida de hombres y mujeres en defensa de las libertades.

Salir a votar es un derecho ganado, pero también es una obligación, cuando no se vota se pierde el derecho a reclamar o exigir.

Cada voto depositado en las urnas va más allá de un candidato o partido, porque cada voto hace de México un país democrático, plural y con libertad. Por cada voto que un ciudadano emite en las boletas la democracia se hace realidad y se fortalece.

Debemos hacer de las elecciones una fiesta democrática, por que los representantes de casillas son ciudadanos, son estos los responsables de contar los votos, son quienes estarán al frente de las 161 mil casillas que se instalarán en cada rincón del país.

Las autoridades electorales que llevan a cabo está elección son las mismas que contaron y validaron el proceso electoral de 2018, son las mismas autoridades las que llevaron al poder y a la presidencia al partido que hoy nos gobierna. De tal suerte que confío en que, al igual que en 2018, actuarán en consecuencia respetando la voluntad ciudadana.

Mientras que otros minan o intentan minar a la autoridad electoral, el crimen organizado sale a votar con su violencia y sus amenazas, pero nosotros, millones y millones de ciudadanos tenemos el derecho y el deber de votar en paz en las urnas con una papeleta para decidir el México en el que queremos vivir.

Son las elecciones más grandes de la historia del país, se elegirán 15 gubernaturas, 30 congresos locales; mil 900 ayuntamientos y juntas municipales; por lo que se prevé la participación de 94 millones 800 mil ciudadanas y ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE).

Este 6 de junio hay que salir a votar por convicción y no por consigna, este 6 de junio hagamos una democracia participativa, en donde tu voz y opinión cuenten.

Como diría José Wolderbeng: “Las elecciones son una construcción civilizatoria, el único método que permite la coexistencia y competencia de opciones políticas no solo diferenciadas, sino incluso enfrentadas.

Se trata de la fórmula que permite la sustitución de los gobernantes sin derramamiento de sangre (…); que presupone la diversidad política; que intenta construir un puente entre gobernantes y gobernados —así sea frágil y momentáneo—; que permite el ejercicio amplio de las libertades”.

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