La insostenibilidad del tabaquismo en México

Rubén Moreira Rubén Moreira Publicado el
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El tabaquismo es la causa de al menos una docena de enfermedades, entre ellas, cuatro tipos de cáncer. Mediante un modelado matemático, el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria estimó que 63 mil 200 personas mueren anualmente en México: 173 diariamente, a causa de los padecimientos que genera esta adicción, que en conjunto tienen un costo de atención de 116 mil 151 millones de pesos al año, el 55.4 por ciento del presupuesto total de 2023 para el sector salud.

En todo el mundo mueren cada año ocho millones de personas a causa del tabaquismo, 1.3 millones de las cuales son fumadores pasivos, entre ellos 165 mil niños menores de cinco años. En México no existe todavía un cálculo respecto de las dos últimas cifras, de manera que no sabemos si nuestro reporte de mortalidad las contiene o el problema es aún mayor de lo que se ha dimensionado.

De acuerdo con una investigación del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en nuestro país existen alrededor de 15 millones de fumadores, una tercera parte de los cuales son de bajos ingresos.

La adicción al tabaco empobrece a los más pobres, como lo demuestra un estudio realizado por 16 investigadores para la Revista Panamericana de la Salud Pública, titulado: Impacto económico del tabaquismo en los sistemas de salud de América Latina: un estudio en siete países (entre ellos México) y su extrapolación a nivel regional.

El tabaquismo, señala dicho estudio, le cuesta a los sistemas de salud de la región un total de 33 mil 576 millones de dólares al año: 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y 8.3 por ciento del presupuesto sanitario.

Se estima que 400 millones de adultos morirán en todo el mundo a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco para el periodo 2010-2050, el 80 por ciento de ellos en países de bajos y medianos ingresos.

México es el sexto país con más fumadores adultos y el tercero con mayor número de jóvenes consumidores de tabaco en la Región de las Américas, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, a pesar de ser también uno de los países con mayores medidas restrictivas y una notable elevación del precio de los cigarros.

Es evidente que los costos sociales y económicos del tabaquismo en México ya son insostenibles. Afortunadamente, han funcionado todas las medidas restrictivas que hemos venido adoptando desde 2008 para disminuir el consumo de cigarros, según lo demuestra la investigación ya aludida del INSP.

Por ello, aun cuando he sido por lo general un crítico de las políticas públicas de la presente administración, me parece que las reformas hechas por el Ejecutivo federal al Reglamento de la Ley Federal para el Control del Tabaco son más que necesarias, pues veníamos presentando un estancamiento en la tendencia a la baja de nuestro índice de consumidores.

Y no quisiera terminar sin hacer una aclaración que podría parecer obvia para quienes no consumimos tabaco, no así para las personas que padecen la adicción: Fumar no es un derecho humano, nunca lo ha sido. La salud, propia y ajena, sí. Respetémosla, entonces.

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