La diferencia entre ayudar y servir

Crecimos con la idea de que entre más ayudamos al prójimo somos mejores personas. Aprendimos que hay que hacer el bien sin mirar a quién, pero ¿cómo saber si realmente estamos haciendo un bien al ayudar?

Ayudar es como hacerle la tarea a un niño. Por un lado estás dudando de su capacidad para resolver un problema y, por otro, el día que lo dejes de ayudar, se va a encontrar en la misma situación donde estaba antes de pedir ayuda. Hasta que llegue ese momento te preguntarás si realmente le hiciste un bien o todo lo contrario. 

Annette Manautou Annette Manautou Publicado el
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Crecimos con la idea de que entre más ayudamos al prójimo somos mejores personas. Aprendimos que hay que hacer el bien sin mirar a quién, pero ¿cómo saber si realmente estamos haciendo un bien al ayudar?

Ayudar es como hacerle la tarea a un niño. Por un lado estás dudando de su capacidad para resolver un problema y, por otro, el día que lo dejes de ayudar, se va a encontrar en la misma situación donde estaba antes de pedir ayuda. Hasta que llegue ese momento te preguntarás si realmente le hiciste un bien o todo lo contrario. 

Sentir lástima por alguien en lugar de ser compasivo es un verdadero ataque, ya que refuerza la idea de que la persona es víctima y no cuenta con los recursos para enfrentar su situación. Tener compasión es otra cosa, es saber conectarte con los sentimientos del otro teniendo muy claro que cada uno vive las experiencias que necesita y que tiene la capacidad para salir adelante y fortalecido.

Una persona muy generosa termina por no poder seguir regalando dinero, la ley de compensación llega y le dice que está interfiriendo con el proceso de aprendizaje de los demás y la solución es bloquearle su economía, para que los demás puedan aprender. 

Una cosa es ayudar en fundaciones donde apoyen a escuelas que enseñen a trabajar a niños con escasos recursos y otra muy diferente es darle monedas a los niños en la calle. 

Lo único que podrías estar logrando es enseñarlo a pedir y no a generar. 

Nosotros deberíamos de  servir a todo el mundo, más no “ayudar a todo el mundo”. Ayudar es hacer por otro lo que él puede hacer por sí mismo y eso es interferencia. 

Debes permitir que cada quién asuma su vida y aprenda lo que le corresponde aprender. En cambio, servir es brindar el apoyo y la información necesaria únicamente a quien te lo pida, para que pueda solucionar alguna situación de su vida.

Según las leyes universales solo se te permite ayudar a “los eslabones de tu cadena” que son tus hijos, pareja y papás cuando ellos no pueden hacerlo por sí mismos.

A veces cometemos el error de usar parte de nuestros ingresos para ayudar a otros, pero ahí se bloquean mis entradas.  Si a alguien le corresponde pasar por una situación específica, el universo lo lleva hacia allá, pero si tú estás pensando interferir y ayudarlo, el universo también te bloquea a ti para que no puedas ayudar y permitas que los demás vivan lo que deben vivir y aprendan lo que tienen que aprender.

Cuando alguien te pida ayuda, piensa cómo le servirías a un niño que está aprendiendo a sumar y está batallando sin hacerle la tarea. Ayúdalo de manera que después pueda entender las multiplicaciones y las divisiones. 

En otras palabras, sirve de manera que la persona no necesite volver a pedir.

Si sientes que ayudas mucho y la vida no te lo regresa es porque en realidad no estás ayudando. Mejor brinda información y servicio únicamente a quien te lo pida y verás cómo serás compensado.

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