Juventud y futuro

Datos de la Organización de las Naciones Unidad revelan que en la actualidad existe una población 1,200 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad, que representan un 16% de la población mundial. Se estima que para el año 2030 este número se incrementará en un 7% para alcanzar la cifra de 1,300 […]

Datos de la Organización de las Naciones Unidad revelan que en la actualidad existe una población 1,200 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad, que representan un 16% de la población mundial.

Se estima que para el año 2030 este número se incrementará en un 7% para alcanzar la cifra de 1,300 millones de jóvenes viviendo en el planeta.

En México, cifras del CONAPRED indican que tenemos 37.5 millones de jóvenes entre 12 y 29 años, cifra equivalente al 31.4% de la población nacional.

Asimismo revela que 1 de cada 2 niños y adolescentes en México viven en pobreza, mientras que 4 de cada 10 jóvenes son pobres con probabilidades de sufrir depresión, baja autoestima y problemas de identidad.

Es nuestro deber generacional apoyar incondicionalmente niños y jóvenes porque solo así estaremos asegurando un mejor porvenir para todos.
Los jóvenes mantienen justificadas exigencias. Educación, salud, empleo, respeto a la igualdad de género, acceso al mercado laboral, oportunidades para el desarrollo profesional, respeto a las libertades y dignidad de las personas, disminución de la desigualdad económica y discriminación social e incremento a la representación política de los jóvenes.

Por otra parte, los niños nacidos durante el 2020, para el año 2050 tendrán apenas 30 años, para el 2100, alcanzarán los 80.

Los jóvenes que hoy tienen 20, para el 2050 tendrá 50 años y en el 2100 habrán alcanzado los 100 años de edad si todo va bien en sus vidas. Que cerca está el futuro de nuestras vidas.

Al fin y al cabo, en cierto modo, el futuro echa raíces en presente, no hay duda, el futuro colectivo está bajo nuestro cobijo y protección ahora mismo.

Me pregunto, mirando prospectivamente hacia el futuro: ¿Cómo estará el mundo en esos años?, ¿La humanidad y el planeta estarán a salvo? , ¿Hombres y mujeres tendrán mayor control de sus instintos? (depredación, egoísmo, intolerancia, consumismo).

¿El capital social de la humanidad (conocimiento y cultura) serán suficientes para transitar los próximos periodos desafiantes de supervivencia y progreso? ¿La humanidad, será más humana o cruel, y el hombre más dueño de sí mismo? Reconozco que tengo mas preguntas que respuestas, sin embargo, no todo está perdido, sé lo que quiero y debo hacer.

Nuestra tarea es entregar en las mejores condiciones la estafeta de vida a las nuevas generaciones. El legado que heredaremos no puede ser negativo.
Contribuir favorablemente a la evolución es un deber.

En este sentido, ¿qué tipo de educación y herramientas didácticas utilizarán padres y maestros en sus procesos de enseñanza? Niños y jóvenes requieren alcanzar el futuro cercano en las mejores condiciones.…empoderados, con solvencia de conocimientos y habilidades, sólidos valores, vigorosas creencias personales, autoestima personal bien puesta, alejados de la mediocridad, la indiferencia, el miedo y el conformismo.

Estas habilidades les permitirán transitar sobre los peligros naturales propios de la vida, con seguridad, dignidad y bienestar.
Actualmente, segmentos de la población experimentan crisis de confianza, y miedos.

Desconocer qué pasará más adelante, provoca profunda incertidumbre que ensombrece el futuro y boicotea las esperanzas.

Se ha reflexionado mucho acerca de que las crisis ofrecen las mejores oportunidades. Este es momento clave para tomar aire, aprender y seguir adelante. Lidiar con nuevas reglas y circunstancias, tomar decididamente las riendas de nuestras vidas, provocando los mejores resultados.
Cuando miro niños y jóvenes pienso en mis hijas, hijos y nietos.

Reflexiono acerca de lo que en mi opinión deben conocer y hacer para asegurarse una vida útil y placentera, al fin y al cabo, códigos para la supervivencia, el beinestar y el éxito.

Pienso que lo primero que les diría, es; Sean felices, valoren lo que tienen, disfruten la oportunidad de estar vivos.

confíen es su capacidad para enfrentar la vida como viene, conozcan, aprendan y gocen la vida y el mundo, dominen y utilicen la tecnologia, vean las adversidades como oportunidades, vivan como emprendedores perseverantes, lean muchos libros, adquieran nuevos conocimientos y habilidades, nunca dejen de aprender. Confíen plenamente en ustedes.

El juego de la vida es luchar constantemente por sobrevivir, aprender, tener claridad de rumbo, alcanzar el éxito en lo que se propongan.

De manera entusiasta jueguen el juego de caer y levantarse, mantenerse en pie y con la frente en alto, siempre firmes y dignos.

Construyan alianzas todo el tiempo, conserven su familia y amigos, son un tesoro. Sean generosos y solidarios, no teman, perseveren hasta alcanzar lo que buscan, insistan una y otra vez. Disfruten el trayecto.

Desarrollen su liderazgo, pulan formas y trato personal, tolerancia, sumen, integren, convenzan.

La constante en la vida será siempre, combatir hasta vencer, disfrutando cada momento.

Trabajen y luchen permanentemente sin perder el placer y el gusto por vivir.

Definan claramente lo que quieren, dejen huella a su paso, un legado satisfactorio en todo cuanto hacen. Durante el día no bajen la guardia hasta conseguir sus propósitos y por la noche, aprendan a dormir tranquilos y en paz.

Los adultos necesitamos entender que niños y jóvenes son la razón principal que debe impulsar nuestras decisiones.

No permitamos que su futuro sea un desastre, un futuro marcado con el signo de la intolerancia y el autoritarismo. Un futuro donde los que piensan distinto son denostados, con la sociedad fragmentada y la libertad militarizada.

Nuestra lucha ciudadana aún no termina. Un futuro de libertad, democracia, educación, seguridad, bienestar social y respeto a la dignidad humana se está sembrando ahora.

Los jóvenes tendrán así la oportunidad de aplicar sus valores, mantener el compromiso de participar activamente en la vida social y política de la que son parte, para labrar un mejor presente, lejos de permanecer ajenos al compromiso de luchar por las libertades de esta nación.
Los jóvenes deberán mantener viva la certeza de que un mundo mejor sí es posible, siendo esta razón, suprema, es el mayor motivo para luchar hasta el sacrificio.

Tengan fe y confianza, sean dignos y leales con ustedes mismos ante la vida, merecen lo mejor.

Experimenten amor por la vida y por todo cuanto hacen, en tanto que solo lo que amas disfrutas, proteges e impulsas, porque amor y gratitud son igual a inmunidad.

Ciertamente la juventud se acaba, no por el transcurso de los años, sino cuando dejas de soñar. Se marchita, cuando extravías el coraje y rebeldía por alcanzar los propósitos anhelados.

La juventud se pierde, cuando no encuentra el poder de la magia que tiene dentro.

En contraparte, la juventud permanece y vive hasta el final de los tiempos, en mujeres y hombres, mientras tengan una razón y una causa porque luchar.
¡Ánimo! México es nuestra causa y razón de ser, el futuro brota de nuestras decisiones. Hagamos Causa Común por México.

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