Hugo Ruiz, presidente de GS1 México y actual director de Logística y Atención al Cliente de Colgate-Palmolive

La historia del ‘Ogro ruin’

Corrió a los empleados ‘viejitos’ y contrató a puros jóvenes. Había sido nombrado director de Tecnologías de la Información en Colgate-Palmolive y se encontró con una estructura que le pareció obsoleta. “Yo era un chavito, un Boomer Millennial, el que sabía todo, conocía todo, el sacalepunta”, recuerda Hugo Ruiz, presidente de GS1 México y actual […]

Corrió a los empleados ‘viejitos’ y contrató a puros jóvenes. Había sido nombrado director de Tecnologías de la Información en Colgate-Palmolive y se encontró con una estructura que le pareció obsoleta.

“Yo era un chavito, un Boomer Millennial, el que sabía todo, conocía todo, el sacalepunta”, recuerda Hugo Ruiz, presidente de GS1 México y actual director de Logística y Atención al Cliente de Colgate-Palmolive.

Para lograr la transformación digital de la empresa, pensó que todo lo que había en el área no servía y que tenía que comenzar de cero.

Pero sus planes no salieron como esperaba. Su jefe lo paró en seco y le puso una regañiza: “No puedes comenzar de la nada ningún proyecto, no puedes desaprovechar el talento y experiencia de la gente en tu plan de construir el futuro. Es el peor error que puedes cometer.”

Regresó a su casa llorando. Los días siguientes tuvo que recular, pedirle perdón a la gente que ya había despedido y ofrecerles que se quedaran en la empresa.

Fue una gran lección para Hugo que, hasta entonces, se había distinguido como un jefe al que solo le importaba llegar a los resultados, sin tomar en cuenta a las personas. Por eso, la gente le decía ‘Ogro Ruin’.

“Era el clásico jefe cascarrabias”, reconoce en entrevista para el podcast Fábrica de Líderes.

A lo largo del tiempo, en su camino en el mundo corporativo y aprendiendo de sus diferentes jefes y equipos, Hugo vivió una transición.

“Ahora me preocupan más las personas que los resultados porque yo sé que sí me preocupo por las personas voy a lograr los resultados”, dice el presidente de GS1, una organización privada dedicada a la elaboración y aplicación de estándares y soluciones globales para ayudar a las empresas de todos los tamaños a ser más eficientes y exitosas. Uno de sus productos clave es el código de barras.

Hugo nos comparte siete acciones para pasar del jefe ogro al líder inspirador:

  1. Habla menos y escucha más a tu equipo para saber cómo piensan y cuáles son sus necesidades
  2. En lugar de sermonear, mejor sé un ejemplo a seguir, actuando de forma ética y profesional
  3. Sé humilde: reconoce que no lo sabes todo, que no eres perfecto y que cometes errores
  4. Acepta la incertidumbre que existe en el mundo actual y acepta que no tienes el control de todo
  5. Hay que ser resiliente: si te caes, hay que aprender del error y volverte a levantar
  6. Entiende tus emociones profundas, mantente en contacto con ellas y aprende lo que tienen que decirte
  7. Muéstrate tal cual eres: como un humano de carne y hueso y, por lo tanto, vulnerable

Aprender esto no ha sido fácil. “Esto lo he aprendido a través del tiempo, a través de que me caí… He cometido muchos errores y he tenido que reconocer que la regué”.

Hoy, Hugo evolucionó y es un líder más humano, más orientado a ser un coach a quien le gusta compartir sus conocimientos a las nuevas generaciones. Sabe que los fracasos y errores seguirán, pero él seguirá aprendiendo con humildad de esas experiencias.

“Si uno se cae hay que volverse a levantar, y para adelante, y no culpar a nadie más que a uno, y ver qué hacemos distinto para que no suceda de nuevo.”

Genaro Mejía es periodista digital y de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019

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