Marko Cortés expresó su respaldo público para la continuidad de Murguía. Foto: Especial

Redes de Poder: Las fisuras azules

El nombramiento de Ricardo Anaya en el PAN revela divisiones. Además, crecen dudas sobre la imparcialidad en elecciones judiciales

Como se había adelantado, se confirmó el nombramiento de Ricardo Anaya Cortés como nuevo coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado de la República, sustituyendo a Guadalupe Murguía, un relevo que ya se veía, pero no por ello dejó de generar críticas dentro del panismo, como las que hiciera el exgobernador Francisco Domínguez o la exaspirante a la dirigencia nacional, Adriana Dávila.

Pero, algo muy sintomático de lo que pasa en el panismo y que quedó en evidencia en el jaloneo por la coordinación fue que la propia bancada está dividida y que los acuerdos ya no tienen peso.

Y es que al “descartarse” como coordinador, un día antes de hacerse pública la llegada de Anaya, el exdirigente nacional Marko Cortés expresó su respaldo público para la continuidad de Murguía, a pesar de que ya todos sabían que no continuaría. ¿O fue solo un dardo después de que no fue Cortés el elegido, pese al acuerdo existente?

Impulsos en la carrera

Nos cuentan que no serán pocos los aspirantes, de entre los que puedan ser elegidos para aparecer en las boletas del próximo 1 de junio para buscar una plaza de juez o magistrado en las próximas elecciones judiciales. Tendrán que responder y pronto, a quienes los impulsaron y hasta cabildearon para lograr su registro.

Nos cuentan que el respaldo que están recibiendo diversos perfiles que buscan ser impartidores de justicia en el Poder Judicial de la Federación, y que en algunos casos se ha hecho más evidente que en otros, no es gratis, pues detrás de ellos habría empresarios, despachos muy poderosos y, por supuesto, políticos e incluso personajes del gremio sindical. Quién sabe de qué magnitud sean realmente los casos, pero sí genera preocupación entre aquellos que aún tienen la expectativa de que haya realmente equidad.

Entre abogados te veas

¿Qué tienen en común Guillermo Herrera Moro Acosta, José María Ferez Gíl y Abraham Morelos García? Sencillo: los tres son profesores de nuevo ingreso en la Facultad de Derecho de la UNAM, ninguno tiene antecedentes o experiencia docente en esa institución, los tres recibieron cursos de materias muy codiciadas entre los profesores, y los tres fueron incorporados en plazas docentes que correspondían a maestros históricos, como Sergio González Muñoz.

Pero hay otro elemento común: todos son parte del Bufete Jurídico Jauregui y Del Valle, propiedad de Luis Gerardo del Valle, quien también preside el Patronato de la Facultad de Derecho. En ese mismo despacho labora otra joven promesa del Derecho Fiscal: Gerardo Castañón, quien se promueve como el inminente secretario general de la institución.

Nos dicen que en la rectoría, que encabeza Leonardo Lomelí, ya tomaron nota tanto del conflicto de intereses, como de la evidente colonización de esa Facultad, operada desde el despacho Del Valle.

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