El apego y cariño a la divisa albiazul, su trabajo dentro de Femsa y el conocimiento y gusto por el futbol eran credenciales suficientes para que Manuel Filizola ingresara al orden jerárquico de Rayados. Foto: Twitter @Sergio197093401

Filizola, el libertador del BBVA

En el mes que lleva Manuel Filizola dentro del club dicen lo que saben que se respiran “otros aires”: el estadio presenta grandes entradas, los tres equipos profesionales marchan líderes en sus respectivas ligas y los aficionados aseguran es “un ambiente diferente” el que viven en el estadio.

Existe una nación cuyos ciudadanos parecen haber encontrado una especie de independencia o liberación. Festejan como si “soplaran”, como leí por ahí, “vientos de cambio”.

Estas mujeres y hombres dan la impresión de que llegó a ellos una especie de libertador que los soltó de un gobierno dictatorial que los tenía subyugados. A este grupo se les conoce como “Filizolistas”, es decir, los seguidores de don Manuel Filizola.

Y no es para menos. Porque, como si fuera obra de casualidad, desde que el empresario llegó a la cabeza del Consejo de Administración del Club de Futbol Monterrey se vive, según testimonios, un ambiente hasta diferente en la institución.

Filizola parecía el sueño guajiro de muchos hinchas rayados. El apego y cariño a la divisa albiazul, su trabajo dentro de Femsa (tres décadas en la empresa), el peso en Oxxo-Gas y el conocimiento y gusto por el futbol eran credenciales suficientes para que ingresara al orden jerárquico de “La Pandilla”.

Fue hace algunos años cuando el apellido Filizola comenzó a tomar fuerza en los pasillos del Estadio BBVA como un candidato a asumir un puesto importante dentro del club, es decir la presidencia del club.

Sin embargo, conforme los ciclos avanzaban, ese anhelo parecía inalcanzable y los apellidos Davino y González Ornelas seguían apareciendo en el organigrama albiazul. Por si esto no fuera suficiente, los resultados deportivos no satisfacían a los ciudadanos de la nación rayada, a pesar del título liguero del 2019, dos “Concachampions” y una Copa MX (considerando los tiempos más recientes). Incluso había un evidente “divorcio” entre el respetable y el club. Filizola sólo aguardaba. En ese lapso era común verlo en los pasillos del BBVA como si fuera un aficionado abonado más de entre los miles que hoy tiene el club.

Y, en el día menos pensado, Duilio dejó de ser presidente del club para que asumiera un “viejo rayado” llamado José Antonio “Tato” Noriega. Sin embargo, don José González seguía en el puesto que muchos consideraban, casi por decreto, debía poseer don Manuel.

El pasado 16 de enero, Rayados hizo oficial la salida del CP González Ornelas y dio la bienvenida a Filizola. La Nación Rayada celebraba esta ¿independencia?

Pareciera una broma y ya es anécdota, pero en el mes que lleva Manuel dentro del club dicen los que saben que se respiran “otros aires”. El estadio presenta grandes entradas; los tres equipos profesionales (Rayadas, Rayados y Raya2 Expansión) marchan líderes en sus respectivas ligas y los aficionados aseguran es “un ambiente diferente” el que viven en el estadio.

Hoy los “Filizolistas” sonríen. Su bien amado líder al fin está donde -consideran- siempre debió estar. Y, ¿saben algo? Pienso que esta “luna de miel” apenas está comenzando.

 

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