Esta pasión no se inventa
No hubo forma de levantar la pasión en esta Serie Mundial llena de bandazos con hits y mas hits y palizas alternadas entre GIGANTES y REALES, que aburrieron cuando la esencia del juego, PITCHEO ES EL NOMBRE DEL JUEGO, no apareció nunca.
Una Serie tan aburrida solo es soportable cuando uno o los dos equipos son de arrastre universal como YANQUIS, DODGERS, MEDIAS ROJAS, que mantienen a la audiencia global en sus asientos a pesar de todo, los demás o juegan buen béisbol o el aburrimiento los mata.
Alfredo Domínguez Muro3
No hubo forma de levantar la pasión en esta Serie Mundial llena de bandazos con hits y mas hits y palizas alternadas entre GIGANTES y REALES, que aburrieron cuando la esencia del juego, PITCHEO ES EL NOMBRE DEL JUEGO, no apareció nunca.
Una Serie tan aburrida solo es soportable cuando uno o los dos equipos son de arrastre universal como YANQUIS, DODGERS, MEDIAS ROJAS, que mantienen a la audiencia global en sus asientos a pesar de todo, los demás o juegan buen béisbol o el aburrimiento los mata.
No dudo que se rompa el récord de menor audiencia en la historia de las Series Mundiales.
La serie bipolar
Solo los villamelones o aficionados de ocasión podrán estar felices de ver batazos y palizas alternadas sin que los lanzadores impusieran su ley en la que teóricamente debería ser lo contrario.
Si ambos equipos llegaron tan lejos es precisamente por el bateo oportuno que respalda siempre a un buen pitcheo, esa es la mezcla perfecta, el equilibrio para un equipo que alcanza la Serie Mundial.
> El primero lo ganaron los GIGANTES DE SAN FRANCISCO por paliza de 7-11.
> El segundo se lo llevaron los REALES DE KANSAS 7- 2.
> El tercero otra vez KANSAS CITY, ahora sí apretado 3-2.
> El cuarto SAN FRANCISCO 11-4, con este regresaron las palizas.
> El quinto San Francisco se lo lleva 5-0, blanqueada y paliza.
> El sexto Kansas City 10-0, otra palizota.
Así o más bipolar esta Serie Mundial 2014 en la que parecían ponerse de acuerdo uno después de otro para un pitcheo bueno contra otro espantoso pero, tristemente, sin coincidir dos pitcheos fuertes al mismo tiempo.
Récord de ratings
Por supuesto nos quedaremos muy pero muy lejos de aquella GRAN SERIE MUNDIAL de 1978 que se disputó entre los dos equipos más populares del mundo, YANQUIS y DODGERS, alcanzando un rating promedio de televisores totales de 33 por ciento, con “share” o promedio de televisores encendidos superando los 56 puntos con victoria en seis juegos de los Yanquis del manager BILLY MARTIN, encabezados por “MÍSTER OCTUBRE” Reggie Jackson, Willie Randolph, el súper pitcher RON GUIDRY y su relevo de lujo, “El Ganso” GOOSE GOSSAGE.
La Serie de 1980 tuvo números muy cercanos entre los FILIS de Filadelfia, que se llevan la Serie en seis juegos sobre estos Kansas City Royals.
En contraparte, los ratings más bajos se dieron hace apenas dos años cuando estos GIGANTES barren en cuatro juegos a los TIGRES DE DETROIT, entonces un paupérrimo porcentaje de apenas 7 puntos los coloca en la línea de la vergüenza.
Después de estas cifras espantosas las Grandes Ligas buscaron algunas fórmulas para evitar este desprecio de la teleaudiencia al famoso y LEGENDARIO de octubre.
Solo el séptimo…
Y quizá el tercero de la serie, generaron competencia genuina con buen pitcheo, que da por consecuencia poco carreraje y mucha emoción.
El lanzador derecho MADISON BUMGARNER se salva de la quema, como el pítcher que saca la cara por su gremio en sus tres salidas.
Su blanqueada en el quinto juego, apoyado por las cinco carreras de los Gigantes y su pitcheo dominador en el séptimo y definitivo, a pesar de tener solo una carrera de ventaja.
Los GIGANTES se llevaron su OCTAVA SERIE en 20 apariciones en el Clásico de Otoño, su hegemonía en los últimos años no se cuestiona ganando el título en 2010, 2012 y ahora 2014, un gran récord para uno de los equipos más antiguos de Grandes Ligas y con el mayor número de jugadores en el Salón de la Fama. Pero todo esto y más adornos, no lograron nunca en la Serie despertar la pasión que las Grandes Ligas piden a gritos… Así de fácil.
