Una investigación del IMCO pone de relieve cómo la CFE y sus empresas realizan prácticas para distorsionar los estados financieros

El espejismo de la CFE

Una investigación del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) pone de relieve cómo la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y sus empresas productivas subsidiarias realizan prácticas para distorsionar los estados financieros del Instituto. Según la organización, las subsidiarias que presentan utilidades compensan a aquellas que tienen pérdidas y, esto, sumado a la distorsión de los […]

Una investigación del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) pone de relieve cómo la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y sus empresas productivas subsidiarias realizan prácticas para distorsionar los estados financieros del Instituto.

Según la organización, las subsidiarias que presentan utilidades compensan a aquellas que tienen pérdidas y, esto, sumado a la distorsión de los estados financieros y operativos evita que se refleje la situación real en la que se encuentran las distintas subsidiarias. Lo anterior, como señala el informe del IMCO, tiene múltiples implicaciones, todas negativas, pero sobre todo, se menciona, termina afectado a los usuarios, que acaban pagando un costo más alto de la energía eléctrica ante la falta de competencia.

Este estudio llega en un momento en que la CFE busca condiciones favorables para contratar deuda para financiar sus proyectos para los próximos tres años. Las condiciones favorables en cuanto a las tasas de interés, al menos, se ven muy, muy complicadas.

Lo que se espera en aduanas

La creación de la Agencia Nacional de Aduanas y todo lo que conlleva su puesta en marcha, ha generado mucha expectativa en el sector energético, sobre todo por lo que podría afectar o incidir la actuación de este nuevo ente en materia de exportación hacia el país.

Precisamente uno de los objetivos de reforzar las aduanas y darle el control operativo a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Secretaría de Marina fue para evitar la presunta corrupción que permitía prácticas como la entrada de drogas, el contrabando, y el llamado “huachicol” fiscal en la importación de hidrocarburos, una práctica que comenzó a tomar fuerza en años recientes.

En los últimos meses, la Administración General de Aduanas, a cargo del mexiquense Horacio Duarte, había reforzado la estrategia para frenar la entrada ilegal de combustibles, lo cual distorsionaba el mercado y representaba una pérdida para la Hacienda pública. Hoy, los propios participantes del sector reconocen que esta problemática, si bien no ha sido erradicada, sí está sensiblemente disminuida.

Las dudas que genera la creación de esta agencia y la participación más activa de las Fuerzas Armadas, en el mercado de hidrocarburos, apuntan a si no se verá afectado el flujo de las importaciones, el cual, por cierto, ya se perfila a complicarse tras la modificación de las reglas de comercio exterior en junio pasado.

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