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El cliente NO siempre tiene la razón

Para un chef, su vocación es servir y complacer al comensal.  Pero todo tiene sus límites…

Para un chef o un restaurantero, el restaurante es su casa.  Ir a desprestigiarla, criticarla, faltarle el respeto a sus trabajadores, a querer cambiarle el concepto de su propuesta, les ofende y eso en su casa ya no es aceptable.

Con el apoyo de varios chefs representativos de Monterrey, obtuve los 14 puntos mas críticos, en donde el chef y el cliente no siempre coinciden.

Y me queda muy claro por qué el cliente NO siempre tiene la razón…

https://www.youtube.com/watch?v=H3YvLlA8BJk&list=UUCCjc1piE1mIrhcE3ejENeA

Para un chef, su vocación es servir y complacer al comensal.  Pero todo tiene sus límites…

Para un chef o un restaurantero, el restaurante es su casa.  Ir a desprestigiarla, criticarla, faltarle el respeto a sus trabajadores, a querer cambiarle el concepto de su propuesta, les ofende y eso en su casa ya no es aceptable.

Con el apoyo de varios chefs representativos de Monterrey, obtuve los 14 puntos mas críticos, en donde el chef y el cliente no siempre coinciden.

Y me queda muy claro por qué el cliente NO siempre tiene la razón…

Ellos dicen:

1.- No pidas las de la casa.  Somos un negocio, no una obra de caridad.  

¿Cuándo vas al dentista pides el empaste “de la casa”? O bueno, mañana voy a tu negocio y quiero que me regales algo.

2.- No te quejes del descorche.  El descorche no es una obligación, es un servicio.  Y como todos los servicios se cobra.  

Regatear el precio del descorche o exigir el descorche sin costo es de pésimo gusto y educación.  

El restaurante tiene una carta de vinos, si quieres llevar tu vino, marca antes al lugar para saber si aceptan el descorche. Y si lo hacen, paga lo que se te cobra.  

Algunas veces la copa que te dan para el descorche del vino que llevas, vale más que tu botella.  

¿Quién la paga si la copa se rompe al lavarla después de que tu la utilizaste?

3.- Ordenar un corte de carne  “bien cocida pero jugosa”.  Ese término no existe. Además ten paciencia porque el tiempo de espera puede ser más largo.

4.– No llegues al restaurante con un pastel.  En los restaurantes venden postres.  ¿O ves bien ir a un vas restaurante con tus tamales?

5.- No pidas un platillo servido en dos platos, pues los platillos están diseñados para cierto gramaje.  

De hecho, esto afecta directamente la presentación del mismo. Y, por favor, no digas que se te hizo poca la porción.

6.- No regreses algo, “porque no era lo que esperabas”.  El aprendizaje conlleva un costo.  Asúmelo.

7.– Honra tu reservación.  El no-show (no presentarse) es un dolor de cabeza.  No cuesta nada avisar si hay un cambio de planes. Considera que hay gente que se queda sin lugar por tu mesa.  

Además, gran parte del sueldo del mesero, y del personal del restaurante depende de las propinas que dejan los clientes.  

8.- Respeta a los meseros, capitanes y a las hostess.  Todos ellos ejercen una profesión y un oficio honorable.  Igual que cualquier otro.  Respétalos.  

A no ser porque perdiste a tu perro, no le chifles ni le truenes los dedos a ningún ser humano para solicitar su atención.

9.- No quieras poner tu iPod.  No es tu casa.

10.– No descargues tu ira con el personal del restaurante.  Si tu empresa está a punto de la quiebra, o te quieres emborrachar porque te corrieron del trabajo o estas peleado con tu pareja, eso no es problema del restaurante.  

Aprende a manejarlo de manera apropiada y no lo proyectes sobre la hostess, capitán o meseros del restaurante.

11.- Ponte de acuerdo con tus compañeros de mesa sobre como van a pagar la cuenta. Los cajeros ni los meseros son tus contadores personales. Anunciar que quieres dividir la cuenta entre todos al final de la comida tiene un costo considerable de tiempo.

12.– El menú está diseñado.  Si crees que sabes mas que el chef.  Pon tu propio restaurante, pero no fastidies al mesero con tus opciones de cómo debería ser tal o cual platillo. Un restaurante no tiene porque hacer un plato a tu manera.   Las cosas como son. Los cambios pueden ser leves, como una guarnición por otra.  

Por otro lado, pedir algo fuera del menú fastidia la actividad coordinada de la cocina.

13.– Cuidado con lo que publicas en las redes sociales.  Esto puede llegar a tener un impacto considerable.  Toma en cuenta que se trata de un negocio de donde dependen muchas personas para sobrevivir.  

Tu opinión vale, pero no tanto como para dañar a un equipo de profesionales.  

Si tuviste una mala experiencia se discreto y mejor has tus comentarios directamente al encargado del restaurante.  No descargues tu ira de manera irresponsable.

14.– Se puntual. No te enojes si llegaste tarde y perdiste tu reservación. Y no presiones al personal con semejantes amenazas como “Conozco al dueño”. Con mas razón, de ser así, respeta su negocio.

> Aunque la opinión del cliente es muy valiosa, éste debe respetar al personal del restaurante y los platillos que se le sirven. Para un chef, el restaurante es su casa y, como a todos, espera que no se le falte al respeto o se le desprestigie.

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