La sorpresiva noticia de la compra, por parte de Pemex, de la participación de Shell en la refinería Deer Park de Texas

Dos visiones de una compraventa: Deer Park

La sorpresiva noticia de la compra, por parte de Pemex, de la participación de Shell en la refinería Deer Park de Texas, en Estados Unidos, ha generado diversas reacciones en el sector energético nacional, e incluso cada día que pasa crecen las dudas, sobre todo después de que el día de ayer, el director Octavio […]

La sorpresiva noticia de la compra, por parte de Pemex, de la participación de Shell en la refinería Deer Park de Texas, en Estados Unidos, ha generado diversas reacciones en el sector energético nacional, e incluso cada día que pasa crecen las dudas, sobre todo después de que el día de ayer, el director Octavio Romero Oropeza reconociera que la refinería tiene una deuda cercana a los 980 millones de pesos.

Más allá de la controversia y de las distintas posturas, esta compraventa ha puesto en perspectiva dos visiones energéticas que contrastan. Por un lado, Shell, una de las más grandes empresas de los sectores petrolíferos y de gas natural a nivel mundial sigue diversificando su participación en otros sectores y parecen estar dando pasos para salir paulatinamente del negocio de los hidrocarburos. La venta sigue el mismo sentido.

En contraparte está el Gobierno mexicano, que redobla su apuesta por la independencia energética y por la refinación de combustibles. En ese punto medio coincidieron, una apuesta hacia el futuro y otra que apunta hacia el pasado. El tiempo dirá.

MERCADO SIN CONTROLES

Y de este lado de la frontera, un mercado que está fuera de control por el alza de precios es el del gas LP, una situación que, si bien puede estar parcialmente condicionada por algunos factores o variables sobre las que no se puede tener un verdadero control, se podría haber agudizado por la omisión de los reguladores, tanto la Comisión Federal de Competencia Económica, como la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Los precios ya están en máximos históricos en varios estados del país, y por lo que se dice en el sector, es más probable que sigan subiendo a que disminuyan, al menos en el corto plazo.

El origen del problema, nos dicen, es en las prácticas monopólicas que persisten en muchas regiones, lo que ha sido permitido (al menos por omisión) por la Cofece.

A todo esto, en días recientes la CRE canceló 69 permisos de comercialización de petrolíferos y gas natural, debido a que los permisionarios no reportaron operaciones en el último año. Muchos cuestionamientos en el sector.

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