No hay imagen disponible

Camino de fe

Buscaba treparse a cualquier lugar que le resultara inalcanzable desde niño, “tal vez quería escapar a mi tiempo, tal vez quería ver el mundo desde una perspectiva diferente y era un explorador de corazón. Quién sabe y ¿a quién le importa? Pero yo era un pequeño escalador. Y nadie, ni mis padres, ni los maestros, […]

Buscaba treparse a cualquier lugar que le resultara inalcanzable desde niño, “tal vez quería escapar a mi tiempo, tal vez quería ver el mundo desde una perspectiva diferente y era un explorador de corazón. Quién sabe y ¿a quién le importa? Pero yo era un pequeño escalador. Y nadie, ni mis padres, ni los maestros, nadie podría detenerme”.

Eso fue lo que dijo Philippe Petit que le movía a seguir adelante, el carecer de límites, seguir sin miedo, aprendiendo equilibrismo de manera autodidacta, nunca pensando en que podría caerse.

Y así el francés se supo dominante del cable de tensión, llevando su hazaña primero a cruzar las dos torres de la Catedral de Notre Dame sin ninguna seguridad de por medio, la cuerda de acero bajo sus pies y la pértiga de equilibrio eran su única compañía en las alturas.

Otra aparición de este calibre de parte de Petit fue en el puente de la bahía de Sídney, Australia en 1973, pero su sueño estaba postrado en una proeza prácticamente imposible: tensar un cable para caminarlo entre las recién inauguradas torres gemelas del World Trade Center en Nueva York.

Nada detenía al acróbata, llevaba seis años planeándolo minuciosamente desde que vio un anuncio de cuando comenzó su construcción, todos los esfuerzos anteriores eran solo la antesala para prepararse al reto maestro, el cual llevaría a cabo el 7 de agosto de 1974.

De esta anécdota sin precedentes fue que se realizó el documental “Man on wire” con el testimonio de Petit y sus cómplices para lograr el acto de cuerda floja en las alturas, el largometraje dirigido por James Marsh fue estrenado en Sundance en 2008 haciéndose acreedor de Gran Premio del Jurado.

También el filme logró ganar en los premios Oscar en la categoría de Mejor Documental al año siguiente, desbancando a “Encuentros en el fin del mundo” del alemán Werner Herzog.

Hay momentos en la historia universal que parecen sacados de una ficción, que realmente son verosímiles a pesar de todo y lo que hizo Petit resulta sorprendente inclusive en la era moderna, además lo mejor de todo es que el equipo del artista logró capturar el momento en fotografías y filme que persisten hasta ahora.

En 2015 Robert Zemeckis filmó la película de la caminata que hizo el francés entre los edificios de Manhattan, “En la cuerda floja” con Joseph Gordon-Levitt como Petit, pero el documental arroja mucha más adrenalina al ser contado de viva voz por parte del hombre que ahora tiene 68 años.

Sea cual sea la versión, lo que hizo el francés es digno de reconocerse, ya que es un hombre que ni siquiera tuvo que vencer el temor a caer, ya que jamás lo imaginó, solo fue y caminó dando un salto de fe.

Te puede interesar
CELULOIDE ¿Lo mejor del 2022? El día de ayer publicamos aquí, con ayuda de Oliver Meneses, el listado de las 10 películas más vistas en cines mexicanos durante el año, y los resultados son, pues lo que se podía esperar, solo están los grandes blockbusters estadounidenses, las enormes franquicias, los estrenos pop del momento y eso es decepcionante. Lo más […]
CELULOIDE Under pressure En las cotidianeidades, en el letargo, en la pasividad de la vida o su complejidad, también suceden historias, esto me lo hizo latente hace poco la cineasta española Ainhoa Rodríguez, pero traspasarlas al cine es una tarea ardua, o se logra o se fracasa. Acudí a la Cineteca Nacional sin ninguna idea preconcebida a ver […]
CELULOIDE La risa en vacaciones Queridos Lectores, veamos las cosas del lado amable, al fin, el mártir de la democracia (cof cof, aspirante silencioso morenista a la Presidencia en 2024) Ricardo Monreal, se tira cual Juan Escutia y “defiende” que los mexicanos podamos tener 12 días de vacaciones de corrido en el trabajo que nos corresponda. ¡Aleluya! Pero… detengámonos un […]