Un buen día, queriendo ganar la atención de su padre, Zulina Muñoz le pidió que la llevara a una pelea en la arena Coliseo

Batallas perdidas

¿Con quién te enojas cuando algo no te sale bien? ¿A quién le reclamas cuando un proyecto tuyo fracasa? ¿Contra quién estás librando la batalla de la frustración? Las peleas contra la frustración son batallas perdidas: no hay contra quién pelearlas. Sólo nos queda aprender del fracaso y ser humildes para reconocer que muchas cosas […]

¿Con quién te enojas cuando algo no te sale bien? ¿A quién le reclamas cuando un proyecto tuyo fracasa? ¿Contra quién estás librando la batalla de la frustración?

Las peleas contra la frustración son batallas perdidas: no hay contra quién pelearlas. Sólo nos queda aprender del fracaso y ser humildes para reconocer que muchas cosas ocurrirán no cuando queramos, sino cuando tengan que ser.

“A lo mejor tenías un proyecto muy padre, pero no se pudo hacer… te enojas con el mundo, con la gente que estaba contigo. Pero pasa el tiempo y ves que hay algo mejor”, dice Zulina “La Loba” Muñoz, campeona mexicana de boxeo. Su historia nos enseña cómo hacer frente a la frustración.

Era una niña tímida a la que sus compañeros le hacían bullying. No sabía defenderse. Era su hermana pequeña la que salía al quite. Su hermano mayor era el consentido de su papá porque era boxeador amateur.

Un buen día, queriendo ganar la atención de su padre, Zulina le pidió que la llevara a una pelea en la arena Coliseo. “Me enamoré de la arena, de los gritos, de la gente…Yo tenía 16 años. Y ese día llegué a jugar con mi papá a darle golpes y me dijo: ‘¡Pegas bien duro; si tú entrenas, puedes llegar a ser campeona!’”

Aunque sólo quería llamar la atención de su papá, Zulina encontró en el ring toda la fuerza que tenía dentro. “Toda la timidez, la pena, el miedo desaparecieron. Arriba del ring ese día descubrí que yo podía hacer lo que quería.”

Luego de 4 años de entrenar y trabajar muy duro, en 2019, cuando ya había sido campeona nacional y se había hecho de un nombre, se abrió la oportunidad esperada.

Su coach, Mauro Ayala, llegó ese día y le anunció: ¡Tenemos fecha para pelear por el campeonato mundial contra Ana María Torres! La pelea jamás se llevaría acabo porque Zulina tenía otra noticia que darle a su profesor: estaba embarazada.

Para ella, a los 20 años, su carrera estaba terminada. Le tocaba seguir el mismo camino que la mayoría de sus amigas: casarse, tener hijos y olvidarse del boxeo. Su papá la impulsó para que, después de tener a su hijo, regresara al ring.

En su segunda pelea, ya siendo mamá, logró el campeonato juvenil y ahí comenzó una carrera ascendente hasta convertirse en campeona mundial de peso mosca.

Luego de hacer 10 defensas de su campeonato, perdió el título en la pelea número 11. Cuando llegó el momento de la revancha, vino su segundo momento de frustración: resultó embarazada otra vez y tuvo que poner pausa de nuevo a su carrera.

Tras el nacimiento de su segunda hija, Zulina volvió a los cuadriláteros y volvió a ser campeona mundial, y es ya la número 4 del Consejo Mundial de Boxeo. Buscando el doble campeonato mundial llegó la pandemia y tuvo que esperar de nuevo.

Este 30 de abril, esta mamá de dos niños, peleará por convertirse en doble campeona mundial después de aprender cómo enfrentar la frustración, luego de dos embarazos y una pandemia.

“Yo creo que Dios sabe por qué hace las cosas y que él te manda las cosas en el momento indicado. Ni antes ni después.”

Genaro Mejía es periodistadigital y denegocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019

Te puede interesar
Bar Emprende Escuchar para innovar Nada nuevo se puede crear si no sabes escuchar las ideas de tu equipo y las necesidades de tus clientes, dice Juan Carlos Molina, director general de GS1 México. Y tú, ¿qué tanto escuchas?