En una era sedienta de figuras y entidades con valor, el auto-rescate del Atlas con su corona de Liga obtenida tras 70 años de espera

Atlas y el Bazar de la nostalgia

En una era sedienta de figuras y entidades con valor, el auto-rescate del Atlas con su corona de Liga obtenida tras 70 años de espera y el mismo logro del Cruz Azul luego de 24 años de sequía marcan un 2021 peculiar que aporta viento fresco al mercado de la nostalgia.

En una era sedienta de figuras y entidades con valor, el auto-rescate del Atlas con su corona de Liga obtenida tras 70 años de espera y el mismo logro del Cruz Azul luego de 24 años de sequía marcan un 2021 peculiar que aporta viento fresco al mercado de la nostalgia.

La caja aún desprendiendo partículas de polvo fue depositada en la mesa. La caja de cartón con envoltura de papel kraft, apenas con un par de arruguitas lucía impecable con todas sus leyendas: “Ballantines… Liqueur Blended Scotch Whisky”.

Como parte de la celebración por la conquista del segundo trofeo liguero en su historia, Integrantes de la plana mayor del Atlas, coronado horas antes en el Apertura 2021 luego de siete décadas de intentos infructuosos se reunieron en torno al paquete.

Miguel Ángel Fong González, presidente del Consejo de Directores de Atlas Clubes, extrajo con sumo cuidado una botella plana de dos litros.

La historia es simple: en 1954 esta joya fue entregada a los antiguos dueños del equipo con una recomendación escrita en el estuche con pluma fuente: “Propiedad del Club Deportivo Atlas de Guadalajara… Para destaparse hasta que el equipo gane un Campeonato”.

El sonriente directivo le dio la vuelta al tapón de rosca que al invertirse se convirtió en un vasito whiskero. Acto seguido, se inclinó a aspirar con lentitud el cuello de la botella para absorber el bouquet de una bebida con una carga simbólica.

“¡Uf!”, exclamó Fong González, luego de abrir los ojos y sacudir la cabeza en un espasmo por el ‘golpe’ aromático que recibió, antes de servir unas cuantas gotitas en las copas de los afortunados compañeros de celebración, por aquello de que es mejor “poquito, cuando es bendito”, y más si se trata de algo tan celosamente guardado por tantos años.

Esta pieza de memorabilia supera los más de un millón de pesos mexicanos en tiendas digitales sin considerar el valor estimativo ni el significado que tiene en este caso para la entidad rojinegra.

El 12 de diciembre el equipo tapatío venció en series de definición desde el punto penal al León en un hito que será almacenado para siempre en la barrica de la memoria, para perdurar aún más que una botella de whisky por diversas razones.

Se trata del segundo título en el trayecto de la Academia atlista, conseguido en fecha guadalupana y en el mismo día en que otro personaje jalisciense, Vicente Fernández, cerró el ciclo de su vida terrenal y del último gran cantante icónico del género vernáculo.

SACUDIDA MEDIÁTICA

Por increíble que pudiera parecer, las calles jaliscienses derramaron rojinegros por doquier para unirse en un festejo donde la noche duró más. Los fans no fueron los únicos que celebraron.

Las narraciones televisivas también hicieron su partido con un Atlas vencedor con informadores que simpatizan con el emblema. En TV Azteca el narrador central Christian Martinoli le cedió el micrófono a David Medrano, reportero de cancha que siempre ha cubierto a este equipo, para que relatara el colofón de las series desde los 11 pasos, con el tanto del argentino Julio Furch.

En TUDN, Enrique ‘Perro’ Bermúdez aportó su crónica emotiva y al final se pintó en la cabeza el escudo de los también llamados Zorros. En ESPN, el periodista Héctor Huerta comentó en el análisis postpartido que le daba gusto haber vivido para ver una coronación del Atlas.

A segundo término pasó la polémica de las decisiones arbitrales no solo en la Final, sino a lo largo de la Liguilla en las que aparentemente fue favorecido el cuadro de El Paradero –específicamente el gol en tiempo regular dentro de una jugada donde Aldo Rocha remata después de un offside desapercibido–.

MERCADO MELANCÓLICO

Los eslóganes o frases publicitarias de guerra forman parte del torrente sanguíneo de una marca. En el marketing deportivo, los mejores, que fielmente retratan los latidos de una entidad, son los lemas construidos desde lo que cuentan los propios fans.

“A lo Atlas” es una expresión con una carga tremenda de personalidad, estilo e historia como cuenta Martín Domingo Morales Rangel, mejor conocido como ‘Mingo el de la Bandera’, quien durante casi cuatro décadas ha recorrido las tribunas del Estadio Jalisco con su lábaro atlista de seis metros de alto para celebrar cada gol de los suyos.

“Los del Atlas nunca nos rajamos, vamos hasta el final. Nos caracterizamos por medirnos con quien sea al tú por tú y de ahí viene la frase de jugar al estilo Atlas, nunca vas a bajar las ganas ni el esfuerzo sin importar el resultado, hasta que se acaba el partido, nunca rendirse, ser rojinegro de corazón”, expone ‘Mingo’ y la piel se pone de gallina aunque se de otros colores.

No solo los deportistas en el campo de la acción, los personajes en torno al deporte también enriquecen la historia del mismo y cada uno aporta para el fan un recorte de la melodía o estribillo del soundtrack de su vida.

Por eso es que todos los enamorados del deporte, de sus escenas y protagonistas conservan artículos, accesorios tangibles, pero también remembranzas, experiencias y anécdotas en el baúl de lo concretamente intangible, las memorias del fan.

Por eso es que en la actualidad piezas no impresas ni acuñadas en materiales sólidos del mundo offline adquieren valor. Los NFT o Non-Fungible-Tokens especie a la que pertenecen los sellos y certificados digitales de autenticidad, pero también productos únicos, originales, dignos de almacenar en el espacio de lo memorable: El último dribling de Messi como integrante del Barcelona… El gif con el acercamiento de la mano de Dios…La card de Cristiano… Las últimas palabras de Enrique Borja en su retiro del futbol en una history bien producida por un usuario. Puro arte NFT y un nuevo merchandising de colección.

Los sentimientos juegan un papel importante en torno a este bazar de la melancolía, la que sin duda tiene rebasa la nostalgia o anhelo por lo que existió y se desea que perdure. Cuando la miel se junta con el dolor, que es lo que significa justamente esta palabra, entonces todo cobra un significado trascendente.

LOS CICLOS DE LA AÑORANZA

Diversas estadísticas circularon en estos últimos días del 2021 para destacar que hay equipos que incrementan la deuda con sus masas de partidarios. Si Cruz Azul y Atlas podrán llegar al 2022 con un sueño tranquilo por el deber cumplido, hay quien se queda rezagado en el renglón de los urgidos.

Pumas lleva 10 años sin ser campeón de Liga, pero Puebla suma 31 y Necaxa 23, aunque estos últimos sin tanta exigencia por las dimensiones de sus adeptos. Chivas se lleva más maldiciones con sus cuatro años sin título, al igual que el América por su ayuno de tres.

El tema de la exigencia se da en primer término por la jerarquía de la entidad deportiva, por su trayectoria o palmarés y por la cantidad de fans siempre listos para exigir lo máximo.

Puede parecer injusto para los directivos de determinados clubes que los fans reclamen más logros, pero es que la exigencia va determinada por la grandeza de tu marca

También condiciona esta grandeza el performance y la tradición ganadora: El América es el club más exigido y es el más ganador en la historia de la Liga con 13, entre su vitrina donde exhibe 25 nacionales dentro de la era profesional que data desde la campaña anual 1943-44. Chivas tiene 12 entre 24 títulos oficiales en el mismo periodo.

Toluca tiene 10 Ligas, Cruz Azul 9, León 8, Pumas y Tigres 7, así como Monterrey 5, pero la exigencia está con La Máquina y los de la UNAM por su historia y alcance nacional, aunque el futbol regiomontano cada día tiene más presencia debido a sus inversiones y trabajo mercadológico.

Hay un comportamiento estadístico, dicen los números y de acuerdo con ello aunque Cruz Azul se coronó el 30 de mayo ante el Santos Laguna, la maldad puede decir que cada 16 años en promedio resulta triunfador absoluto, puesto que su corona anterior fue lograda en el Invierno 97, y la antepenútima vez fue en la temporada 1979-80.

Lo cierto es que el fan no condiciona el amor, siempre y cuando el esfuerzo percibido sea genuino. #ClapClap

Fuentes externas: Columnas del autor en El Heraldo de México, TV Azteca y TUDN en YouTube, y Fan Datos de CID Consultoría

¿Quién es Héctor Quispe?

Periodista y mercadólogo. Dirige CID Consultoría, casa de soluciones en cifras y contenidos enfocados en el fan y su identidad; es MBA en Dirección y Gestión de Entidades Deportivas, por la Universidad Europea de Madrid; tiene la especialidad de Periodismo Deportivo por el Programa Prensa y Democracia de la Universidad Iberoamericana. Coordina el Diplomado de Periodismo Deportivo Digital en la Escuela Carlos Septién García, y da clases en el de Marketing and Communication for Sports Brands, en la Universidad Anáhuac. Su análisis es consultado por diferentes medios en torno a negocios y deporte: Playboy Latam, Red Forbes, MedioTiempo, Expansión, El País, Fox News, Telemundo, Televisa: Noticieros, Foro TV y TUDN, entre otros. Es coautor del libro “Cómo hacer Periodismo Deportivo. Una visión Iberoamericana”, y publica esta columna cada jueves en la multiplataforma de Reporte Índigo.

Te puede interesar